Monday, December 15, 2014

La economía de Cuba en una encrucijada

La economía de Cuba en una encrucijada
Por EL COMITÉ EDITORIALDEC. 14, 2014

En julio de 2007, cuando Raúl Castro estaba al mando del país mientras
su hermano recibía atención médica, el presidente interino emitió una
crítica asombrosa de la economía cubana al describir las ineficiencias
de la industria láctea. Su descripción del oneroso y costoso mecanismo
para llevar la leche de las vacas hasta la mesa familiar era una
historia ya conocida para los cubanos, quienes han sido sometidos por
décadas a una economía centralizada, que se encuentra entre las más
disfuncionales y anómalas del mundo. Pronto se hizo evidente que la
inesperada franqueza de Castro ese día representaba el inicio de una era
de transformación para la economía de la isla.

Luego de que Fidel Castro cediera el poder a su hermano en 2008, el
Gobierno cubano inició una serie de reformas que han permitido que sus
ciudadanos comiencen a crear formas de sustento que no están
completamente sujetas al control del Estado. El ritmo ha sido vacilante,
con mucho retroceso propiciado por la antigua guardia del Gobierno, que
considera una mayor liberalización de la economía como un repudio del
sistema socialista que Fidel Castro hizo sacrosanto.

El inminente final de la era de los Castro —Raúl Castro, de 83 años, ha
dicho que dejará el cargo en 2018— coincide con un intenso debate sobre
el futuro de la economía del país.

Hasta ahora, la administración Obama ha observado las reformas con
escepticismo. La Casa Blanca ha flexibilizado las restricciones de viaje
a la isla y de remesas, pero ha hecho relativamente poco para empezar a
levantar la red de sanciones que Estados Unidos ha impuesto a Cuba
durante décadas.

El presidente Obama podría ayudar a expandir el papel de la pequeña pero
creciente clase empresarial al flexibilizar sanciones mediante pasos que
puede tomar unilateralmente la rama ejecutiva. También puede colaborar
con el creciente número de legisladores que apoyan la expansión de
relaciones comerciales con Cuba. La Casa Blanca podría iniciar el
proceso eliminando a Cuba de la lista del Departamento de Estado de
países que respaldan a organizaciones terroristas. También es posible
ampliar los mecanismos mediante los cuales los estadounidenses pueden
proveer capital a las empresas independientes.

Hacer eso empoderaría a los cubanoamericanos que desean desempeñar un
papel más robusto en la transformación económica de la isla. Además,
gradualmente, disminuiría la habilidad del Gobierno cubano de culpar a
Washington por las deficiencias de una economía que está fallando a sus
ciudadanos, principalmente como resultado de las políticas estatales.

Antes de que Fidel Castro asumiera el poder en 1959, la economía de Cuba
estaba dominada por su relación con Estados Unidos, entonces el más
importante importador del principal producto cubano, azúcar. Los
turistas estadounidenses viajaban a la isla por montones, atraídos por
su proximidad, clima tropical y deleitante vida nocturna.

Luego del derrocamiento de Fulgencio Batista, un líder autoritario que
había protegido los intereses comerciales estadounidenses, el Gobierno
de Fidel Castro afianzó el control sobre, prácticamente, todo segmento
de la economía. Decomisó tierra y propiedades de empresas
estadounidenses y prometió garantizar vivienda, atención médica y
educación a todos los ciudadanos. El sistema comunista generó una
economía retrógrada y lánguida, respaldada ampliamente por Moscú. Pero
luego del colapso de la Unión Soviética en 1991, la economía cubana se
desplomó.

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Los cubanos llaman de manera eufemística a la austera privación de los
años 90 el "periodo especial", una época en que el Gobierno cubano fue
forzado a permitir cierta inversión extranjera y autorizar, de manera
limitada, el empleo por cuenta propia. En 1999, la Habana encontró un
nuevo benefactor en el recién elegido presidente de Venezuela, Hugo
Chávez, cuyo apoyo hizo posible que las autoridades cubanas apretaran el
control estatal de la economía.

