Monday, August 18, 2014

Un carnaval, dos desfiles paralelos

Un carnaval, dos desfiles paralelos
Es el último fin de semana de carnavales en la capital. Los graderíos
para que el público vea el desfile se tuestan al sol, a la espera de "la
noche de los cuchillos largos"
lunes, agosto 18, 2014 | Víctor Ariel González

LA HABANA, Cuba -Viernes, 9:00PM. Montones de gente joven que va al
carnaval va saliendo de todos los barrios hacia las avenidas. Hace un
calor de miedo por estos días de agosto, y aún después de las horas de
sol, la calle irradia un tufo caliente que se pega a todo. Es el último
fin de semana de carnaval.

Las mujeres visten en shorts cortos o licras, muchas con la bandera
norteamericana estampada. Los hombres tampoco sacan mucho trapo. Quienes
viven en el Cerro o La Habana Vieja van a pie hasta donde las fiestas,
porque los ómnibus… ¿para qué esperarlos? Ahora no hay dios que coja
uno, viniendo lleno de San Miguel o Guanabacoa. Hasta los carros se
ponen difíciles.

Se baja hasta Infanta y 23. Allí la fuente del Hotel Nacional no está
funcionando. Mientras las carrozas desfilan por la avenida, otro evento
masivo tiene lugar en este sitio. Cada barrio ha llevado una
representación espontánea y entusiasta a un carnaval paralelo detrás de
los graderíos. Allí están los "guapos" de cada zona, que vienen a
exhibirse y a compartir con el "ambiente". Andan con una cajita de
"Planchao" en la mano, de la cual chupan de vez en cuando un licor
ardiente e indescifrable. En algún lugar esconden una navaja. Miran
alrededor constantemente, con suspicacia y ferocidad. Sus mujeres al
lado, bailando.

Así se ve el carnaval detrás de las cámaras de televisión. Hay un bajo
mundo de rencillas exacerbadas por el alcohol. A veces termina mal, pero
son como gajes de un oficio. Los carnavales son eventos anuales en los
que muchos clanes se encuentran en territorio neutral, y no precisamente
para compartirlo. Convierten la velada en una "noche de cuchillos
largos". La policía anda preocupada y violenta también. El carnaval
paralelo se debe hacer en silencio y así se queda en los medios oficiales.

"Creo que hemos logrado rescatar un poco esta tradición", expresa a la
televisión nacional un funcionario que organiza el evento principal,
aquel que se filma. Sus palabras lo dejan en evidencia, pues "rescatar"
requiere pérdida previa y "un poco" significa casi lo mismo que nada.
Del lado más seguro, entonces, se repiten las mismas carrozas, los
mismos muñecones, los mismos trajes. A todos les falta color, aunque lo
más descolorido son los rostros de tanta gente que intenta por una noche
participar de una alegría común, pero desaparecida.

Ninguno de los del otro carnaval, el silenciado, sabe quizá lo que es
una serpentina.

La suya es una generación de escasez permanente, en la que el espíritu
de fiesta está viciado por otras "diversiones".

Source: Un carnaval, dos desfiles paralelos | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/un-carnaval-dos-desfiles-paralelos/

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