Saturday, December 20, 2014

Los temores y la fe marcan a los cubanos

Los temores y la fe marcan a los cubanos
ANDREA RODRIGUEZ Y PETER ORSI / AP
12/18/2014 11:51 PM 12/19/2014 6:37 AM

LA HABANA
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados
Unidos desató entre los cubanos expectativas de trascendentales cambios
económicos en una isla que parece congelada en el tiempo, con sus autos
de la década de los cincuenta y sus derruidos edificios Art Deco.

El jueves, al día siguiente del histórico y sorpresivo anuncio, muchos
cubanos tenían esperanza de tener acceso a bienes que el resto del mundo
da por sentados y de una recuperación de la economía socialista que hoy
no satisface productos tan básicos como carne, aceite de cocina o papel
higiénico.

"El impacto de la noticia ha sido muy fuerte", dijo Nayda Martínez, de
52 años, una ingeniera química que avizora un mejor futuro tras la
normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Martínez piensa que el restablecimiento de un comercio directo podría
atraer inversiones y turismo a la isla. "El país está muy ahogado".

Como muchos cubanos, Martínez comenzó a sacar cuentas de las cosas que
podrían tener: más tecnología, medicamentos, capital o la creación de
nuevos empleos derivados del turismo.

"Puede generar empleo aquí y Miami porque va a haber intercambios. Puede
haber un desarrollo de la medicina, se podría invertir en la
agricultura, han venido empresarios y no los han dejado invertir", dijo
Sandro Hernández, un trabajador informático de 42 años que también se
podría beneficiar de mejoras tecnológicas.

Como él, Lázaro Valverde, un reparador de llantas de 46 años pensó que
si finalmente se levanta "el embargo económico" se "facilitarían muchas
cosas" y eso redundaría en una mejor calidad de vida de la gente. "Aquí
el salario no alcanza".

Raúl Castro y Barack Obama marcaron un hito el miércoles cuando el
presidente de Estados Unidos liberó a tres espías cubanos presos en ese
país, que son considerados héroes en Cuba mientras que el gobernante
isleño entregó al contratista estadounidense Alan Gross, quien estuvo
preso por cinco años por traer equipos de telecomunicaciones e intentar
establecer acceso a internet, según el gobierno de la isla.

Las declaraciones de Castro se escucharon en cadena nacional el
miércoles, donde anunció el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas con Estados Unidos. Pero también, y en un inusual hecho,
los cubanos pudieron ver el discurso de Obama, cuya alocución fue
transmitida en la isla a través de Telesur, cadena de televisión
multinacional con sede en Venezuela, pero que en Cuba hace parte del
menú de canales locales.

Pero en la calles también comenzaron a expresarse algunos temores y
ansiedades entre la población que por años vio en los medios de prensa
oficiales el lado oscuro de la sociedad estadounidense y temen que
algunos de esos imaginados valores o sus políticas se puedan imponer en
la isla como los permisos para portar armas, prohibidas en Cuba.

"Está bien por el país, si va a permitir desarrollarnos", dijo Marisa
Betancourt, de 55 años, ama de casa y madre de dos hijos jóvenes. "No me
gustaría que se perdiera esa solidaridad tan del cubano, ni que se
convirtiera en una sociedad más consumista o individualista".

La mayoría de los cubanos trabajan en empleos gubernamentales a un
salario de $20 mensuales como promedio. El acceso a internet es mínimo,
lento y costoso. Todos medios de comunicación están controlados por el
estado. El Partido Comunista es el único partido político, y eso es algo
que no se debate. Quejarse de un bache en la calle está bien, pero si
uno protesta abiertamente contra el gobierno puede terminar en la cárcel.

Los cubanos han aprendido a navegar en este sistema político cerrado y
han aprendido a sobrevivir en medio de la escasez, las largas colas y
una crisis de vivienda que obliga a las familias a convivir con tres
generaciones bajo un mismo techo. Muchos están ansiosos por el cambio,
pero hasta ahora nadie sabe exactamente qué traerá esta apertura
diplomática.

El jueves la gente volvió a su rutina, los bicitaxis buscaban clientes y
los vendedores de fruta ofrecían sus productos. No hay información
oficial sobre próximas celebraciones patrióticas. Entre tanto,
periodistas de todo el mundo se apresuraban a entrar en Cuba con la
esperanza de conseguir acreditación de un gobierno que dice quién está
autorizado a informar.

El año pasado, Cuba permitió a sus ciudadanos viajar al extranjero sin
obtener, primero, un permiso oficial. Ahora, muchos tienen acceso a
bienes como teléfonos inteligentes o televisores de pantalla plana. Es
posible que haya un auge en las remesas de familiares que quieran ayudar
a los suyos a crear pequeñas empresas o reparar sus casas, muchas de las
que se están desmoronando.

Castro también introdujo una serie de reformas económicas que
permitieron a miles de personas crear pequeños negocios, contratar
empleados, y comprar y vender sus casas por primera vez desde la
revolución de 1959. También permitieron la venta de autos de segunda mano.

Uno de los cambios que se pueden producir sería psicológico. Algunos
cubanos se podrían acostumbrar a hacer negocios con Estados Unidos, país
que por décadas se ha señalado como el enemigo.

Los cubanos también pueden terminar acostumbrándose a la idea de que ya
no están en guerra con Estados Unidos dijo Peter Kornbluh, coautor del
libro Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations between
Washington and Havana.

Source: Los temores y la fe marcan a los cubanos | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article4658391.html

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