Friday, September 5, 2014

Cuba - territorio Android

Cuba: territorio Android
Miles de ingenieros formados en una Isla sin apenas conectividad ven en
las empresas extranjeras su gran oportunidad
ROSA LÓPEZ, La Habana | Septiembre 04, 2014

Es madrugada y todos duermen en el edificio, aunque una luz tenue sale
de la ventana de Misael. "Vivo en La Habana con el horario de
Frankfurt", cuenta este joven que trabaja a distancia con una compañía
alemana que desarrolla aplicaciones para Android. "Este robot verde me
ha dado de comer por años", cuenta mientras señala hacia el simpático
logo del sistema operativo basado en Linux.

Sobre la mesa hay dos computadoras conectadas en red, varias tazas de
café y un cenicero en el que ya no entra un cabo más. Misael tiene
subcontratado a un amigo, graduado, como él, en la Universidad de las
Ciencias Informáticas (UCI). Después de cumplir con el servicio social,
ambos decidieron lanzarse al mercado de las aplicaciones. "Buscaban un
desarrollador que supiera también diseño de interfaz de usuario",
detalla el joven que aún no ha cumplido los treinta años. "No lo pensé
dos veces y dejé mi empleo estatal en un Joven Club de Computación".

Con más de diez mil ingenieros graduados en sus aulas, la UCI se ha
planteado informatizar el país y desarrollar la industria del software.
En sus laboratorios se han formado también los policías informáticos que
censuran sitios webs conflictivos, crean falsos usuarios para apoyar al
oficialismo y denigran a los disidentes en las redes sociales. Sin
embargo, el resultado más importante de la escuela no son sus secuencias
de código ni sus cibercensores, sino el amplio número de sus egresados
que se dedican al negocio privado de las aplicaciones y trabaja a
distancia con firmas extranjeras.

Cuba se ha convertido en una cantera para programadores en lenguajes
como Java. Los más diestros terminan por lograr un contrato en otro
país, pero la competencia es fuerte. Misael, que cobra por cada trabajo
terminado, sabe que lo que hace podría valer más, pero se siente
afortunado por recibir un salario en moneda dura. "Me pagan la mitad de
lo que le darían a un informático en la India pero, ¿qué voy a hacer?",
explica delante de su ayudante, que parece ganar aún menos que él.

Los trabajadores como Misael están protegidos de los inspectores por un
subterfugio legal. "Saqué una licencia de programador de equipos de
cómputo, así que abono mis impuestos y mi seguridad social". No declara
sus verdaderos ingresos, pero sería difícil para las autoridades
controlar cuánto se embolsa cada mes. "Hay días buenos y días malos,
depende de cuántos encargos me hagan. Si logro unos cien euros cada
semana ya me siento tranquilo". Misael no solo vive con el horario de
Alemania, también lleva sus finanzas en moneda europea. "Yo lo veía todo
el tiempo frente a la pantalla y pensé que estaba jugando, pero ahora es
él quien sostiene económicamente la casa", cuenta su madre.

Los gastos para un programador también son elevados. Una conexión ilegal
a Internet supone cien pesos convertibles cada mes, pero no puede
prescindir de ella para enviar el producto terminado y recibir los
pedidos. Si las fechas de entrega se acercan, tiene también que
contratar a otros colegas.

La empresa alemana que contrató a Misael tiene entre sus clientes a
hoteles, aerolíneas, centros culturales y algunos museos. El nombre del
desarrollador cubano no aparece en los créditos de la aplicación y todo
el trabajo se hace en inglés o alemán. Lograr la plaza no fue fácil. "Me
pidieron un currículo y ver mis trabajos anteriores, después tuve que
hacer una entrevista vía Skype... Con lo lentas que están las conexiones
aquí, eso fue lo más complicado". Afortunadamente, el joven logró
conectarse desde una embajada extranjera y hacer su videollamada. Lo
aceptaron de inmediato.

Android se aplatana

Las aplicaciones de Android no solo se desarrollan para clientes
foráneos. Desde 2008, con la ampliación del servicio móvil para usuarios
nacionales, el número de teléfonos inteligentes ha ido en aumento y con
ello la demanda interna. En el mercado informal se puede encontrar, por
ejemplo, la popular aplicación ETECSADroyd, con una base de datos
filtrada desde la Empresa de Telecomunicaciones S.A . Con ella, bastan
unos pocos clics para conocer desde el número de carnet de identidad,
hasta la dirección exacta de cada abonado de telefonía fija y celular.
El listado incluye los datos de Mariela Castro y de las secciones de la
Seguridad del Estado en todas las provincias.

"Un día quise desarrollar una apps sobre el transporte público en La
Habana, pero ¿cómo voy a programar algo así, si nadie sabe los horarios
a los que pasan las guaguas?", se ríe Misael sin dejar de teclear. Él
pertenece a la generación del multitasking, esos que dicen poder hacer
dos y tres tareas a la misma vez.

Son las cuatro de la madrugada y sus jefes ya están en su oficina al
otro lado del Atlántico. "Vamos a ver si les gusta y me pagan esta
aplicación, porque quiero comprarme un Nexus 7". Se refiere a un tablet
desarrollado por Asus con la colaboración de Google y que se ha
convertido en el preciado sueño de muchos programadores del patio.

Los fans de Android se reúnen con frecuencia para hablar de sus logros y
de los últimos trucos de programación. La calle G sirve para contactarse
físicamente, pero siempre terminan en alguna habitación, mirando las
pantallas de sus teléfonos o laptops. Juntos prueban las apps que han
hecho, hacen ingeniería inversa a otras que descargaron de Internet y se
recomiendan programas. La mayoría trabaja con el entorno de desarrollo
Eclipse. Algunos han agregado a sus conocimientos de programación,
nociones en experiencia de usuario para mejorar la navegación y la
usabilidad. Los hay autodidactas y graduados de la UCI, pero no los
diferencia un diploma sino las habilidades que han logrado con la práctica.

"Sueño con visitar la sede de Google y ver los lugares de donde han
salido las versiones Honeycomb, Ice Cream Sandwich, Jelly Bean, Gummy
Bear y la actual KitKat", cuenta Ramiro, uno de los más jóvenes
desarrolladores de aplicaciones que hay en toda La Habana. Lleva un
pulóver negro en el que sobresale una simpática figura de antenas verdes
y ojos avispados. Esto es territorio Android.

Source: Cuba: territorio Android -
http://www.14ymedio.com/reportajes/Tecnologia-Internet-programacion-Android-Google_0_1627637224.html

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