Friday, December 12, 2014

Cuál es la novedad de Veracruz?

¿Cuál es la novedad de Veracruz?
DIMAS CASTELLANOS | La Habana | 12 Dic 2014 - 7:22 am.

Cuba reinó en los Juegos Centroamericanos antes y después de la
revolución de 1959.

El sábado 30 de noviembre se extinguió la antorcha que iluminó la XXII
edición de los Juegos Centroamericanos. Gracias al método empleado para
definir los lugares por países Cuba se alzó con la victoria, mientras
México y Colombia ocuparon el segundo y tercer lugar respectivamente. Lo
logrado, expresó Antonio Becali, jefe de la delegación cubana: "es la
expresión de lo mucho que nuestra revolución ha hecho por el deporte".
Transcurridas unas dos semanas de su clausura, calmadas las emociones,
la reflexión acerca de lo ocurrido en Veracruz promueve otras lecturas.

Desde la inauguración de los Juegos Centroamericanos en México (1926),
hasta los celebrados en Puerto Rico (2010) se efectuaron 21 ediciones.
De ellas Cuba participó en 17, en las que obtuvo 14 primeros lugares, un
segundo, un tercero y un cuarto lugar. Si el análisis se limita a los
seis juegos en los que la Isla tomó parte antes de 1959, tenemos que se
obtuvieron cinco primeros lugares y un segundo lugar. Esos resultados se
conquistaron durante las presidencias del general Gerardo Machado, de
los coroneles Carlos Mendieta y Federico Laredo Bru y del Dr. Ramón Grau
San Martín, quienes no se destacaron por el apoyo al deporte. Es decir,
Cuba reinó en los Juegos Centroamericanos antes y después de la
revolución de 1959, lo que mueve a preguntar cuál es la novedad de Veracruz.

La victoria

De 31 países participantes, los primeros tres lugares fueron: Cuba con
11,2 millones de habitantes que llevó 543 atletas, México con una
población de unos 120 millones estuvo representado por 752 y Colombia
con casi 50 millones de habitantes se presentó con 417 atletas. De ellos
Cuba llevó más de la mitad de los medallistas olímpicos que asistieron
(23 de 43) y en el atletismo, donde cosechó 23 oros, se benefició de la
ausencia de los jamaicanos de primer nivel en distancias cortas, 400
metros y los relevos. A pesar de ello, Cuba adelantó a los aztecas en
solo 8 títulos dorados (123 a 115), mientras quedó por debajo en 40
medallas de Plata (106 a 66) y en 46 de Bronce (111 a 65). En total, 78
medallas menos que los ocupantes del segundo lugar. Si comparamos esos
resultados con las 21 ediciones precedentes queda muy poco margen para
el autoelogio.

Una merecida mención le corresponde al fútbol, deporte que desde el
torneo preolímpico para la Copa Mundial de 1934, cuando Cuba le ganó a
Haití, Jamaica, Colombia y Costa Rica y perdió solamente con México, no
se habían destacado en la región. Sin embargo, en Veracruz, en un
reñidísimo partido de semifinales perdieron con el anfitrión en penales
para quedar ubicados en el tercer lugar. Un desempeño que recibió poca
atención de la prensa oficial, concentrada en la competencia con México
por las medallas de oro.

La "victoria" en Veracruz se produjo después de un largo y sostenido
declive del deporte cubano. En los Juegos Olímpicos de Montreal (1976)
Cuba alcanzó 125 medallas; en la edición de Atenas (2004) la cosecha
descendió a 63 medallas; en la edición de Beijing (2008) se obtuvieron
solo 24 medallas y en la de Londres (2012) descendimos hasta 14
medallas. En la primera versión de los clásicos de pelota (2006), Cuba
ocupó el segundo lugar; en la segunda versión (2009), pasó al quinto
lugar; en la tercera (2013), a pesar de contar con uno de los mejores
equipos, se mantuvo en la quinta posición. Por su parte Dominicana y
Puerto Rico con un juego integral: pitcheo, bateo, defensa y
combatividad, dejaron bien lejos a la mayor de las Antillas.

La economía

En la sociedad, como en todo organismo vivo, los elementos que integran
su estructura son mutuamente dependientes, aunque algunos tienen mayor
incidencia que otros. El desarrollo del deporte depende en gran medida
de la base económica que lo sustenta; mucho más cuando la intención es
ocupar planos estelares a nivel internacional.

La introducción de los avances científicos y tecnológicos, la cantidad y
calidad de los centros de entrenamiento y de los implementos utilizados,
la inserción en ligas foráneas y los topes para foguearse con lo más
avanzado del deporte mundial, la calidad de la nutrición y la
infraestructura para garantizar los relevos, entre otros factores,
requieren de elevadas inversiones, imposibles para un país
subdesarrollado. En Cuba, que depende en gran medida de la ayuda de
Venezuela, donde las inversiones extranjeras no acaban de cuajar y los
problemas primarios de la población continúan pendiente de solución, las
"victorias" como la de Veracruz solo sirven para el autoengaño y el
solapamiento de los problemas vitales.

El desarrollo del deporte depende del crecimiento económico, de la
recuperación del papel del salario y la renuncia a la subordinación del
deporte a la ideología. En ausencia de esos requisitos lo único que
puede ocurrir es lo que viene ocurriendo: el declive y el éxodo
creciente. Parafraseando al rey de Epiro, Pirro II, cuando derrotó a los
romanos en Ascoli, con otra victoria como esta estamos perdidos.

De acuerdo al aumento salarial implementado el pasado mes de marzo a
atletas y medallistas de juegos olímpicos, mundiales, panamericanos y
centroamericanos, aunque altos en relación a los deprimidos salarios del
país, resultan ridículos al compararlos con los que perciben sus
similares en otros lugares. Esa brecha, unida a la ausencia de
libertades para jugar libremente, explica que las delegaciones
deportivas nunca o casi nunca regresan completas, como acaba de ocurrir
en Veracruz, donde el número de los que decidieron desertar, hasta el 23
de noviembre, se elevaba a 9.

La ideología

La subordinación del deporte a la ideología, expresada en que el Estado
asume todos los gastos del deporte a cambio de que los atletas compitan
representándolo, se manifestó en los Juegos Olímpicos de Berlín (1936),
cuando Adolfo Hitler utilizó la Olimpiada para proclamar el poderío de
su régimen. Desde esa época los espacios deportivos se fueron
configurando como vitrinas para mostrar la "superioridad" de una
ideología o de un sistema político, como ocurrió con los Juegos
Olímpicos de (Moscú 1980) y los de Los Ángeles (1984), que fueron
boicoteados respectivamente por Estados Unidos y por la Unión Soviética.

En Cuba el deporte, asunto exclusivo del Estado, se sigue identificando
con la Patria y las conquistas de la Revolución. En el recibimiento al
último grupo de atletas, el vicepresidente de los Consejos de Estado y
de Ministros, Miguel Díaz-Canel, expresó: "muchas veces la historia se
nos presenta a través de símbolos, y es muy simbólico, de una manera muy
especial, que cuando estamos en la víspera de un nuevo aniversario del
desembarco del Granma y de la constitución de nuestras invictas y
gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias, ustedes arriben a la patria
victoriosos y dignos".

Más útil sería que algunos pasos, como el de la refundación del Salón de
la Fama, se generalizaran hasta devolver la pérdida de autonomía que
sufrió el deporte cubano al quedar subordinado al Estado, para que
realmente se convierta en asunto de interés de atletas, entrenadores y
de todo el pueblo.

Source: ¿Cuál es la novedad de Veracruz? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/deportes/1418291874_11748.html

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