Saturday, October 25, 2014

El castrismo, ¿comunismo o fascismo?

El castrismo, ¿comunismo o fascismo?
DANIEL F. CALDERÍN
10/24/2014 2:00 PM 10/24/2014 6:00 PM

Corría el año 1959, después de la forzada renuncia del presidente Manuel
Urrutia Lleó y la enigmática y aún misteriosa desaparición de Camilo
Cienfuegos, confiaba a un abogado amigo de mi padre, con más experiencia
política de la que yo poseía en aquellos tiempos, mis temores de que la
revolución que pretendía ser libertaria y democrática estaba tomando
visos de comunismo. El amigo de mi padre me miró fijamente y me dijo con
tono de quién sabe lo que dice: "Esto a mí me huele más a fascismo que a
ninguna otra cosa. Los discursos de Fidel son una copia al carbón de las
arengas de Hitler y de Mussolini".

Tiempo después he sabido que en su etapa de estudiante el hoy Máximo
Líder guardaba una copia del libro Main Kampf, escrito por Adolfo
Hitler, y que la famosa frase "la Historia me absolverá", usada por
Fidel durante el juicio del Moncada, fue tomada de la defensa de Hitler
durante el juicio del putsch de Munich.

Ahora en los estertores finales de la tiranía, con el control de
importantes industrias y otras actividades económicas en manos de los
militares, y el uso controlado de Unidades de Respuesta Rápida que
recuerdan las infames hordas de las Camisas Pardas SSASchutz-Sffel, el
régimen seudo-marxista cubano se asemeja cada día más al Tercer Reich
alemán.

Al igual que el 26 de Julio en sus inicios, el partido nazi era llamado
"el Movimiento", no el partido. La concepción hitleriana de la sociedad
ideal suponía el sometimiento a los intereses del pueblo (Volk)
representado por el Führer. En la caricatura cubana llamado Máximo
Líder, investido con absoluto poder y autoridad. Debajo del líder
(Führer), de quien emanan todos los poderes, está el partido, cuya única
función era obedecer ciegamente las órdenes dictadas por éste. Cualquier
semejanza con la tiranía seudo-comunista de Cuba no es pura coincidencia.

Existen infinidad de paralelismos que hacen del régimen totalitario
castrista una caricatura grotesca del nazi-fascismo alemán, la idea de
los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) fue tomada literalmente de
los Comités de Vigilancia Territorial creados por Hitler; la
organización de los Pioneros fue calcada de las Juventudes Hitlerianas,
que compulsoriamente era adoctrinada en la ideología nazi. Al igual que
el Partido de la Revolución Socialista Cubano, Hitler formalmente
declaró en 1933 al nazismo como el único partido político de Alemania.
En Cuba, después del triunfo de la revolución, fueron disueltos todos
los partidos políticos, incluyendo el viejo Partido Comunista, que por
más de tres décadas medró disfrazado con el nombre de Partido Socialista
Popular. Fidel Castro estaba tan fascinado con la imagen hitleriana, que
se sospecha que la eliminación misteriosa de Camilo Cienfuegos y el
haber enviado a la muerte segura al Che Guevara a las selvas de Bolivia,
para después convertirlos en héroes de la Revolución, fue un intento de
recrear en su mente diabólicamente perversa la fantasía del mito de
Hitler, que mandó a envenenar con cianuro al mariscal Erwin Rommel, para
después presentarlo al pueblo alemán como un héroe del nazismo.

Recordemos que Fidel denunciaba como calumnias las denuncias de aquellos
que detectaban el rumbo de la revolución hacia el comunismo en los
primeros dos años de su gobierno. Después de un fallido intento de
chantajear a la administración de Eisenhower en su viaje a Estados
Unidos, un año más tarde, cuando Castro habló ante la Asamblea General
de las Naciones Unidas, uno de los miembros de la delegación cubana fue
llamado por el líder soviético Nikita Kruschev para mandarle un mensaje
a Fidel. Acto seguido empezaron a llegar los barcos, primero cargados de
petróleo, de trigo y de carne rusa, después vinieron las metralletas
chekas, los fusiles soviéticos, los cañones, los tanques y por último
los cohetes intercontinentales con sus ojivas nucleares.

En esta última etapa de la tiranía, veinticinco años después del
desmoronamiento de la Unión Soviética, hemos visto como el régimen
oprobioso que hundió a Cuba en el sistema fallido del comunismo
estalinista, que fracasó estrepitosamente en Rusia y en la Europa del
Este, ha tratado de subsistir a toda costa a través de empresas mixtas
con capital extranjero, arrojando contra ellos como aullantes perros
feroces a las Brigadas de Respuesta Rápida, que como las Schultz Sffel
(SS) hitlerianas, sin el más mínimo respeto a la dignidad humana vejan y
atropellan a ciudadanos pacíficos y decentes. Como decía el amigo de mi
padre en el párrafo inicial de este escrito: "Esto a mí esto me huele a
fascismo más que a ninguna otra cosa".

Miembro del Colegio de Periodistas Cubanos en el Exilio y de la Union De
Colaboradores de Prensa.

Source: DANIEL F. CALDERÍN: El castrismo, ¿comunismo o fascismo? | El
Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article3351966.html

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