Monday, August 4, 2014

Cuba y los demócratas inútiles

Publicado el lunes, 08.04.14

ALEJANDRO ARMENGOL: Cuba y los demócratas inútiles

En cuanto a enfrentar al régimen de La Habana, la actual administración
demócrata ha hecho poco, mal y cada vez de forma más torpe. El último
ejemplo es una información publicada en este mismo periódico hace pocos
días.

Un grupo de 12 periodistas independientes cubanos están en Miami para
tres semanas de entrenamiento, gracias a una subvención de $600,000 del
Departamento de Estado.

Entre los periodistas independientes beneficiados con el programa se
encuentran una dentista, un ex ordeñador de vacas, un ex estudiante de
leyes, una enfermera, un químico, un ex trabajador de una imprenta y un
ex teniente coronel del Ministerio del Interior. Salvo la última, todas
profesiones muy honorables.

Las interrogantes surgen a la hora de considerar si vale la pena gastar
más de medio millón de dólares, en este tipo de entrenamiento tan breve,
y no dejar que cada cual aprenda la práctica del oficio por su cuenta,
como han hecho otros periodistas independientes cubanos con anterioridad
y como ocurre en todas partes del mundo. También vale preguntarse si las
universidades estadounidenses van a convertirse en receptoras de fondos
gubernamentales, a cambio de cursos de corta duración cuyos resultados
no dejan de ser una interrogante.

Porque tras la reforma migratoria del gobierno de Raúl Castro se ha
creado la tendencia al desarrollo de una disidencia viajera, que ha
logrado ampliar sus horizontes internacionales, al tiempo que ha visto
reducida su influencia en la isla.

"Los opositores cubanos pudieron viajar libremente al exterior en 2013
por primera vez en medio siglo, favorecidos por la reforma migratoria
del gobernante Raúl Castro, pero perdieron protagonismo en la isla,
alejados de los problemas cotidianos de la gente", informaba un cable de
la Agence France Presse a finales del pasado año en este mismo periódico.

"En Cuba prácticamente no hubo expresiones opositoras en 2013, a
diferencia de los años previos, cuando huelgas de hambre, ocupaciones de
iglesias y otras protestas causaron dolores de cabeza al gobierno
comunista. Las excepciones fueron las marchas dominicales de las Damas
de Blanco (grupo formado por esposas de expresos políticos), que están
autorizadas desde 2010, y las publicaciones de algunos blogueros en
Internet", agregaba la nota de la AFP.

Por supuesto que los opositores cubanos tienen derecho a viajar al
exterior y elegir las tácticas y estrategias que consideren más
adecuadas a la hora de hacer valer sus criterios. A ello hay que agregar
que son perseguidos, golpeados y detenidos injustamente. Casi no es
necesario añadir –aunque es bueno decirlo para despejar cualquier duda
al respecto– que cuando estas acciones represivas ocurren deben ser
denunciadas ampliamente. No debe haber duda que su proyección
internacional –y los viajes contribuyen a ello– actúa en cierto sentido
como una forma de amparo y hasta incluso protección, si ello es posible
en un sistema totalitario.

Pero de reconocer todo lo anterior, a colocarlos en una especie de "urna
de cristal" va una gran distancia. De apoyar su lucha a catalogar
cualquier crítica que se les haga como un afán de desprestigiarlos no es
más que tratar de opacar la distancia que hay entre el ejercicio de la
verdad –que es en resumidas cuentas el afán del periodismo
independiente–y la simple complacencia, el padrinazgo y la demagogia.

No deja de existir una prepotencia imperial en ese afán de Washington de
inculcar conductas, enseñar técnicas y repartir documentos como la
Declaración de Derechos Humanos a los cubanos, como si el problema de la
falta de derechos en la isla se redujera a un asunto de analfabetismo.
No deja de ser paradójico que la Casa Blanca se empeñe en pagarle el
adiestramiento a un periodista independiente –antes teniente coronel del
Ministerio del Interior– que se dedica a repartir "su boletín entre las
autoridades del Partido Comunista y el gobierno de su localidad".

Podemos entonces considerar que los funcionarios del Partido y el
gobierno actúan de esa manera por falta de lecciones de democracia e
informaciones de lo que pasa en el país, que ahora parece brindarles
alguien que recorrió un largo trecho dentro de las fuerzas represivas
antes de dedicarse a esta encomiable labor. No es negar el derecho a
rectificar, pero una rectificación pagada en una universidad
estadounidense es otra cosa.

Sin embargo, más allá de la crítica ocasional al enfoque de ciertas
conductas de los opositores, lo realmente significativo es cuestionarse
los fines y propósitos de los gobiernos que posibilitan –y, ¿por qué no
decirlo?– financian esa conducta. Aquí en primer lugar hay que
cuestionarse la estrategia de Washington, no solo en cuanto a sus
objetivos sino en lo que respecta a los medios de financiamiento. Y en
este caso la administración demócrata desde hace tiempo viene
despilfarrando el dinero de los contribuyentes en programas de ayuda a
la oposición en Cuba que solo sirven para decir que se hace algo en
favor de la libertad de Cuba, cuando la realidad es que no se hace nada.

Source: ALEJANDRO ARMENGOL: Cuba y los demócratas inútiles - Opinión -
ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/08/04/1811787/alejandro-armengol-cuba-y-los.html

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