Wednesday, July 9, 2014

El silencio de las cifras

El silencio de las cifras
ORLANDO DELGADO | La Habana | 9 Jul 2014 - 9:22 am.

Los medios oficiales cubanos evitan mencionar los salarios y pagos del
deporte profesional.

La relación del gobierno cubano con el deporte profesional siempre ha
sido compleja. Sobre todo cuando de mencionar cifras se trata. A trancas
y barrancas —desde que el amateurismo pasó aquí a mejor vida—, las
autoridades han debido admitir que, en el mundo, los deportistas son
altamente remunerados por su talento y dedicación en disciplinas
preferidas por los aficionados.

En Cuba, sin embargo, en deportes populares como el béisbol y el boxeo,
los directivos siguen llevándose la mejor tajada de lo que los atletas
ganan en los circuitos profesionales, a menos que decidan abandonar el país.

Por ello, siempre se ha tenido cuidado desde los medios oficiales de
publicar cualquier cifra que demuestre los montos millonarios de los
contratos que se mueven en el béisbol de Grandes Ligas, las ligas
europeas de fútbol o cualquier otro deporte que reporte ganancias tanto
a jugadores como a dueños de clubes. La política de la redacción
deportiva de la Televisión Cubana es censurar el monto de cualquier
transacción económica relacionada con el deporte, no importa la
especialidad y el jugador que sea. Lo fundamental es no mencionar cifras.

Es por ello que desde el comienzo de la transmisión diferida o en vivo
de los partidos de fútbol de cualquier liga europea, en la Televisión
Cubana surgen sorpresivos silencios cuando los narradores extranjeros
comienzan a mencionar cifras de pases o, simplemente, el monto de una
multa impuesta a un jugador o club.

Uno de los casos más recientes de censura ocurrió en la transmisión en
vivo de la final de la Liga de Campeones de Europa entre el Real Madrid
y el Atlético de Madrid. La resonante victoria del equipo merengue
provocó que el narrador foráneo dijera que el éxito del equipo se debía,
entre otras cosas, a una inversión de más de 170 millones de euros… De
repente el volumen de la transmisión comenzó a bajar hasta llegar al
silencio. Cuando el comentarista cambió de tema, recuperó su volumen
normal. Pero el censor no alcanzó a tapar la cifra y quedó en ridículo.

Otro hecho más reciente ocurrió en las transmisiones del Mundial de
fútbol. En una de las transmisiones, el narrador cubano se refirió al
caso Luis Suárez. Mencionó la sanción al delantero uruguayo, pero de la
multa impuesta por la FIFA tras su actitud antideportiva solo pudo decir
que era "alta".

Así mismo sucede cuando en el país se desata una epidemia de dengue u
otra enfermedad tropical. Las autoridades de salud no están autorizadas
a dar cifras. Los periodistas no pueden mencionar la enfermedad por su
nombre popular y deben, en su lugar, usar el nombre científico. Una de
las epidemias más extendidas de dengue ocurrió en 2006, y aunque en
aquella ocasión un equipo de periodistas de Juventud Rebelde entrevistó
a las autoridades de salud correspondiente, éstas se negaron a decir el
número de afectados por el virus.

El silencio de las cifras en el deporte solo es quebrado cuando el
objetivo es censurar los altos salarios de ciertos atletas, que superan
en muchos casos el ingreso diario de millones de personas. También,
cuando los medios oficiales buscan dañar la imagen del deporte profesional.

El ocultamiento de las cifras incómodas forma parte del engranaje de
control u ocultamiento de información impuesto desde hace más de cinco
décadas a los cubanos. Pr suerte, es una política condenada a
desaparecer con la aparición y expansión de internet.

Lo que habrá de compilarse en el futuro será el largo historial de
censuras del régimen y el monto de las ocasiones en que ésta se llevó a
cabo. Esa cifra —al igual que los salarios de muchas estrellas del
firmamento deportivo— será millonaria.

Source: El silencio de las cifras | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/deportes/1404890549_9438.html

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