Monday, August 18, 2014

El martirio de Payá

Minint, Payá, Represión

El martirio de Payá
Quienes favorecen la tesis del asesinato de Payá tienen ahora dos
automóviles para escoger: el Lada rojo de Abra(h)antes o el auto azul de
Carromero
Arnaldo M. Fernández, Broward | 18/08/2014 1:15 pm

Oswaldo Payá Sardiñas (1952-2012) abogó por otra Cuba mejor y arrostró
por décadas la represión política sin cárcel del castrismo, pero no es
mártir de asesinato de Estado, sino del abuso desalmado, por Ángel
Carromero y otros, de la tragedia que sobrevino al aventurarse Payá
desde La Habana hasta Oriente en un Hyundai Accent, conducido por
Carromero, quien andaba de estreno como turista por los campos de Cuba y
rodó más de 650 kilómetros en menos de 8 horas, con tres paradas, antes
de toparse con un tramo en reparación y mal señalizado de la carretera
Las Tunas-Bayamo.
Ahora apareció el desertor Ortelio Abra(h)antes, quien declaró en
Bahamas ser "mayor en la Dirección de Contrainteligencia (DCI) del
MININT" y haber oído a colegas suyos contar en una fiesta cómo murió
Payá: "agentes de DCI de la provincia de Holguín [que] conducían un Lada
rojo modelo 2107 habían tratado de parar el vehículo de Carromero para
registrarlo y en lugar de eso provocaron que se estrellara". Eso sí que
es noticia.
La contra inteligencia del MININT habría montado, contra toda
inteligencia, un operativo de detención y registro de un vehículo en la
provincia Granma con agentes de otra provincia, casi ocho horas y
setecientos kilómetros después que el objetivo saliera de La Habana. Y
esos agentes habrían sido tan, pero tan malos, que no pudieron practicar
una diligencia tan sencilla sin causar colisión. Así y todo, lo mejor
del caso es la percepción de colores.
Daltonismo informativo
Carromero declaró: "Cuando pasamos los límites provinciales, el vehículo
que nos seguía cambió. Finalmente, era un viejo Lada de color rojo. Y
luego otro auto, más nuevo, apareció y comenzó a acosarnos (…). Me
dijeron que tenía que ser de "la Comunista", porque tenía una placa azul
(…) Oswaldo me dijo que no me detuviera si ellos no nos lo indicaban o
nos forzaban a hacerlo. Conduje con cuidado, sin darles razón alguna
para detenernos. La última vez que miré por el espejo, me di cuenta de
que el auto se había acercado demasiado y de repente sentí un impacto
estruendoso por detrás" (The Washington Post, marzo 5, 2013).
Vamos a olvidarnos de que ningún cubano se refiere a un auto con chapa
azul como de "la Comunista". Lo que no debe olvidarse es que Carromero
describió también ese otro auto más nuevo que causó la colisión: "Un
vehículo azul comenzó a perseguirnos. Oswaldo me dijo: ´Son de la
comunista´. El coche nos embistió por detrás y nos sacó de la calzada"
(El Mundo, mayo 8, 2013). Así que la bandería partidaria del asesinato
de Payá tiene que escoger ahora con cuál de las dos mentiras quedarse:
el Lada rojo de Abra(h)antes o el auto azul de Carromero.
Abierto por lluvia
Según El Nuevo Herald, el desertor agregó que "el MININT recompensó a
los agentes con medallas y ordenó que el Lada fuera destruido para
borrar toda evidencia de un choque de dos vehículos". Eso es otro
notición: el MININT habría condecorado por meter la pata en una
diligencia de rutina y, además, mandado a destruir el Lada para suprimir
la evidencia de colisión, como si tal evidencia no hubiera quedado
también en el Hyundai Accent, del cual se mostraron fotos por los cuatro
costados sin hayan podido desmentirse por la CIA ni por MI-5.
El agregado de policía de la embajada de España en Cuba, Vicente
Cuesta-Macho, viajó a Bayamo, habló con Carromero en el hospital e
inspeccionó personalmente el Hyundai Accent. No encontró indicio alguno
de otro auto involucrado en el accidente. A la pregunta de si había
pedido "un peritaje sencillo del parachoques", Carromero respondió que
sí, "pero [que] no se concedió ninguna prueba a mi defensa" (Diario las
Américas, abril 3, 2014). Ni José María Viñals, coordinador de la
defensa de Carromero por encargo del bufete madrileño Lupicinio
Abogados, ni su asistente, ni la abogada cubana Dorisbel Rojas ni su
asistente, pese a reunirse a solas con Carromero, recibieron jamás —ni
siquiera por escrito en papelito (para evitar ser escuchados)— esta
solicitud de prueba, pero sí solicitaron otras pruebas periciales que se
practicaron tras ser admitidas por las autoridades.
Desde luego que es mejor no tirarle un vistazo al expediente de la
defensa de Carromero en Madrid ni entrevistar a Cuesta-Macho ni a Viñals
ni a su asistente para reportar en profundidad, porque entonces tendría
que cerrarse el circo de Carromero y la función tiene que seguir con
lluvia de mentiras. Detrás de Ortelio pueden desertar los chóferes del
Lada rojo y del auto de "la Comunista", el agente que clavó una
jeringuilla en la ingle a Payá y cualesquiera otros que vengan a seguir
martirizándolo post mortem.
Coda
Carromero ni siquiera fue perseguido de Las Tunas a Bayamo. El
reglamento del MININT prescribe seguir de continuo en zona urbana; en
zona rural se fijan puntos de control que avisan por radio el paso del
objetivo. Es algo tan elemental que la bandería partidaria del asesinato
de Payá no alcanza a comprenderlo. Desde que Carromero salió de Las
Tunas y enrumbó a Bayamo, el seguimiento continuo se suspendió, ya que
por delante no había más pueblo que el villorrio Vado del Yeso ni más
entronque que a Cauto Embarcadero. Si acaso un infante avisó en uno y
otro punto mientras un patrullero esperaba en Bayamo para reiniciar el
seguimiento continuo. Porque lo que sí estaba claro es que Payá y sus
acompañantes salieron de La Habana a hacer cualquier cosa menos alzarse
en el monte.

Source: El martirio de Payá - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/el-martirio-de-paya-319841

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