Thursday, July 17, 2014

Enaltecer un desastre

Enaltecer un desastre
JORGE OLIVERA CASTILLO | La Habana | 17 Jul 2014 - 9:04 am.

En su tercer viaje a Cuba, la directora de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) vuelve a obviar el desastre de la salud pública nacional.

Entre el equipaje de la señora Margaret Chan no faltaron los paquetes de
elogios para sus anfitriones.

En su tercer viaje a Cuba, la directora de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) volvió a dejar su impronta de complacencia con los maestros
en el arte de hacer ruinas y en el montaje de nuevos decorados para los
cantos de sirena.

La distinguida visitante carece de la perspicacia para enterarse del
retorno a la Isla del cólera, el aumento de los casos de dengue, las
arremetidas del virus chikungunya y hasta la detección de personas
infectadas con malaria.

En su periplo no aparecen los hospitales Calixto García o Salvador
Allende. Dos exponentes de la catástrofe en el sistema de salud cubano.

Por su tiempo de permanencia y cantidad de ejemplares, en las plantillas
de ambas instituciones deberían estar las ratas y cucarachas que noche
tras noche abandonan sus escondites para saciar su apetito dentro de las
pertenencias de los enfermos y en sus alrededores.

El churre y los inodoros atestados de inmundicias, de forma permanente,
son también parte del paisaje a observar en decenas de centros
hospitalarios.

Nada de eso estuvo en la retina de la alta funcionaria. Sus experiencias
se limitaron a la fastuosidad de los Centros de Ingeniería Genética y
Biotecnología, de Inmunoensayo y de Inmunología molecular. Tres
entidades que el régimen tiene como garantía para mantener el nivel de
las lisonjas que despachan personalidades como la señora Chan.

Ninguno de esos funcionarios es inocente. Su proyección está ligada a
factores ubicados al margen de la objetividad. En otras palabras, no es
seria.

Para nadie es un secreto que la situación higiénica y ambiental del país
continúa siendo alarmante y no hay señales de que se puedan superar las
dificultades a corto y mediano plazo.

La situación tiende a agravarse debido a que no se toman las medidas
necesarias para evitar mayores avances en dirección al caos

El masivo tratamiento de enfermos procedentes del Tercer Mundo en
hospitales de la capital, así como el envío masivo de profesionales de
la salud a regiones de estos países caracterizadas por sus elevados
índices de morbilidad, constituyen vías expeditas para la reaparición de
enfermedades, la mayoría erradicadas en el siglo XX.

Como antecedente para conocer el crédito del gobierno cubano a nivel
internacional respecto a los servicios de salud pública, basta recordar
que Cuba fue sede de la 67 Asamblea Mundial de la Salud en mayo pasado.
Una prueba fehaciente del propósito de enaltecer a los verdugos que
suelen ponerse a menudo los disfraces de la honradez y el altruismo.

La visión de Margaret Chan no es integral. Prioriza las generalizaciones
y los encomios en vez de poner en perspectiva todas las aristas de la
realidad.

Debe quedar claro que la salud pública en Cuba es un desastre.

Source: Enaltecer un desastre | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1405580654_9543.html

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