Friday, March 6, 2015

A propósito del Che Guevara

A propósito del Che Guevara
marzo 4, 2015 4:47 pm·

Cuba actualidad, Marianao, La Habana, (PD) Visto el interés suscitado
por mi artículo anterior, "Un testimonio sobrecogedor", vuelvo sobre el
libro "La galera de la muerte", del entonces párroco de Casablanca,
Javier Arzuaga, devenido al cabo de los años en perspicaz cronista.

Despachado lo más grueso del asunto, no se guarda el inquieto vasco sus
conclusiones más delicadas a propósito de aquellos revolucionarios en
apogeo, quienes, además, eran sus contemporáneos.

"Los encuentros que me acercaron al "Che en la Cabaña, cuatro o cinco
breves como relámpagos, más reposados dos o tres, me mostraron un hombre
bastante distinto al centauro fantástico que con su nombre iniciaba esos
días el ascenso a la fama, de la que, para bien o para mal, nunca más
habría de bajar", comienza refiriéndonos. "El primer "Ché" que percibí
en él fue el idealista, con dosis fuerte de radicalismo, que difuminaba
los perfiles de la realidad circundante y los transformaba en el lote
que se debe conservar y fomentar o en el que se debe eliminar a
rajatabla, sin términos medios".

¿No les parece familiar ese criterio drástico, aún hoy día entre
nosotros? Se trata de una visión del mundo tan simple como agresiva, que
se nos impuso y que acogimos como buena, omitiendo la carencia de
compasión que la lastra.
Veamos al "Che obsesionado por la justicia igualitaria que sin el menor
reparo y sin preocuparse en lo absoluto de los efectos colaterales y las
consecuencias últimas, irá aniquilando, hasta reducirlo a polvo, cuanto
se le cruce en el camino, y por la justicia ejemplarizante en cuyo
ejercicio la crueldad será un mal menor imprescindible".

Hasta ahí, nos ha entregado al personaje completo, variando sobre todo a
propósito de considerar la crueldad "un mal menor", como hace Arzuaga, o
el mal supremo que lo descalifica. En la balanza, arroja Arzuaga un
atenuante: "El tercer Che que conocí fue el que hace lo que va a pedir
que haga el otro y no pide lo que él no esté dispuesto a hacer primero."
Es decir, predicaba con el ejemplo, virtud que tanto amigos como
enemigos le reconocen, si bien el ejemplo no fuese necesariamente modélico.

Como ven, el tema da pie para un enconado debate. Vale señalar que
recoge el interés de Guevara por tres sacerdotes también presentes en La
Habana de entonces, a quienes se interesó por conocer: Ignacio Biaín,
franciscano, Hilario Chaurrondo, paúl residente en la Comunidad de La
Merced y Ängel Gaztelu, párroco del Espíritu Santo, en la calle Teniente
Rey. Tres apellidos vascos, rara coincidencia, tres intelectuales con
tendencia a inclinarse hacia la izquierda.
Confiesa haber hablado solo con el Padre Biaín, "y ni con él fui del
todo sincero, porque le oculté las prisas del Comandante".

Pese a sus personales simpatías por la Teología de la Liberación,
Arzuaga no se traga la píldora: "Las intenciones del Che estaban
claritas como agua de manantial". – dice. "Soñaba organizar un quiste o
tumor dentro de los tejidos de la propia Iglesia Ya para esa época no
andaba yo muy de amores con la iglesia como institución jerárquica de
los que mandan y los que obedecen, dudaba de que fuera como era la
nuestra, la Iglesia que Cristo quería. Pero tampoco llegaba mi desamor a
entreabrir una puerta para que se colara por ella el lobo y fuera este
organizando sus covachas traicioneramente".

Para Cuba actualidad: rhur46@yahoo.com

Source: A propósito del Che Guevara | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/a-proposito-del-che-guevara/

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