Saturday, July 12, 2014

Ochoa - 25 años y más cuentos

Ochoa, Narcotráfico, Fidel Castro

Ochoa: 25 años y más cuentos
Para fusilar a Ochoa y tres coacusados, la corte militar tuvo que
convalidar una pirueta del fiscal, pues el Código Penal no imponía
entonces pena de muerte por narcotráfico
Arnaldo M. Fernández, Broward | 11/07/2014 5:53 pm
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La causa penal contra el general Arnaldo Ochoa, su ayudante y varios
oficiales del Ministerio del Interior (MININT) ha generado tantos
cuentos que su clave jurídica degenera: para fusilar a Ochoa y tres
coacusados, el 13 de julio de 1989, la corte militar tuvo que convalidar
una pirueta del fiscal, pues el Código Penal (1987) no imponía entonces
pena de muerte por tráfico de drogas.
Aunque hoy se vende a quilo en Amazon la edición ampliada del libro de
cuentos más próximo a los hechos en el tiempo: Castro´s Final Hour
(Simon & Schuster, 1992), por Andrés Oppenheimer, los cuentos prosiguen.
El periodista francés Axel Gyldén acaba de dar a imprenta La Vie Cachée
de Fidel Castro (Michel Lafon, 2014), con los relatos del teniente
coronel Juan Reynaldo Sánchez, exescolta de Fidel Castro que llevaba "el
diario de sus actividades" —léase la hoja de ruta del turno de escolta—
y escuchó desde unas conversaciones entre Fidel y su ministro del
Interior, general José Abrantes, sobre las relaciones con el
narcotráfico en Colombia, hasta otras entre Fidel y Raúl en casa de este
último.
Sánchez cuenta que, tras el cuádruple fusilamiento más la detención de
Abrantes y otros oficiales del MININT, Fidel tenía tanto miedo que
ordenaba no pasar cerca de una base de tropas especiales y Raúl estaba
tan deprimido que "se meaba y se defecaba en los pantalones" por las
borracheras.
El peor remedio
Para poner el parche antes de que salga el grano, la prensa escrita de
Miami acotó que esta versión de Sánchez "no se puede confirmar de modo
independiente, pero él ha probado ser una fuente confiable
anteriormente", como si este remedio casero bastara para persuadir a los
lectores que vieron y oyeron al exescolta por los telecentros América
Teve (Canal 41) y MegaTV (Canal 22).
Al ser arrestados Walter Kendall Myers y su esposa Gwendolyn por espiar
durante tres décadas para Castro, Sánchez notificó al Canal 41 que
recordaba a Gwendolyn como miembro de la comitiva del senador George
McGovern, de visita en Cuba del 5 al 10 de abril de 1977.
Gwendolyn Myers (Steingraber de soltera) no aparece en la lista de la
comitiva, archivada en la Biblioteca McGovern de la Universidad
Wesleyana de Dakota.
Sánchez insistió en que no importaba que Gwendolyn no apareciera en la
lista, porque si ella y su esposo confesaron haber ido a Cuba vía México
con pasaporte y nombres falsos en 1995, ¿por qué no pudo la señora Myers
viajar así mismo en 1977?
En 1977 Gwendolyn trabajaba para el senador James Abourezk, quien viajó
con McGovern a la Isla. Jamás pudo ella colarse con falsa identidad en
la delegación estadounidense. La pareja comenzó a espiar para Castro
después que Walter fuera reclutado en 1978.
Sánchez relató también que Castro padecía de cáncer intestinal y, a poco
de regresar de España en el verano de 1992, tuvo una fuerte recaída que
lo puso al borde la muerte, por haber roto allá su estricta dieta.
Sánchez dijo haberlo visto sangrando por el ano y hasta perder el
conocimiento. Castro estuvo en cama casi tres meses y pasó por
fisioterapia para recuperar la movilidad.
Tras su discurso en la II Cumbre Iberoamericana (Madrid, julio 23 de
1992), Castro largó otros en sucesión — desde la recepción a los atletas
olímpicos (Palacio de la Revolución, agosto 10) hasta el recibimiento de
un barco con donaciones de la India (Muelle Margarito Iglesias,
diciembre 28)— sin que pasaran tres meses entre una intervención pública
y la próxima.
Sánchez insistió en "que del 5 de septiembre de ese año, que realizó un
discurso en Cienfuegos, al 29 de octubre, que fue el otro discurso en la
Asamblea Nacional (…) van 55 días, y ese fue el tiempo en que
denunciamos la enfermedad de Fidel".
Así rebajó la convalecencia de tres a dos meses, pero no tuvo en cuenta
que, además de discursos, Castro daba largas entrevistas. Una de ellas
fue a María Schriver, el 26 de septiembre de 1992, sobre la Crisis de
los Misiles.
La fuente confiable
Al contrario de los cuentos, la relatoría oficial del juicio
(Vindicación de Cuba, Editorial José Martí, 1989) permite discernir que,
como el Código Penal condenaba el tráfico de drogas con 7 a 15 años
(Artículo 190), el fiscal procedió a endilgar, por los mismos hechos,
otro delito concurrente que sí llevaba pena de muerte: actos hostiles
contra un Estado extranjero (Artículo 110).
A tal efecto alegó que EEUU, Colombia, México y Panamá fueron
hostilizados por Ochoa y los demás. Tal alegación no concuerda con la
declaración de Castro acerca de que los actos de Ochoa "que podían
ocasionar daño a la política exterior (…) no eran factores decisivos".
El fiscal sostuvo que las represalias contra Cuba se manifestaron en la
"lluvia de injurias, de infamias, de mentiras (…) motivadas,
principalmente, por las agencias de prensa imperialistas". Sin embargo,
los aguaceros periodísticos no tienen que ver con las represalias a que
se refiere el Código Penal, que son las acciones coercitivas de un
Estado contra otro.
Ni EEUU ni Colombia ni México ni Panamá tiraron siquiera un hollejo
diplomático contra Cuba por culpa de Ochoa y los demás. Para colmo, la
sanción de muerte era excepcional "y solo se aplica por el tribunal en
los casos más graves de comisión de los delitos para los que se halla
establecida" (Artículo 29.1). Así que, por recia que fuera la "lluvia"
mediática, jamás podría constituir un caso grave de actos hostiles
contra estados extranjeros.
Coda
Desde luego que atenerse a la relatoría oficial del juicio y concluir
que el general Ochoa y el coronel Tony de la Guardia, con sus
respectivos ayudantes, fueron fusilados en nombre de la revolución, pero
en contra de las leyes de la revolución, es algo demasiado seco para esa
fútil propaganda anticastrista, de presunta base historiográfica, que el
filósofo Emilio Ichikawa observa "en la prensa y en tertulias de
Miami[:] cayéndonos a mentiras o medias verdades entre nosotros mismos".

Source: Ochoa: 25 años y más cuentos - Artículos - Opinión - Cuba
Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/ochoa-25-anos-y-mas-cuentos-319157

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