Pero en los últimos dos años, Venezuela, que provee petróleo ampliamente
subvencionado a Cuba a cambio de servicios médicos, lidia con una crisis
política y económica que empeora, y que podría forzar la eliminación de
subvenciones a La Habana.

La precariedad de esa relación le ha dado más urgencia al debate sobre
cuán rápido el Gobierno cubano necesita implementar las reformas que
respaldó Raúl Castro. Los líderes de la antigua guardia advierten que
una economía de mercado liberalizada podría convertir a Cuba en una
sociedad menos igualitaria y proveería una apertura a que Estados Unidos
desestabilice al gobierno mediante una inundación de inversión privada.
Los reformistas, incluidos algunos de los economistas más respetados del
país, argumentan que el estado actual de la economía es insostenible.

La realidad es que los logros en la previsión social de la isla no
pueden sustentarse si se mantienen las tendencias económicas y
demográficas actuales. Cuba, Argentina y Chile son los únicos países de
Latinoamérica y el Caribe actualmente clasificados en el rango superior
del Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, una medición del
nivel educativo, expectativa de vida, entre otros indicadores, de un país.

El salario promedio en Cuba, en la actualidad, equivale a
aproximadamente el 28% del valor adquisitivo antes del colapso de la
Unión Soviética, según el Centro de Estudios de la Economía Cubana, una
entidad estatal adscrita a la Universidad de la Habana. La devaluación
ha causado hurtos descontrolados en los centros laborales. También ha
incentivado a miles de profesionales cubanos que han emigrado a Estados
Unidos y Latinoamérica en los últimos años en busca de una vida mejor.
La tasa de natalidad del país ha descendido, a la vez que los ciudadanos
en edad avanzada viven más tiempo.

El sector agrícola sigue obstaculizado por tecnología desactualizada y
políticas bizantinas. Una ley para atraer inversión extranjera que la
Asamblea Nacional de Cuba aprobó en marzo, aún no produce un solo
acuerdo. Y, para aumentar los desafíos, el Gobierno cubano ha prometido
eliminar próximamente su sistema de doble divisa, un proceso que podría
generar inflación. El sistema dual, que incluye un peso ajustado al
dólar, se estableció en los años 90, cuando se abrió el turismo.

A pesar del estancamiento económico, hay que destacar el crecimiento de
una nueva clase de empleados del sector privado, actualmente casi
500,000. Aunque no es una cifra enorme en una nación de 11 millones de
habitantes, constituye una clase sorprendentemente ingeniosa en un país
donde administrar un restaurante privado exige adquirir prácticamente
todos los ingredientes en el mercado negro. Un producto tan básico como
la papa tiene que adquirirse como contrabando en Cuba.

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Muchos de los que han establecido negocios, tales como posadas, son
cubanos que regresaron con ahorros obtenidos en el extranjero y aquellos
con parientes que aportaron el capital inicial. Todos luchan con la
burocracia ante la imposibilidad de importar legalmente productos tan
básicos como colchones y almohadas. Traer artículos de Estados Unidos es
costoso y complicado, como consecuencia de las sanciones estadounidenses.

Las autoridades cubanas parecen tener una actitud inconstante respecto
al creciente sector privado. Aunque dan la bienvenida al empleo y a la
ganancia tributaria que genera, los burócratas están poniéndoles trabas
a los negocios particularmente exitosos, y obligando algunos a
convertirse en cooperativas administradas conjuntamente con el Estado.
El mensaje parece ser: queremos prosperidad pero no personas más
prósperas que otras.

Washington podría empoderar el campo reformista al facilitar que los
empresarios cubanos obtengan financiamiento externo y formación
empresarial. Es poco probable que esa estrategia sea exitosa, a menos
que Estados Unidos abandone su política de cambio de régimen. A pesar de
que la transformación económica de Cuba está avanzando lentamente, bien
podría conducir a una sociedad más abierta. Por ahora, el continuo
antagonismo proveniente de Washington solo está ayudando a la antigua
guardia.

Source: La economía de Cuba en una encrucijada - NYTimes.com -
http://www.nytimes.com/2014/12/15/opinion/la-economa-de-cuba-en-una-encrucijada.html?referrer=&_r=2

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