La desesperanza institucionalizada

REMOLCADOR 13 DE MARZO

La desesperanza institucionalizada
CLIVE RUDD FERNÁNDEZ | Londres | 13 Jul 2014 - 10:56 am.

Para que la esperanza regrese a nuestro país, hechos como el hundimiento
del remolcador 13 de marzo tienen que encontrar espacio en los
tribunales de un pueblo libre.

En la destrucción del espíritu y las fuerzas de lucha de un individuo,
no hay nada que supere a la muerte de la esperanza.

Este 13 de julio se cumplen 20 años de uno los eventos más trágicos en
la historia moderna de la República de Cuba.

En la madrugada de ese día de 1994, un grupo de 72 personas desesperadas
intentaron huir de la Isla en un viejo remolcador marino con el nombre
de 13 de Marzo.

A la salida de la bahía de La Habana y ante la presencia de transeúntes
en el malecón habanero que no querían dar crédito a sus ojos, cuatro
barcos del Gobierno —equipados con mangueras de agua a presión—
embistieron al remolcador 13 de Marzo hundiéndolo y dejando un saldo de
al menos 37 muertos, de los cuales 10 eran menores de edad.

Según relatos de Sergio Perodín, uno de los sobrevivientes de la
tragedia, después de que el remolcador se hundió, las naves que lo
embestían siguieron su ataque a los sobrevivientes, aún en el agua. "Los
que logramos salir a la superficie vimos que las tres naves Polargo
giraban a nuestro alrededor a alta velocidad, tratando de hundirnos".

La tragedia del 13 de julio de 1994 marcaba un momento a cámara lenta
del descalabro social que comenzó con la revolución castrista de 1959 y
que en 1994 se agudizó por el llamado "período especial".

La perdida total de la esperanza llevó hace 20 años a familias enteras
con menores incluidos al borde del suicidio. A muchos les costó la vida.

El "período especial" ya terminó (al menos nominalmente), y las reformas
raulistas prometen más libertades económicas para pequeños empresarios
que no quieran ejercer sus derechos de libre expresión y mantengan la
cabeza baja, pero la muerte de la esperanza cubana no es reversible bajo
este Gobierno.

La desesperanza institucionalizada sigue tirando al mar a miles de
cubanos todos los años. A muchos se los traga el mar, otros logran
revivir su esperanza como individuos cuando alcanzan oras tierras.

Los crímenes cometidos por el gobierno cubano aún esperan justicia. Con
respecto al remolcador 13 de marzo, las autoridades siguen asegurando
que se trató de un accidente.

Para que la esperanza regrese a nuestro país, hechos como el hundimiento
del 13 de marzo tienen que encontrar espacio en los tribunales de un
pueblo libre y los implicados deben responder por sus crímenes. Para que
la esperanza regrese a nuestro país, los cubanos que aún portan las
mangueras hundidoras y las plumas que firman cartas de adhesión a
crímenes del poder, tienen que comenzar a defender la sociedad civil que
lucha por una Cuba libre y próspera donde la esperanza vuelva a germinar.

Source: La desesperanza institucionalizada | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1405241767_9491.html