Tuesday, August 19, 2014

La oposición debe aspirar a ser gobierno

La oposición debe aspirar a ser gobierno
¿Cómo "complementar la agenda de reformas del gobierno", si sus medidas
son cada vez más mezquinas, absurdas y antipopulares?
martes, agosto 19, 2014 | Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba -En "Los dilemas de la lealtad", publicado el pasado 28
de julio en www.cubaencuentro.com, Leiner González, ex editor de Espacio
Laical, explica a qué se refiere cuando habla de "oposición leal".
Escribe González: "El término oposición leal es polémico, pues en la
historiografía y la literatura académica ha estado vinculado a
experiencias políticas donde la "lealtad" venía dada por un acotamiento
racional, por parte de élites en sistemas políticos autoritarios, de la
influencia de determinados grupos subalternos para la detentación del
poder y la transformación de la realidad. Esa oposición servía, en
muchos casos, para enmascarar la verdadera identidad de esos regímenes y
vender la imagen de un sistema pluralista y abierto".

Uno no puede menos que preguntarse si no es exactamente así en el caso
que nos ocupa. Lenier González aclara que los primeros que usaron el
término no fueron él o su colega Roberto Veiga, sino Arturo López-Levy,
que no me canso de repetir que es lo más parecido a un agente de
influencia castrista en el mundo académico norteamericano, y Rafael
Hernández, el director de la revista Temas, hábil manipulador de los
debates del Último Jueves, que más que debate son un simulacro, donde
para hacer alguna crítica, se habla el más ambiguo e hipócrita de los
lenguajes.

Lenier González apela a ser leales a "un conjunto de actitudes que
favorezcan la despolarización del campo político cubano" y "al núcleo de
ideas que dan fundamento al nacionalismo revolucionario
cubano".Nacionalismo revolucionario. Trago en seco siempre que oigo
hablar en pleno siglo XXI de esas trasnochadas supercherías patrioteras
decimonónicas que tanto daño le han hecho a nuestra nación.

La lealtad a ese núcleo de extemporáneas ideas puede explicar lo
comprensivo que se muestra Lenier González con un régimen que acusa de
anexionista y vende-patria a todo el que se le oponga, a la vez que se
muestra más plattista que Orville Platt al condicionar las libertades y
los derechos humanos de su pueblo a la modificación de las leyes de un
gobierno extranjero, o todavía en amistad eterna con el ectoplasma de la
difunta URSS al nostálgicamente concertar alianzas con el putinesco
imperialismo ruso a costa de poner en peligro la seguridad nacional.

Nada que objetar al razonamiento de Lenier González de que cada ser
humano lleva dentro de sí un fragmento de la Verdad, y que "el otro no
debe ser visto como un enemigo que debe ser aniquilado, sino solo como
un adversario con el cual resulta legítimo tener tensiones y
discrepancias, y con el cual existe el imperativo de tejer consensos,
siempre y cuando sea posible."

Solo que la "sana tensión democrática con el adversario" no se percibe
ni remotamente por parte del régimen, con su policía política y sus
porristas y chivatos de las brigadas de respuesta rápida. Precisamente
eso es lo que hace que a los opositores nos resulte tan difícil hablar
en tono sosegado. Es que aprendimos a hacernos escuchar en los calabozos
o en medio de los insultos, en los actos de repudio.

En los eventos de ASCE donde ha participado, como el celebrado hace unos
días en el Hotel Hilton de Miami, Lenier González, abrumado por tantos
disidentes, siempre echa de menos la presencia de "los otros sectores de
la sociedad civil cubana, esos que representan el espectro oficial y a
la sociedad civil no opositora".

Sería bueno que Lenier González se relacionara con más opositores, a ver
si comprueba que no abundan entre ellos los que confieren prerrogativas
al gobierno norteamericano sobre los asuntos de los cubanos ni los que
amenazan con el aniquilamiento a sus adversarios, como sí hace el régimen.

Resulta casi una abstracción la "despolarización del campo político"
para lograr un futuro más pleno y justo. ¿Cómo hacemos? ¿Echamos más
agua a la sopa? ¿O maicena, para que luzca más espesa? El mantenimiento
de una dictadura paternalista o la oligarquía protocapitalista con
discurso socialista con que quieren reemplazarla, no tiene que ser el
único modo de que los cubanos disfruten de "un estado de bienestar con
meseta mínima para las mayorías y el mantenimiento del acceso universal
y gratuito a los servicios públicos". Aspiramos a eso y más, pero sin
renunciar a nuestras libertades.

¿Cómo "complementar la agenda de reformas del gobierno", si sus medidas
son cada vez más mezquinas, absurdas y antipopulares?

Con su actitud, Lenier González, a quien tan caro le es el nacionalismo
revolucionario, recuerda más a los reformistas y autonomistas del siglo
XIX que a los mambises. Los opositores no optan por la tea incendiaria
ni el toque a degüello. Pero sí aspiran al poder. Dejemos los paños
tibios y las carnadas para bobos: una oposición, si es tal, debe aspirar
a ser gobierno. Si se le pone apellido, entonces la oposición toma otro
nombre. Y puede ser bastante feo. Máxime cuando se invocan tantas lealtades.

luicino2012@gmail.com

Source: La oposición debe aspirar a ser gobierno | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/la-oposicion-debe-aspirar-a-ser-gobierno/

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