Monday, August 4, 2014

Las fotos 'mágicas' de las dictaduras

Las fotos 'mágicas' de las dictaduras
CLIVE RUDD FERNÁNDEZ | Londres | 4 Ago 2014 - 10:15 am.

La historia de la revolución cubana, igual que la de otras dictaduras,
está llena de fotos recortadas.

Las fotografías capturan momentos y los anclan en el tiempo. Con el paso
de los años, las transformaciones que las fotos experimentan consisten,
invariablemente, en el deterioro de los materiales que las componen. Los
químicos sobre el papel pierden rigor y los matices se tornan
amarillentos. El papel, por su parte, también sufre decadencia y, en
dependencia de su calidad, comienza un proceso de muerte lenta que puede
terminar desfigurando la instantánea.

Pero muchas de las fotografías que han capturado el proceso
revolucionario cubano han experimentado una transformación diferente. Es
un proceso de transformación que tiene que ver mas con la magia que con
la química: muchos de sus personajes desaparecen.

Unos de los primeros en desaparecer fue el comandante Huber Matos en una
de las imágenes más icónicas de la revolución. La foto que fuera una de
las más divulgadas de la columna rebelde entrando en La Habana fue
tomada por Luis Korda. Como en aquellos tiempos las herramientas de
edición de fotos eran algo primitivas, se echó mano de la siempre
certera y segura tijera. Y, en un momento dado, la imagen de Huber Matos
fue recortada como una cuquita. Matos había pasado de ser maestro y
patriota, a comandante, y a sedicioso condenado a 20 años por traición.
Desde ese momento comenzó el trabajo de degradación de su imagen.

En la foto de la entrada en La Habana estaban, de izquierda a derecha,
Camilo, Fidel y Huber. El producto final quedó con solo dos
fotografiados: Camilo y Fidel. La imagen se encogió un poco, pero aún
funcionaba para la propaganda del máximo líder. [Ver imágenes en la
galería debajo de este artículo]

Por supuesto, como nadie se atrevía a cortarle ni un átomo de la camisa
de Fidel nos ha quedado en la imagen manipulada, que circuló durante
muchos años en la prensa oficialista, un pedazo de la ametralladora de
Huber para recordamos el fantasma que se resigna a desaparecer.

Junto con Huber Matos se sumaron a la lista de desaparecidos
fotográficos Eloy Gutiérrez Menoyo, Aníbal Escalante, Pedro Díaz Lanz,
Carlos Franqui, Guillermo Cabrera Infante, Mario Llerena, Heberto
Padilla, Ernesto Betancourt, Norberto Fuentes, Alcibíades Hidalgo y un
largo etcétera. La lista se extiende e incluye compañeros de armas,
periodistas, consejeros económicos, antiguos miembros fundadores del
Partido Comunista o del Partido Ortodoxo donde militaba Fidel Castro.

El resultado en casi todas las instantáneas es el mismo, se encogen.
Igualmente aparecen espacios en blanco donde antes estaba la imagen del
indeseado. En la nueva composición uno o varios de los fotografiados
desaparecen y con ellos parte de la historia de la revolución y de sus
protagonistas.

Otra de las alteraciones que durante los años el público ha detectado es
la desaparición de Carlos Franqui. El "crimen" de Carlos Franqui fue tal
vez su profesión. Como periodista y director del periódico Revolución,
se fue distanciando poco a poco de la revolución hasta que finalmente se
produjo una ruptura formal en 1968, cuando firmó una carta condenando la
invasión soviética a Checoslovaquia. Desde esa época su imagen se ha
esfumado del álbum revolucionario de Fidel.

Las prácticas de manosear las imágenes de la revolución han incluido
instantáneas desde el comienzo de la revolución hasta épocas recientes,
como el escándalo cuando la agencia de prensa AP descubrió que le habían
distribuido fotos retocadas para esconder la prótesis auditiva detrás de
una oreja de Fidel.

Pero esta fascinación por reinventar la historia a su manera no una
innovación de los líderes de la revolución cubana. Tanto Mao Tse-Tung
como Josef Stalin eran muy conocidos por sus trabajos a la hora de
rediseñar el pasado.

Stalin condujo con frecuencias purgas dentro del Partido Comunista y el
ejército para eliminar cualquier vestigio de oposición o disidencia
interna. Y, al final de cada una de las purgas, donde sus víctimas casi
siempre terminaban fusiladas, comenzaba un proceso de adulteración
fotográfica.

Nikolái Ivánovich Yezhov fue un político ruso y hombre de confianza de
Stalin que llegó a la cúspide como Comisario del Pueblo de Asuntos
Interiores. Durante su ejercicio como comisario de Interior, cientos de
miles de personas fueron ejecutadas y millones detenidas en las campañas
de represión. A finales de 1939 fue acusado de espionaje en favor de
Alemania, Gran Bretaña, Polonia y Japón; de dirigir una conspiración
para preparar un golpe de Estado, de organizar algunos asesinatos y de
sodomía. El 2 de febrero de 1940 fue fusilado. Ni la prensa ni la radio
informaron sobre el juicio y la ejecución. Su imagen desapareció poco a
poco de todas las fotos de la revolución rusa.

Otro caso muy conocido es el de Po Ku (Ching Pang-hsien), que fue un
opositor dentro del Partido Comunista chino, quien junto con Wang Ming
(Chen Shao-yu) tenían una línea de dirección algo divergente a la de
Mao. Cuando Mao se hizo con el control total del partido descalzó a Po
Ku de todo poder y de su participación en el pasado.

Otros dictadores como Adolf Hitler y Benito Mussolini han sido de los
más prolíficos en el arte de la transformación fotográfica, que han
jugado a adulterar la historia para evitar revisitar a antiguos
compañeros de aventuras políticas caídos en desgracia.

Las dictaduras necesitan crear un mito alrededor del máximo líder, del
comandante supremo, del guía infalible, pero la realidad y la vida los
traiciona porque para llevar a cabo sus "proezas", sus "hazañas épicas"
se tienen que rodear de seres humanos que cometen errores o simplemente
se atreven a disentir. Estos seres humanos que ya no sirven a la causa y
empañan la imagen del "proyecto supremo" deben desaparecer.

A la larga, los avances en la preservación de la imagen impresa han
logrado recuperar muchas fotos viejas en las que un matiz amarillento
amenazaba con aniquilar su contenido. Muchas de ellas han retornado casi
intactas.

Los falsificadores de la historia que, con gran habilidad y dedicación
han tratado de "perfeccionar" momentos incómodos usando el sortilegio de
la edición, se han encontrado con otra magia inesperada. Las imágenes
tienen su propia vida y se resisten a ser amputadas. Los originales
siempre regresan.

Source: Las fotos 'mágicas' de las dictaduras | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1407140153_9789.html

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