La playa - más infernal que paradisíaca

La playa: más infernal que paradisíaca
JUEVES, 17 DE JULIO DE 2014 14:50 ESCRITO POR AIMÉE CABRERA

Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) En Cuba, especialmente
en la capital, la playa es una de las mayores atracciones vacacionales.

La Habana tiene playas al este y al oeste.

Las del este comienzan en Bacuranao, cerca de Alamar. Después están
Tarará, El Mégano, Santa María, Boca Ciega y Guanabo.

En el oeste, hay playas en tramos de costa como son La Puntilla, 1ra y
16, 1ra y 70, 3ra y 110, los círculos sociales, Jaimanitas y Santa Fe.

El transporte para las Playas del Este es pésimo.

Desde los años del Periodo Especial quitaron los ómnibus que ponían en
los meses de verano para trasladarse de La Habana a las Playas del Este.
La única forma de llegar a ellas es con la ruta 400, que tiene su
paradero en Guanabo.

Si uno va a Santa María, hay que apearse en la Vía Blanca, bajar una
loma y caminar cientos de metros. Para ir a Boca Ciega, como está
interrumpido el tráfico de vehículos por el puente sobre la boca del río
Itabo, hay que ir hasta Guanabo y luego retroceder, caminando varios
kilómetros por la orilla del mar.

En las tardes, a la hora de irse de la playa, las guaguas se congestionan.

En la parada donde comienza su recorrido la ruta P11, en Alamar, muy
cerca de la playa de Bacuranao, a menudo la policía tiene que poner orden.

Los "playeros" que han ingerido bebidas alcohólicas y otras sustancias
no respetan el orden de la larga fila de personas que esperan por un
transporte. Una vez que montan el ómnibus, lejos del control policial,
los mismos indisciplinados tratan de molestar y provocar al resto de los
pasajeros. El paseo puede convertirse con facilidad en tragedia.

Los grupos más negativos permanecen en la playa y se marchan entrada la
noche o en la madrugada. Los choferes y pasajeros sufren sus disímiles
comportamientos que rayan en la falta de respeto y el vandalismo Y en
estos horarios no aparecen los agentes del orden.

Para algunas localidades de la capital existe la modalidad de viajar en
tren para ir a la playa, pero muchos se quejan de que demoran demasiado.
Por tanto, pocos optan por el tren.

Como es tan complicado ir a las Playas del Este, muchos capitalinos
prefieren ir a las "playas de Marianao", que es como algunos todavía
llaman a las playas del oeste, ubicadas en el municipio Playa, conocidas
también como "los círculos sociales".

Lo que sucede con estos círculos sociales es que no siempre tienen sus
puertas abiertas a la población porque pertenecen a los afiliados de
ciertos sindicatos.

Varias rutas ómnibus comienzan sus recorridos en el paradero cercano a
estos clubes, pero la demanda es mayor que la oferta. Los que se demoran
en regresar a sus casas, confiados en el horario de verano, en el que
anochece pasada las 20 horas, corren el riesgo de estar un buen tiempo
tratando de coger un transporte que, en el caso de los choferes de taxis
particulares, tienden a subir sus tarifas.

Esto es a grandes rasgos lo que sufre el cubano medio para ir a la
playa. Los que pueden darse el gusto alquilan una casa en la playa y se
bañan en el mar en los horarios donde el sol no está fuerte, o van en
carros, o en ómnibus que alquilan, pero esto sobrepasa las posibilidades
de quienes viven con un salario en pesos.

Habrá que cambiar los gustos. Total, el sol hace daño a la piel. Para
las vacaciones, hay otros paseos, además de la playa. Todo cambia. Como
me comentó hace poco una amiga: "La playa es para cuando podemos darnos
el gusto, sin machucarnos".

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