Wednesday, July 9, 2014

Rezar - lo que sucede escapa a tu control

"Rezar: lo que sucede escapa a tu control"
El mar es como una lotería. Te la puedes sacar o, como la mayoría de las
veces, fracasas. En el peor de los casos, la muerte
miércoles, julio 9, 2014 | Alejandro Tur Valladares

CIENFUEGOS, Cuba. – Basta que alguien conocido logre el sueño de poner
sus "pies secos" en Estados Unidos, para que otros compatriotas
contraigan "la fiebre del balsero".
Lo que acontece desde principios del actual año en los poblados
contiguos de Guao, Guabairo y Pepito Tey, de la ciudad de Cienfuegos,
constituye un buen ejemplo de lo anterior.

Un pequeño grupo de estos vecindarios tocó recientemente tierra
estadounidense luego de una semana en una frágil embarcación propulsada
por vela y remo. Tras ellos se lanzaron a la mar, buscando el éxito o la
muerte, otros que dicen estar decepcionados de su vida en Cuba. Se
rumora que otros en la zona se alistan para emprender la peligrosa aventura.

Ahora mismo, algo más de una docena de individuos oriundos de la región
se encuentran retenidos en las Bahamas esperando para ser regresados a
Cuba. Algunos de ellos ya tienen más de un intento, lo que me lleva a
concluir que el fracaso no le amaina el deseo, por el contrario, les
robustece la determinación de alcanzar la meta anhelada.

Mucho se ha hablado de las salidas marítimas desde Cuba hacia los
Estados Unidos, de las implicaciones humanas, legales, o políticas que
le acompañan, pero poco espacio se ha dedicado a describir las
interioridades de una salida ilegal.
Interesado en conocer más detalles entrevisté a Juan de Dios Medina
Vázquez, quien probó suerte infructuosamente en tres ocasiones. En la
última travesía estuvo a punto de perder la vida, por lo que ha jurado
que nunca más lo intentará.

Cubanet- ¿Cómo te involucraste en las salidas ilegales?

Juan de Dios Medina- Lo primero que llega son los comentarios. Alguien
se te acerca y te murmura que tus amigos del barrio probaron suerte y
llegaron sin contratiempos. Al principio no le das mucho crédito, pero
después empiezas a imaginarte en una de aquellas barcazas confeccionadas
con cámaras de camión y poliespuma divisando territorio yanqui en el
horizonte. A la semana de estar jugando con la idea en la mente la
empresa te parece posible y hasta poco arriesgada.

Cubanet-¿Qué pasa entonces?

JDM – Que te da por comentárselo a otros. En el afán por ganar adeptos
para la causa todo lo relativizas. El mar no es tan bravío, los
guardacostas son medio distraídos, y 90 millas náuticas son nada. Para
contrarrestar los temores de quienes intentas convencer, les cuentas
todas las sandeces que has escuchado por ahí y que ni tú mismo te crees;
todo vale, lo importante es que te sigan.

Cubanet- Ya tienes el grupo. ¿Cómo hacen para construir la embarcación?

JDM – Va a depender del dinero con que cuentes. Si tienes una cantidad
adecuada, digamos mil o dos mil dólares, puedes construir un bote
plástico o de aluminio y poner un motor de carro, preferiblemente de
petrolero.

Cubanet- ¿De dónde sacan los materiales?

JDM – El bote plástico se construye a partir de una esperma y tela
especiales. Untas la esperma sobre la tela y cuando ésta se orea se
endurece hasta formar una capa plástica. Ambos productos se consiguen en
el mercado negro procedente del astillero. El bote de aluminio se
construye a partir de tubos de regadío. Estos se rajan a lo largo de la
tira cilíndrica, luego se aplanan. Las láminas que se logran por medio
de este procedimiento pueden alcanzar los 10 metros de largo por 50
centímetros de ancho. Luego construimos el esqueleto con tubos de agua y
cabillas y las láminas las remachamos. Tapamos las hendijas con guata de
colchón y chapapote.

Cubanet- Ya tienes grupo y embarcación. ¿Cómo lo transportan hasta la
playa sin que lo detecte la policía?

JDM- Esta es la parte más difícil. La mayoría fracasa en esta fase. Para
lograrlo se contrata un camión de gran tamaño que posea baranda alta.
Esto permite enmascarar el bote. A la hora de hacer el recorrido por
carretera hasta la costa se habilita un auto que va delante del camión a
una distancia prudente. Si se observa algún peligro se le avisa por
celular al camión para que retroceda o se desvíe de la ruta. Superada
esta prueba, sólo resta ir hasta el lugar previamente escogido y echar
la embarcación a la mar, siempre de noche, para evitar ojos indiscretos
mirando al mar que puedan denunciar la salida ante las autoridades.

Cubanet- Bien, llegaste al mar. ¿Qué sigue?

JDM- Rezar, lo que suceda en lo adelante escapa a tu control. El mar es
como una lotería. Te la puedes sacar o, como sucede la mayoría de las
veces, fracasas y en el peor de los casos la muerte. Uno se obsesiona;
te digo que lo intenté tres veces, la última estuve a punto de ahogarme.
No creo que pruebe otra vez.

Source: "Rezar: lo que sucede escapa a tu control" | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/rezar-lo-que-sucede-escapa-a-tu-control/

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