Sunday, July 13, 2014

Río Canímar una masacre que está casi olvidada

Publicado el domingo, 07.13.14

Río Canímar una masacre que está casi olvidada
14YMEDIO

La Habana -- El pasado 6 de julio se cumplieron 34 años de la masacre
del río Canímar, a poca distancia de las playas de Varadero, meca del
turismo internacional. Ese día del año 1980, tres jóvenes secuestraron
una embarcación con capacidad para 100 pasajeros, el XX Aniversario, que
hacía excursiones en ese río.

Los hermanos Silvio y Sergio Aguila Yanes, de 18 y 19 años, junto con
Ramón Cabeiro, de 15 años, se apoderaron del barco con la intención de
huir de Cuba rumbo a Estados Unidos. Sergio, que cumplía el Servicio
Militar Obligatorio, había sustraído armas de fuego para la operación.

Al apoderarse de la embarcación, los jóvenes gritaron "¡A Miami!" en
medio de las exclamaciones de aprobación por parte de muchos de los
sorprendidos pasajeros. Uno de los guardias de seguridad resistió,
disparando contra los jóvenes. Quedó herido cuando éstos devolvieron el
fuego. Preocupados por su estado, los jóvenes lo colocaron en un
botecito para que regresara a tierra junto con otro pasajero que tampoco
quería irse. El XX Aniversario se dirigió hacia el mar mientras los
otros dos llegaban a tierra y alertaban a las autoridades.

Julián Rizo Alvarez, secretario del Partido Comunista de la provincia de
Matanzas, se hizo cargo de la persecución. Según cuenta en su libro Los
hijos del enemigo el escritor Norberto Fuentes, excolaborador de Fidel
Castro, Rizo convirtió un restaurante local en puesto de mando, con
teléfonos directos a la oficina central del Partido y a Fidel Castro,
que le dio órdenes explícitas de que no se podía permitir que el barco
escapara. Despachó dos lanchas rápidas de la Marina con órdenes de
evitar la fuga y hundir la embarcación si fuera necesario. Las lanchas
patrulleras abrieron fuego contra el XX Aniversario y los jóvenes
respondieron. Como resultaba difícil hundir la embarcación, hecha de
fibra de cemento, las patrulleras se retiraron. En cubierta quedaron
varios pasajeros muertos y heridos. Entonces, un avión de la Fuerza
Aérea sobrevoló la nave. Algunos padres cargaron en alto a sus hijos con
la esperanza de evitar un ataque, pero éste regresó y abrió fuego,
hiriendo y matando a más personas.

Apareció entonces un enorme barco, de uso industrial, que embistió el XX
Aniversario. Poco antes de llegar a las aguas internacionales, los
agresores lograron hundirlo y continuaron disparando contra los
sobrevivientes que habían caído al mar, repleto de tiburones atraídos
por la sangre. Silvio Aguila Yanes se tiró al agua para ayudar a los
sobrevivientes que se estaban ahogando. Según las informaciones
recopiladas, sólo llegaron a tierra diez sobrevivientes.

Hay dudas sobre la suerte que corrió Sergio Águila. Según Norberto
Fuentes, se suicidó después de gritar: "¡Los comunistas no me cogerán
vivo nunca!". Sin embargo, otras fuentes aseguran que la tripulación de
las lanchas de la Marina lo sacó del agua, posiblemente con vida aún.
Silvio Aguila y Ramón Cabeiro recibieron una sentencia de 30 años de
cárcel. Cumplieron una larga condena en la cárcel habanera Combinado del
Este, donde testigos informaron que se les sometió a torturas con drogas
psicotrópicas. Con el tiempo, ambos fueron puestos en libertad y viven
ahora en el exilio. Otros tres jóvenes que sabían del plan o ayudaron a
planificar la fuga recibieron sentencias de dos a tres años de cárcel.
Además, a los cinco jóvenes se les confiscaron todos sus bienes.

El gobierno cubano alega que el hundimiento fue un accidente que ocurrió
cuando la embarcación chocó con el barco más grande debido a la fuerza
del oleaje. No se sabe si se recuperaron cadáveres, ya que ninguno fue
devuelto a los familiares. La única víctima que tuvo un funeral fue uno
de los guardias que en realidad fue muerto por los atacantes. Murieron
56 personas, pero nunca hubo una declaración oficial sobre el número de
víctimas. Entre los niños asesinados se encuentran Lilian González
López, de 3 años, Marisol Martínez Aragonés, de 17, Osmanly Rosales
Valdés, de 9, y Marisel San Juan Aragonés, de 11.

A los sobrevivientes se les ordenó guardar silencio y se les prohibió
reunirse, bajo amenaza de someterlos a juicio como cómplices del
secuestro. Por años, los agentes de la seguridad del Estado vigilaron
sus actividades, mientras se les ofrecían televisores y otros
electrodomésticos generalmente reservados para altos funcionarios del
gobierno.

* Con información de ArchivoCuba.org Cuba: Masacre en el Río Canímar del
6 de julio de 1980. Al menos 56 víctimas de un intento de fuga

Source: Río Canímar una masacre que está casi olvidada - Cuba -
ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/07/13/1798003/rio-canimar-una-masacre-que-esta.html

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