Saturday, October 11, 2014

El que mucho da, a pedir se queda

El que mucho da, a pedir se queda
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 11 Oct 2014 - 9:18 am.

Las misiones médicas internacionalistas hacen empeorar todavía más el
sistema de salud pública cubano.

Es un hecho irrefutable que la única vez que al Gobierno cubano le
interesó realizar una consulta popular sobre sus decisiones, serían
aquellas discusiones públicas sobre los Lineamientos del Congreso del
PCC. Discusiones que serían bastante cuestionadas en tanto las dantescas
cifras de temas en discusión –y otro tanto de intervenciones– invitaban
a sospechar sobre la seriedad del asunto. Los antecedentes sobre
consultas públicas en Cuba no admiten discusión alguna: se sabe quién
las reclamaba; cómo las realizaba, y dónde las convocaba.

En medio del innegable y creciente malestar que embarga a los cubanos
respecto a la crisis que atraviesa al sistema de salud pública y sus
servicios, donde suele ser recurrente la ausencia de personal médico
cubano —a pesar de que el Gobierno se vanagloria de graduar miles de
profesionales— se ha despachado hacia Sierra Leona, según cifras
oficiales, a "165 colaboradores internacionalistas, integrado por 63
médicos y 102 enfermeros, provenientes de todas las provincias del país,
con más de15 años de experiencia práctica" para combatir el brote de
ébola que azota a la región africana.

Ningún individuo, en sano juicio, estaría en desacuerdo con la práctica
de la solidaridad internacionalista, excepto cuando su finalidad
adquiere carácter intervencionista. Pero sí resulta cuestionable
cualquier decisión inconsulta que refrenda esa solidaridad en detrimento
de un país.

El sinnúmero de quejas ciudadanas respecto a la salud pública en general
no cabe en los esporádicos reportajes oficiales —fundamentalmente sobre
los servicios de fisioterapia, estomatología y oftalmología— donde el
Estado simula estar al tanto de las deficiencias, aceptar las críticas y
promover soluciones objetivas. Pero todo desde el tratamiento de que los
hechos son aislados en determinada región del país como resultado de la
mala gestión de algún que otro directivo. Del resto puede ser culpado el
bloqueo económico de EEUU contra Cuba.

"Todos los médicos, los buenos, los que acumulan años de experiencia,
están repartidos por el mundo entero, fundamentalmente en Venezuela… y
nosotros qué", esta suele ser una de las expresiones más comunes entre
los ciudadanos.

En cualquier salón de espera, sea de un policlínico o cuerpo de guardia
de un hospital, las personas prefieren esperar a que sean atendidos por
médicos cubanos y no por extranjeros.

"Esos son estudiantes, no tienen experiencia y tampoco nos entienden… No
se siente uno cómodo con ellos porque no se logra esa familiaridad
necesaria entre médico y paciente", esta es otra de las imágenes que
componen el gran retrato que no expone el relato oficial.

No ha sido nunca un secreto que gran parte de la migración interna de
Cuba se acrecentaba por personas que buscaban mejores servicios de salud
en especialidades médicas que en sus provincias eran deficitarias. Lejos
de disminuir esta problemática, actualmente crece; o cuando menos se
mantiene igual. Entre los chistes más amargos que se pueden escuchar en
las familias habaneras sobresale aquel de "vino solamente para atenderse
una dolencia en la cervical y se hizo ciudadano habanero".

Según reflejaba una nota de prensa, con un enfásis rayano en la epopeya,
la delegación de profesionales "en pocos minutos estaría partiendo
quizás al último lugar al que muchos quisieran ir. Esos que dijeron sí
de un tirón, cuando les preguntaron su disposición para sanar en África.
Cómo iban a dar otra respuesta, si desde que se sentaron por primera vez
en un aula de la facultad médica les enseñaron a amar el don de salvar
vidas".

Hasta donde se ha investigado, a ningún ciudadano cubano se le ha
consultado si estaba de acuerdo o no en enviar a sus médicos más
experimentados "al último lugar al que muchos quisieran ir".

"De haberme consultado", objeta una anciana mientras espera con
paciencia que el personal técnico reemplace la bombona de oxígeno para
aerosoles en el policlínico del barrio, "hubiese planteado mis dudas. Es
lamentable la mala fortuna que transita África en un mundo que se precia
de sus avances en las ciencias médicas pero que es poco amistoso. Me
solidarizo desde el corazón, como todo ser humano que sienta esa
condición. Pero también existe un refrán que dice 'el que mucho da, a
pedir se queda'; y tampoco debemos olvidar lo inútil que resulta
desvestir a un santo para vestir a otro".

E insiste: "Sí, lo hubiese dicho así, si me hubiesen consultado por
supuesto".

La decisión debió ser consultada.

Source: El que mucho da, a pedir se queda | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1413011921_246.html

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