Friday, November 21, 2014

Esperando a los yumas

Esperando a los yumas
Los mismos que gritaron "Cuba sí, yanquis no", están ansiosos por
enmendar la plana: "Yanquis sí y Cuba también"
miércoles, noviembre 19, 2014 | José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba -Un implicado me contó que recién reunieron a los
trabajadores de los restaurantes del barrio chino para comunicarles
formalmente que el gobierno estadounidense podría decretar muy pronto el
fin del embargo, por lo cual deben prepararse para recibir grandes
oleadas de turistas procedentes de ese país.

Es lo que está rodando ahora mismo por las calles habaneras: el runrún o
la sospecha o la ilusión de que el llamado bloqueo se encuentra en
capilla ardiente.

Los dueños de pequeños negocios, en especial los mejor ubicados y más
solventes, se frotan las manos y ya empezaron a gestionar o a soñar en
torno a sus posibilidades de expansión. Los intelectuales y artistas se
desviven en votos por la reanudación, dicen, de la amistad entre ambos
pueblos.

Las jineteras y jineteros aceitan sus herramientas. Y entre la gente de
a pie crece por día el número de los que se aprietan el cinto para
sumarse (o sumar a sus hijos) a los programas para estudiar inglés, bien
con profesores particulares o en cursos académicos, privados o incluso
estatales, que ahora se dan aquí silvestres.

Con cincuenta y tantos años de adoctrinamiento incesante e implacable, a
cada minuto, en todos los espacios -desde el círculo infantil hasta el
catafalco-, para convertirnos en anticapitalistas y antiestadounidenses,
nuestros caciques no consiguieron sino erigir a los Estados Unidos en
imagen de todas nuestras esperanzas. Si este no es el más rotundo y
ridículo fracaso de la astucia manipuladora de Fidel Castro y su tropa
de voceros mediáticos, que venga Dios, o algún iluminado académico de
izquierdas, y aporte pruebas para desmentirlo.

Estamos esperando a los yumas como cosa buena. Los mismos que antes
gritaron "Cuba sí, yanquis no", se muestran hoy ansiosos por enmendar la
plana: "Yanquis sí y Cuba también", sin que a nadie parezca importarle
la perspectiva o el plan (paradójicos, grotescos) de que una vez
desmantelado el embargo, tengamos que seguir soportando a la inamovible
dictadura que lo provocó.

Los medios oficiales de prensa y propaganda son, en gran magnitud,
propulsores de esta nueva movida. No pasa un día sin que escuchemos o
leamos las ingenuidades o las mentiras a conciencia de quienes aseguran
que ahora todo depende únicamente de Obama, quien, mediante el uso de su
poder ejecutivo, podría frescamente indultar a los espías cubanos y
hasta decretar el fin del embargo.

Nos venden al presidente de uno de los más sólidos sistemas democráticos
del mundo como a un tiranuelo de pacotilla, que puede desconocer como si
tal cosa al Poder Judicial y aun al propio Congreso de la Nación. Pero
es algo que aquí pasa inadvertido, fruto de la incultura política que
hemos padecido, y con la cual se ceban los cómplices extranjeros del
régimen.

Por alguna razón que sobraría explicar, esta nueva expectativa que
discurre hoy entre nosotros, remite a una obra del gran dramaturgo y
narrador irlandés Samuel Beckett (Esperando a Godot), donde hay gente
que se pasa las horas y los días a la espera de alguien que
presumiblemente viene a salvarles (del aislamiento, la angustia, la vida
a la deriva), pero cuya llegada se pospone a diario, ya que no en balde
su drama sintetiza una de las cumbres del teatro del absurdo.

Desde luego que el embargo será eliminado más temprano que tarde, pero
según mi raquítica opinión, ahora mismo nadie sabe cuándo ni cómo ni en
qué circunstancias.

Source: Esperando a los yumas | Cubanet -
<http://www.cubanet.org/destacados/esperando-a-los-yumas/>

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