Thursday, December 11, 2014

Valores, necesidades y otras historias

Valores, necesidades y otras historias
diciembre 11, 2014 1:40 am

Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) Por estos días estuve en el
dentista. En realidad, no es algo como para celebrar, pero un poco por
necesidad y otro poco por solidaridad con una estudiante necesitada de
práctica, allá fui, a la Facultad de Estomatología de la Universidad de
La Habana.

Estudiantes del tercer y cuarto años de la carrera pululan en todo el
amplio recinto. Allí realizan sus ejercicios que los convertirán en
excelentes profesionales, amantes de su trabajo y mal pagados.

Pero este no es el caso: me voy a referir al lugar, porque los tiempos
en que los dentistas eran los barberos del pueblo quedaron atrás hace mucho.

La sala de Operatoria está compuesta por dos salones habilitados con
veinte y tantos sillones cada uno. De ellos, funciona la cuarta parte.
Unos no tienen lámpara, a otros no les llega el agua o el sillón no se
puede acomodar, o los taladros no funcionan, o cuántas más calamidades
le puedan ocurrir a un sillón de dentista.

En la época en que los barberos hacían las veces de sacamuelas, el mismo
sillón servía para ambos oficios. Como no existía la anestesia, imagino
que los clientes para cortarse el cabello abundaban -todavía no había
hippies ni rockeros- pero no ocurría así con los desdichados de boca
adolorida, que preferían se les cayeran los dientes a pedazos antes de
ser sometidos a aquella tortura.

En un principio, los instrumentos utilizados por los dentistas eran los
mismos que usaban electricistas, mecánicos, carpinteros y artesanos.

Hoy, en la Facultad de Estomatología escasean las herramientas de
trabajo para estos dentistas en formación. Las herramientas que hay
deben pasárselas unos a otros y esperar con paciencia alumnos y
pacientes a que les llegue el turno.

De los profesores, qué decir. Amorosos, tolerantes, diestros y
conocedores de los secretos del arte de arreglar y sacar muelas. Conocen
como funciona la psiquis de los pacientes y de los alumnos, que
aburridos de no hacer nada, para no molestar, prefieren escabullirse.

Pero todo esto puede verse como algo normal en ese centro de estudios.
Lo fuera de lugar fue la refriega mañanera de una profesora a un grupo
de alumnos por no haber tomado parte en un acto político rutinario
llamado Bastión. Según ella, aquellos jóvenes cometieron una seria
indisciplina cuando prefirieron pasar a los salones para iniciar sus
labores y olvidaron alegremente el acto político. ¡Profe, a estas alturas!

Para Cuba actualidad: hildebrando.chaviano@yahoo.com

Source: Valores, necesidades y otras historias | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/valores-necesidades-y-otras-historias/

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