Wednesday, November 19, 2014

El suplicio de visitar Nápoles

El suplicio de visitar Nápoles
Te dispones a salir de paseo. Intentas pasar un buen rato, despejar los
problemas. Imposible, si vas a Nápoles, sus dependientes se encargarán
de virarte el día al revés
martes, noviembre 18, 2014 | RCCC

GRANMA, Cuba. (Tania de la Torre Montesinos) –Hace alrededor de una
semana me dispuse a salir de paseo. En Manzanillo, la pizzería Nápoles
solía ser una buena opción. Allí me dirigí finalmente.

Al llegar, pasado el mediodía, me encontré en la cola con Caridad
Torres, una vecina, de 76 años de edad. Ella padece de diabetes
mellitus; la acompañaban su hija y dos nietos de 5 y 9 años de edad
respectivamente. Caridad había salido de su casa a las 8:00 am y se
encontraba sudorosa, con una clara crisis de hipoglicemia.

De inmediato, intentamos llamar a la dependienta, de nombre Beatriz,
para que ayudase a la enferma. Sin embargo, Beatriz se negó a pasarla al
interior del inmueble. Indignada, la hija de Caridad trató de que
entrarla en la pizzería de todas formas, para que pudiese tomar al menos
un vaso de agua. Pero con la agresividad que caracteriza a nuestra
sociedad en estos momentos, la empleada empujó a la anciana y le produjo
una herida en el brazo derecho. A mí, que alucinaba con la escena en ese
momento, comenzó a golpearme por tratar de ayudar a la mujer.

Las personas de la cola le gritaban a Beatriz "abusadora", "descarada" y
debido a tal alboroto aparecieron 2 dependientes que llevaron a Caridad,
quien se encontraba llorosa y sudando copiosamente, hacia una mesa.

Por tal maltrato, reclamamos la presencia del administrador, para que
nos repusiera el mal rato sufrido. Sin embargo, nos informaron que no se
encontraba y ningún dependiente quiso dar su nombre, instruidos por el
mismo dirigente para no hacerlo.

Como último recurso del establecimiento, se presentó el Jefe de Almacén
y nos explicó que la Jefa de Turno no nos podía atender, pues ella
-pobrecita- estaba fregando platos debido a que la fregadora estaba rota.

Mientras tanto, el barullo se había calmado y la señora Caridad se
retiró con su familia a su casa, alrededor de las 4:00 pm. A mí me tocó
entrar y me senté en una mesa sobre un piso anegado en agua, a causa del
mal funcionamiento de la climatización. En el menú sólo había pizzas de
"vegetales", con pepinillos en mal estado y que los consumidores
rechazaban por su mala elaboración.

Tal había sido el maltrato que decidí retirarme, frustrada y triste,
después de 4 horas de cola, sin haber consumido algo.

Source: El suplicio de visitar Nápoles | Cubanet -
http://www.cubanet.org/mas-noticias/el-suplicio-de-visitar-napoles/

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