Monday, August 4, 2014

'Sin miedo'. Testimonios de protagonistas de la 'Crisis de los Balseros'

EMIGRACIÓN

'Sin miedo'. Testimonios de protagonistas de la 'Crisis de los Balseros'
AGENCIAS | Miami | 4 Ago 2014 - 6:00 pm

A un mes de que su esposa y su hijo mayor murieran ahogados, Sergio
Perodín no lo dudó y se lanzó nuevamente al mar con su otro hijo hacia
Estados Unidos. Fue uno de los miles de cubanos que protagonizaron la
"Crisis de los Balseros".

"Ya por lo que nosotros habíamos pasado del asesinato (de su esposa e
hijo), no tenía miedo de ningún tipo", dijo a la AFP, en Miami, Perodín,
al recordar los turbulentos días de agosto de 1994, cuando unos 37.000
cubanos salieron de la Isla en precarias embarcaciones.

Su esposa y su hijo de 11 años estuvieron, el 13 de julio de ese año,
entre los 37 muertos del hundimiento del remolcador 13 de Marzo, atacado
por barcos del Gobierno cubano.

Perodín y su otro hijo, Sergio, de 7 años, sobrevivieron asidos a una caja.

Bajo arresto domiciliario por intentar huir en el remolcador, Perodín se
las ingenió en los días siguientes para escabullirse de noche a casa de
un vecino para construir una balsa.

Llegaban rumores de que el Gobierno de Fidel Castro estaba permitiendo
la salida de los balseros, que se aventuraban al mar sobre cualquier
cosa que flotara.

"Se empezó a correr por la población que la policía no se estaba
metiendo, que las costas no estaban vigiladas", recordó Perodín. A
mediados de agosto, abordó la balsa junto a su hijo y otras siete
personas. Una primera tormenta casi los devuelve a Cuba.

"Estuvimos como dos o tres días en el mar, hasta que nos recogieron los
guardacostas americanos y nos llevaron a Guantánamo", dijo Perodín, en
referencia a la base naval estadounidense en Cuba, donde las autoridades
norteamericanas congregaron a las decenas de miles de cubanos que
capturaron en el mar.

Luego de seis difíciles meses por el hacinamiento en la base, en enero
de 1995 Perodín y su hijo fueron enviados a Estados Unidos con un
permiso humanitario por haber estado en la tragedia del remolcador.

Unas semanas más tarde llegarían también a Florida Sergio Lastres y su
esposa Elsa, con el recuerdo fresco de su aciaga aventura en el mar, que
estuvo muy cerca de terminar en muerte.

Tras un primer intento fallido, la pareja salió el 12 de agosto de 1994
con otras 16 personas en una rudimentaria balsa hecha con tubos de
aluminio y un motor de tractor.

Al tercer día de navegación, luego de soportar fuertes tormentas que los
dejaron sin comida y con la balsa maltrecha y sin motor, los pasajeros
se desesperaron.

"Cundió el pánico. La balsa se estaba hundiendo, llegó la
desorganización, algunos querían virar (regresar)", narró a la AFP el
pintor Lastres en su casa/taller de Miami. "Sabíamos que si ese día no
nos recogían, nos íbamos a hundir".

Tras el pánico, con el agua ya por la cintura, ganó la resignación.

"Todo el mundo se quedó aislado y yo me sentí mal", recordó Lastres.
Dijo que pensó que los tres hijos que él y su esposa habían dejado con
familiares en Cuba serían huérfanos.

"Yo que no soy muy religioso, me puse a pedirle a la Virgen de la
Caridad del Cobre que nos salvara. Y sentí un ruido, pensé que era
alucinación".

Aviones de la organización anticastrista de Miami, Hermanos al Rescate,
los habían avistado: la ayuda estaba en camino.

Desde la cubierta del barco de la armada estadounidense que los rescató,
Lastres y su esposa vieron cuerpos flotando de personas que quedaron a
medio camino en su intento de cruzar el estrecho de 150 km, infestados
de tiburones, que separa Cuba de Estados Unidos.

Tras ocho meses en Guantánamo, la pareja llegó a Miami a comenzar una
nueva vida.

"Hemos sido muchísimo más felices. Hemos ido trayendo a toda la familia.
Nos queda nada más que una hija y dos nietos" en Cuba, dijo Elsa.

"Valió la pena, pero si tú me preguntas si lo volvería hacer de esa
forma, no te digo ni que no ni que sí. Porque tuvimos suerte pero otras
personas no, se ahogaron", señaló Lastres, a punto de inaugurar una
exhibición individual, y cuyas obras siempre tienen referencias marinas.

Agradecido también está Sergio Perodín. Su hijo se graduó de arquitecto
el año pasado.

"Nos ha ido bastante bien. Este país es lo más grande del mundo para mí,
nos abrió la puerta", dice.

En 1995 llegaron finalmente a Estados Unidos de Guantánamo el resto de
los balseros que huyeron durante las semanas de la crisis, que se zanjó
con nuevos acuerdos migratorios entre Washington y La Habana.

"Cada ola de inmigrantes tiene su propio impacto. Trae sus aportes y sus
incongruencias sociales, pero al final todo coge su nivel, y mucha de
aquella gente que entró, ahora son profesionales, trabajadores, médicos,
ejecutivos de grandes empresas acá", dijo a la AFP Ramón Saúl Sánchez,
presidente del anticastrista Movimiento Democracia.

Source: 'Sin miedo'. Testimonios de protagonistas de la 'Crisis de los
Balseros' | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1407168018_9800.html

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