Thursday, March 19, 2015

América Latina y la crisis de los sucesores

América Latina y la crisis de los sucesores
Estos "sucesores", en el panorama político de América Latina, son la
presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, la argentina Cristina Fernández y
el venezolano Nicolás Maduro.
Roberto Bermúdez
marzo 17, 2015

Después de haber transitado por la aniquilación de los partidos
tradicionales y su consiguiente intención de reformar la Constitución
para alcanzar la reelección presidencial, algunos países de América
Latina viven ahora el resultado de otras de sus nuevas modalidades
innovadoras, como es la llamada ya por algunos analistas " crisis de los
sucesores", que son aquellos presidentes que llegaron al poder
designados por sus antecesores para presentarse a elecciones y continuar
con el mandato "histórico" que recayó sobre sus hombros.

Estos "sucesores" en el panorama político de América Latina son la
presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, la argentina Cristina Fernández y
el venezolano Nicolás Maduro.

Sin dudas, tanto Rousseff, designada por Lula da Silva, como Fernández,
apoyada por su esposo el ex presidente Kirchner, y Maduro, elegido por
Chávez y presentado como su sucesor ante sus seguidores, ganaron los
votos que los llevaron al "continuismo político" para el que fueron
seleccionados, pero perdieron la popularidad de la que gozaban sus
antecesores al no poder dinamizar sus sistemas económicos, lo cual ha
llevado a esos tres países a enfrentar la protesta multitudinaria
constante con la exigencia de la renuncia de sus mandatarios.

En el caso de Venezuela, cuando Nicolás Maduro no llevaba siquiera un
año en el poder, tuvo que afrontar una ola de protestas contra su
gobierno que derivaron en violencia y detenciones de opositores
políticos y estudiantes. La crisis económica venezolana, agravada por la
caída de los precios del petróleo, se ha visto acentuada por la escasez
de los productos básicos que con marcada frecuencia llega al
desabastecimiento y, en el peor de los casos, al saqueo de los
supermercados.

Por su parte Cristina Fernández, que en diciembre próximo tiene que
entregar la Presidencia, dejará al país con una contracción económica
preocupante, similar a la de 2014, y una grave crisis política, a raíz
de la muerte en circunstancias no aclaradas del fiscal Alberto Nisman,
quien murió de un disparo en la cabeza el mismo día que iba a presentar
evidencias sobre la supuesta implicación de la Presidenta argentina en
el encubrimiento de la participación de iraníes en el atentado de la
AMIA en 1994.

Pero las protestas hoy se centran en Brasil, donde la presidenta Dilma
Rousseff recibió como respuesta a su discurso del lunes a las
manifestaciones multitudinarias del domingo un sonoro cacerolazo en
varios barrios de Sao Paulo.

Entre ruidos de cacerolas, abucheos y gritos de "Fuera Dilma" y "Fuera
PT", en alusión al gobernante Partido de los Trabajadores, los
brasileños se hicieron escuchar en varios barrios de clase media y alta
del centro de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil. Rousseff, que
admitió el carácter democrático" de la multitudinaria protesta, se
manifestó dispuesta a escuchar la voz de la calle" y a convocar un
"amplio diálogo" con aquellos que "quieran dialogar".

Hasta ahora, la "crisis de los herederos" sólo ha tenido lugar en estos
tres países ya que no ha habido designaciones sucesoras todavía en otras
naciones de la región con gobernantes carismáticos y populistas que aún
no han terminado sus mandatos.

Habría que esperar por el fin de la gestión presidencial de un Evo o un
Correa para ver si ello ocurre en esos dos países bolivarianos.

Donde sí no ha habido una crisis del sucesor, sino más bien algo muy
distinto, es en Cuba. El fracaso de los "herederos" antes mencionados
refleja en Cuba la excepción de la regla, ya que el sucesor de Fidel
Castro, sin concurrir a elecciones presidenciales, y al frente del
Gobierno, ha abierto un abanico de posibilidades para el mejoramiento
económico de la isla al restablecer relaciones con el poderoso vecino
del norte, quien está dispuesto a levantar cualquier tipo de barreras y
restricciones para comerciar con su antiguo enemigo.

Todavía está por ver el alcance de las medidas que promueve el
presidente Obama para lograr el éxito tras el anuncio del
restablecimiento de relaciones con La Habana. Pero todo apunta a que –a
pesar de todas las dificultades que entraña un Congreso y Senado en
contra– un flujo monetario directo y constante de la nación más rica del
planeta, con la comercialización entre ambos países que ello implica,
alejarán al "heredero de Cuba", al menos, de seguir los pasos
desafortunados de los seguidores de Chávez, Lula y Kirchner.

Algunos, o muchos, argumentarán que Cuba ha vivido en crisis sin y con
"sucesores" desde hace más de cinco décadas. Tampoco faltará quien diga
que Cuba traicionó a sus aliados del sur en la lucha común
antiimperialista al restablecer relaciones precisamente con el enemigo
de "nuestras tierras de América". Voces discordantes que caben en el
debate porque aportan controversia y –¿por qué no?– riqueza discursiva.

Todo ello es posible. Lo que no cambia es el panorama que se avecina, la
Cuba que vendrá con o sin "la crisis de los sucesores".

Source: América Latina y la crisis de los sucesores -
http://www.martinoticias.com/content/america-latina-y-la-crisis-de-los-sucesores/88976.html

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