Monday, March 16, 2015

La versión de Eduardo

La versión de Eduardo
LEO ÁLVAREZ RÍOS | Miami | 16 Mar 2015 - 3:54 pm.

En un documento judicial presentado por su abogado defensor, Eduardo
Pérez de Morales relata cómo una oferta de su hermano acabó arruinándole
la vida.

Recientemente este diario publicó una entrevista con Jorge Emilio Pérez
de Morales Santé, en la que habló de su hermano menor, Eduardo Pérez de
Morales. Este, después de declararse culpable por haber conspirado para
lavar dinero proveniente del fraude al Medicare, fue sentenciado a tres
años y medio de cárcel y a otros dos de libertad vigilada.

Pérez de Morales sirvió de correo entre su hermano, Jorge Emilio, dueño
de la compañía de remesas Caribbean Transfers, y unos defraudadores de
ese seguro de salud. Se calcula que solo Eduardo logró lavar entre un
millón y 2.5 millones de dólares de dinero estafado al Medicare.

Según la Fiscalía del Distrito Sur de la Florida, el esquema de esta
conspiración incluyó cuatro pasos:

Defraudadores del Medicare enviaban facturas fraudulentas a ese seguro
de salud.
Luego de recibir millones de dólares en concepto de rembolso por el
Medicare, los defraudadores escribían cheques o hacían transferencias a
cuentas bancarias en Canadá, México y otros lugares.
El dinero era enviado a Cuba.
Después de que el dinero llegaba a Cuba, los involucrados —incluido
Eduardo Pérez de Morales— desembolsaban efectivo a los cerebros del
fraude al seguro de salud.
Caribbean Transfers está en el ojo del huracán desde septiembre de 2012,
cuando se presentaron cargos criminales contra su directivo Jorge Emilio
Pérez de Morales Santé por conspiración para lavar dinero estafado al
Medicare. Jorge Emilio, empresario cubano que vivía en República
Dominicana, está considerado un fugitivo de la justicia de EEUU y su
nombre está circulado por Interpol.

En la entrevista publicada en este diario, él intenta esquivar estas
circunstancias al afirmar que no puede ser considerado fugitivo de EEUU
por no haber residido allí. Cuando, en verdad, es fugitivo, no por huir
de un lugar sino de la acción de la justicia.

De acuerdo a la Fiscalía, a través de su compañía de remesas Jorge
Emilio Pérez de Morales Santé habría lavado 328 millones de dólares
estafados al seguro de salud estadounidense.

El pasado febrero, el abogado defensor de Eduardo Pérez de Morales
presentó un documento ante las autoridades judiciales en el que relata
cómo su cliente se involucró en esta operación de lavado de dinero
gracias a una oferta de su hermano mayor.

En ese escrito, del que a continuación se reproducen algunos fragmentos,
Eduardo Pérez de Morales es identificado como el Sr. Pérez. (El
documento puede leerse íntegramente aquí.)

La versión de Eduardo, según su abogado defensor

El 14 de octubre de 2005, el Sr. Pérez, un muchacho de 18 años, llegó
con su madre a EEUU desde Cuba. Se matriculó y estudió en la secundaria
de Coral Gables y recibió su diploma de la U.S. International Academy.
Mientras estudiaba, comenzó a trabajar como lavaplatos para ayudar a su
madre a llegar a fin de mes. A menudo, este trabajo lo mantenía ocupado
hasta la una de la madrugada en días entre semana. El Sr. Pérez tenía
que levantarse a las 6:00 am para asistir a clases a las 8:00 am. Este
era el esfuerzo de alguien que intentaba ir a la escuela a tiempo
completo y que intentaba asimilar una nueva cultura, un nuevo idioma y
nuevas formas de hacer las cosas. El hermano del Sr. Pérez y su figura
paterna mientras creció en Cuba, Jorge Pérez de Morales Santé, intervino
y le ofreció al hermano pequeño una solución conveniente.

(El padre del Sr. Pérez emigró a EEUU muchos años antes por lo que el
Sr. Pérez fue criado por su madre y por su medio hermano Jorge Pérez de
Morales Santé. El padre del Sr. Pérez falleció en enero de 2007, poco
tiempo después de que el Sr. Pérez llegara a EEUU.)

Empleando su rol como figura paterna, Jorge Pérez de Morales Santé
sugirió que el Sr. Pérez podría trabajar para un amigo suyo en EEUU, con
el cual hacía negocios (...). Este trabajo lo haría después de la
escuela y por él recibiría algunos cientos de dólares cada semana.

Esta oferta del hermano mayor arruinó la vida del Sr. Pérez. El hermano
del Sr. Pérez ha estado haciendo negocios en EEUU por algún tiempo,
adonde libremente entraba y salía con frecuencia. No había nada en la
oferta inicial ni en los negocios de Jorge Pérez de Morales Santé que
hubieran llevado al Sr. Pérez a conocer que él se iba a embarcar en
actividades criminales. Esto es especialmente cierto dada la edad del
Sr. Pérez y la confianza tácita en su hermano mayor.

Eventualmente, su hermano y sus cómplices comenzaron a darle la tarea al
Sr. Pérez de hacer entregas de dinero. Fue entonces cuando, con el paso
del tiempo, el Sr. Pérez llegó a apreciar algo raro en los negocios que
su hermano y sus socios hacían. El Sr. Pérez reconoce que de esa
manera supo que él se había involucrado en un esquema de lavado de
dinero, pero que para entonces él estaba metido de lleno y que no se
salió de la conspiración como debió haber hecho. El Sr. Pérez admite su
culpa por esa responsabilidad y cree que él debe ser castigado acorde a
la misma.

El Sr. Pérez ha cumplido con su obligación bajo U.S.S.G, 3E1.1(b) en lo
que respecta a la aceptación de la responsabilidad y proveyó un resumen
detallado de su rol en esta conspiración. El Sr. Pérez está también
apto para cooperar con las autoridades sosteniendo entrevistas con el
Gobierno.

(…)

El Sr. Pérez nació en La Habana, Cuba, el 3 de septiembre de 1987 y es
el único hijo de Dulce María Pérez y Osvaldo Pérez de Morales. El Sr.
Pérez tiene tres hermanos mayores por la rama paterna: Osvaldo Pérez de
Morales Santé (de 53 años), Jorge Pérez de Morales Santé (de 50 años) y
Ana Lourdes Pérez de Morales (de 48 años). Su padre murió en enero de
2007 y su madre está enferma. Como resultado del arresto del Sr. Pérez,
su madre necesitó una semana de hospitalización y ahora está bajo el
cuidado de un médico y tomando medicamentos. El mayor de los hermanos,
Osvaldo, está muy enfermo y recibe tratamiento por metástasis de un
cáncer de pulmón. Existe una posibilidad muy real de que Osvaldo no viva
lo suficiente para ver a su hermano fuera de la cárcel.

El Sr. Pérez es ciudadano estadounidense (…) Aunque estaba comprometido
a casarse cuando fue detenido, sigue soltero y no tiene hijos.

Los problemas familiares, financieros y legales representan una carga
para él.

El Sr. Pérez no tiene un historial criminal previo.

Source: La versión de Eduardo | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/internacional/1426466807_13415.html

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