Tuesday, October 21, 2014

Cuestión de realpolitik

Cuestión de realpolitik
JORGE OLIVERA CASTILLO | La Habana | 21 Oct 2014 - 9:20 am

Cada día Raúl Castro gana ante el mundo mayores credenciales como
dictador soportable.

Resulta curioso que las fugas desde Cuba apenas tengan eco mediático,
cuando se trata de uno de los fenómenos sociales más críticos.

Semana tras semana decenas de cubanos se las ingenian para irse del país
por vía marítima, a menudo sobre artilugios sin las mínimas condiciones
que garanticen el arribo a los lugares de destino.

La lista de muertos y desaparecidos ha aumentado drásticamente a causa
del número de personas que usan esta vía de escape y la mayor distancia
a cubrir en condiciones tan precarias. Llegar a EEUU desde la Isla ya no
es tan fácil como antes de la Ley pies secos-pies mojados que solo
permite el ingreso de los balseros que logren tocar tierra.

Debido a estos impedimentos, la gente prefiere probar suerte
dirigiéndose hacia las costas de Panamá, Nicaragua, Honduras o México
con la intención de trasladarse hasta la frontera sur norteamericana,
pagarle a algún guía furtivo y beneficiarse con la Ley de Ajuste Cubano.

Por otro lado no se detienen las "deserciones" de profesionales del
sector cultural, deportivo y de la salud pública. Procedimientos de
evasión generalmente exitosos, a no ser que el plan se frustre por
algunos de los policías encubiertos que suelen formar parte de las
respectivas delegaciones.

Dentro de la lista de olvidos hay que mencionar las incidencias
represivas. La prensa internacional tampoco refleja en sus coberturas lo
que sucede en las cárceles con los presos políticos, los actos de
repudio que incluyen el vandalismo de las turbas parapoliciales contra
los actividades proderechos humanos, entre otros asuntos que ponen de
relieve la arbitrariedad del régimen.

El desbalance informativo favorece a Raúl Castro y lo que representa.

Al analizar los hechos se presume de la existencia de un proyecto
transnacional que, en esencia, busca legitimar un estatus quo que podría
evolucionar hacia formas menos autoritarias en plazos imposibles de prever.

La acogida a la dictadura cubana sin concesiones de peso en
instituciones de la región e internacionales refuerza las sospechas de
que se está apostando por la articulación, a mediano plazo, de un modelo
similar al chino, con sus retoques para hacerlo viable en el Caribe insular.

El énfasis el levantamiento unilateral del embargo y la proverbial
estrategia de no enfocarse en temas demasiado controversiales a la hora
de hacer los reportes y análisis definen, en el caso de los medios
foráneos acreditados en La Habana, una política que deja abierto el
camino a las dudas.

Con esos truenos, cualquier indicio sobre la posibilidad de que se
estructure una democracia en Cuba bajo el mando del General-Presidente,
es falso.

Incluso con su sucesor (¿Díaz- Canel o Machado Ventura?) las
oportunidades para el pluripartidismo y el pleno ejercicio de los
derechos fundamentales seguirían siendo cuestionables.

Mientras se acerca el desenlace que podría ser la continuidad por otras
vías, sigue la estampida con sus bajas colaterales y el contubernio
político- mediático.

En realidad, Raúl Castro no tiene por qué preocuparse. Cada día gana
mayores credenciales como un dictador soportable.

Source: Cuestión de realpolitik | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/internacional/1413876002_498.html

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