Friday, October 17, 2014

Agua al dominó

Agua al dominó
JUAN MARTIN LORENZO | Ottawa | 17 Oct 2014 - 9:51 am.

Es hora de que ese instrumento de extorsión que es el INDER deje de
existir y se deje de utilizar a los deportistas como soldados.

La reciente destitución del presidente del INDER parece ser la
"solución" del gobierno de Raúl Castro a la crisis en el sector del
deporte en la Isla. La primera señal de que "algo se barajaba" en el
horizonte del INDER lo dio un escrito del subdirector del "periódico en
jefe", Granma, hace algunos días atrás, cuando achacó la estampida de
peloteros, y deportistas en general, cubanos al embargo.

Ya saben, el totí lo paga todo, y el papel aguanta lo que se escribe en él.

A pesar de que el béisbol no es el único deporte que enfrenta la sangría
de jóvenes promesas y de grandes estrellas también, es el
entretenimiento nacional, y para que no quede dudas, siempre fue el
deporte que con especial atención Fidel Castro seguía de manera
personal. Era su moneda de cambio izquierdo.

Los tiempos, al parecer, no han cambiado, a pesar de que ya aquel está
con un pie en el más allá, escribiendo alucinaciones que algunos llaman
reflexión, pero quizás con el otro pie que no está en la tumba aún
pegado al freno de las "reformas" del hermano.

O suerte de ellas.

La destitución, por lo tanto, viene a cubrir un parche que ya se estaba
abriendo con aquel reporte de prensa. Resulta sintomático, no obstante,
que en vez de hacer los cambios que los aficionados cubanos hace rato
reclaman en las calles, al punto de que hasta conocidos comentaristas en
emisiones públicas han expresado sus críticas a las altas autoridades
del deporte, con extensión a las del país, el gobierno castrista solo
hace un cambiazo.

Recurriendo al muy popular "deporte" de barrios: solo "dándole agua" al
dominó.

¿Qué se cambia con esto?

¿Es el presidente "tronado" el culpable de la política de crisis en el
deporte, y el que hoy se sienta en el INDER el instrumentador del cambio?

¿O es sencillamente la curita provisional para ocultar la herida mayor:
la necesidad del cambio drástico en la política nacional del deporte?

¿Qué se espera para la "reforma"? ¿La muerte de "aquel otro"?

El INDER es la herencia del castrismo soviético, de la época en que los
atletas eran la manufactura ideológica de los músculos y la voluntad,
del bate, los puños y las carreras. Es parte de la herencia socialista
de una Europa del Este que ya es historia, y no existe, pero que en Cuba
queda como huella de una época de gloria, cuando se ganaban grandes
titulares en olimpiadas y mundiales, y se daban "vivas" y "gracias" al
"querido…" ya saben quién.

Esa institución también es símbolo de la hipocresía y la doble moral de
un régimen que hablaba de amateurismo siendo en esencia el deporte
cubano profesional, y es quizás la existencia aletargada de su estratega
en jefe lo que, quizás, hace imposible el cambio radical de la política
deportiva.

La afición pide que los atletas cubanos que hoy compiten en clubes y
equipos de las Grandes Ligas americanas en béisbol, o las grandes
estrellas de voleibol, boxeo y tantas otras, puedan conformar los
equipos nacionales y competir por Cuba, el país.

Por Cuba, la nación, no el partido, la ideología y el Gobierno.

La afición pide que se emitan los juegos donde los cubanos emigrados,
escapados, exiliados, como quiera llamárseles, en las televisiones
locales del país, y no tengan que estar acudiendo a ilegalidades,
"paquetes" recreativos del mercado negro, o la captura de las señales
satelitales para disfrutar de sus compatriotas en el mundo.

Es hora, además, de que ese instrumento de extorsión que es el INDER
deje de existir, que el Estado deje de utilizar a los deportistas
cubanos como soldados de un ejército ideológico, y los atletas no tengan
que juramentar por nadie, darle "gracias" a ninguna comandancia, ni que
la burocracia instalada en ese organismo controlador, a "sugerencia del
Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros", sirva de velador
de la cuenta bancaria, y del bolsillo de los atletas, de su vida
personal y de su inteligencia y fe.

El deporte no es patrimonio de un gobierno, sino de un país. No es
patrimonio de un partido, sino de una nación. No tiene ni puede tener
ideología. Desde sus orígenes las olimpiadas, tal como Pierre de
Coubertin las soñó, eran una competencia de los deportistas de todo el
mundo, bajo el signo de la unión y la hermandad.

Todo lo contrario a lo que ha instrumentado el castrismo a través de su
herramienta ideológica: el INDER.

La división, el etiquetado de "desertores" a los deportistas que se
marchan para alcanzar una mejor vida material, y también competitiva, no
es el signo soñado por Coubertin, es la marca divisoria del castrismo.
Esa etiqueta tiene que desaparecer, con el borrado del INDER, y con algo
más.

Las destituciones de hoy se asemejan a las tantas que se han vivido
ayer, siempre. No resuelven nada, porque no son los nombres de rango
menor los creadores de las crisis en el deporte. La sangría de atletas
seguirá existiendo en tanto en cuanto la verdadera y única sustitución
se produzca: la del que establece la política nacional deportiva, hoy
Raúl Castro, ayer el otro.

Lo demás es la simple "agua al dominó" tropical, en la mesa ministerial
del deporte castrista.

Este artículo apareció en el blog Open Cuba.

Source: Agua al dominó | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/deportes/1413532319_526.html

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