Tuesday, July 15, 2014

El 'mentís' no tan 'lapsus' de Raúl Castro sobre Rusia

El 'mentís' no tan 'lapsus' de Raúl Castro sobre Rusia
PEDRO CAMPOS | La Habana | 14 Jul 2014 - 5:41 pm.

Las coincidencias entre el gobierno autoritario de Putin y los militares
cubanos en el poder, más causales que casuales.

"En la arena internacional coincidimos con la actual política de firmeza
y política inteligente que está llevando a cabo la Unión Soviética,
digo, Rusia", expresó Raúl Castro en ocasión de la reciente visita de
Vladimir Putin a La Habana, según distintas órganos internacionales de
prensa.

El "mentís" no tan "lapsus" del General no es tan casual como pudiera
parecer. Es habitual en la prensa oficial cubana y en las expresiones de
muchos altos funcionarios del gobierno, un enfoque amistoso hacia la
Rusia actual, como si estuvieran hablando de la antigua Unión Soviética.

En referencia a la desaparición de la URSS y al "campo socialista", en
ese mismo discurso, Raúl dijo, "evidentemente desequilibraron el poder
mundial, la fuerza que mantenía ese equilibrio", y agregó: "esa fuerza
se empieza a recuperar y ya es notable, en primer lugar a nivel
internacional, y en segundo lugar, en las nuevas relaciones bilaterales".

De manera que para el General, al parecer, no hay diferencia entre el
carácter de aquella fuerza "socialista" y de esta nueva fuerza "rusa":
son una y la misma cosa, con una función de equilibrio.

Y es que la mentalidad colonial-dependiente de muchos miembros del alto
funcionariado sigue marcada por el papel que jugó la antigua Unión
Soviética de sostenedor histórico del gobierno cubano y por la
procedencia de Putin del viejo aparato burocrático "soviético". Listos
los chicos uniformados: ¡hay "continuidad"!

Sin embargo, es sobre todo la necesidad de ayuda económica y política
externa para mantener un sistema estado-céntrico lo que le impide o le
hacen obviar el "carácter" de la nueva fuerza mundial que Rusia
representa o de cualquiera que esté dispuesto a cooperar con la
"revolución cubana", como se identifican ellos mismos, el "agua regia"
de lo bueno y lo malo.

Y esto está relacionado, también, con el enfoque tradicional del
imperialismo que predomina en el gobierno cubano, generalmente referido
al "norteamericano", que se olvida del imperialismo español, del inglés,
del alemán o del creciente chino, para no mencionar el ruso de marras.

Otro factor que obstaculiza una clara visualización en el Palacio de la
Revolución del carácter de la Rusia actual es que a muchos elementos de
la alta y media burocracia, los cambios ocurridos en el país de los
zares les pueden parecer algo consustanciales a la transformación del
"socialismo de Estado" al capitalismo autoritario de Estado, según puede
desprenderse de su relación con las políticas de la llamada
"actualización" del modelo económico cubano que impulsan Raúl y sus
militares.

Poco a poco, en los distintos decretos y leyes de la "actualización",
sin pausa pero sin prisa, se ha ido poniendo de manifiesto que las
"transformaciones" de la etapa raulista están encaminadas en primer
lugar a fortalecer el control de la alta burocracia sobre las grandes
empresas estatales que explotan trabajo asalariado, a través de la
autonomía sin control obrero. Una variante criolla de la apropiación de
las empresas estatales importantes por los miembros de la nomenklatura,
en una economía de mercado capitalista.

En este "modelo actualizado", otra forma de no-socialismo, las llamadas
formas "no estatales" de producción (cuentapropismo, pequeño y mediano
capital y cooperativas) no tienen vida propia en la producción y el
mercado, sino que están en función, dependencia y para apoyar la
economía estatal.

Por cierto, identificar las formas de producción no por la manera en que
se explotan los medios y la fuerza de trabajo (esclavista, feudal,
asalariada, libre individual o asociada) sino por su pertenencia o no al
Estado, constituye un "aporte genial" de la fraseología de la
"actualización" al llamado marxismo leninismo.

Por ello no es nada casual que a menudo se confunda Rusia con la ex
URSS, que se vea a los gobiernos post-perestroika como continuidad
natural de la etapa "soviética", que el gobierno-partido-estado cubano
jamás haya hecho una crítica profunda de la caída del "socialismo" en la
URSS y Europa Oriental, y que las deudas cubanas con Rusia ex URSS sean
borrón y cuenta nueva. Pa'lante que aquí, ni allá, ha pasado nada.

Para más "integración" de toda esa concepción que sustenta el "lapsus",
el "enemigo principal" de ambos gobiernos sigue siendo el mismo, y como
la pragmática de "el enemigo de tu enemigo es amigo tuyo" se corresponde
con la filosofía que prima en ambas capitales, no hay mucho que hablar
para ponerse de acuerdo y cooperar en materia económica, política y de
seguridad.

El reacercamiento paulatino entre Rusia y Cuba, en ausencia de una
flexibilización o levantamiento del bloqueo-embargo de EEUU, pudiera ser
parte del salvavidas que necesita el gobierno de Raúl Castro para seguir
"vendiendo futuro" al pueblo cubano y mantener en alto la bandera
"antimperialista" —sí porque Rusia no tiene nada de imperialismo—, así
como para no tener que estar "cediendo" al "chantaje" del imperialismo
yanqui en materia de derechos humanos, civiles y políticos del pueblo
cubano. Negocio redondo.

Solo que la potencia militar que es Rusia, difícilmente pueda ofrecer
los subsidios económicos de la antigua URSS, lo cual puede llevar al
gobierno cubano a cuidarse de no ampliar demasiado la cooperación con
Rusia en materia de "seguridad" para seguir buscando un reacomodo con
EEUU y Occidente.

En tanto, el reajuste necesario del gobierno cubano con su pueblo
—necesitado más de frijoles y libertad que de cañones y cañonas—, es el
que no aparece por ningún lado, como evidencian las ultimas regulaciones
de la Aduana de Cuba encaminadas a restringir las cantidades de
productos que ingresan los cubanos por el aeropuerto, los cuales ayudan
al sustento de muchas familias y a la solución de múltiples necesidades
cotidianas que enfrentamos los cubanos, que el Estado es incapaz de
satisfacer.

Pero lo que más preocupa al estado-militar es que tales productos
alimentan un mercado independiente, que le hace competencia al monopolio
de la cadena de tiendas TRD de las FAR, algo que no pueden aceptar los
militares en el poder.

Por todo eso se hace evidente que las coincidencias entre el gobierno
autoritario de Putin y los militares cubanos en el poder, más que
casuales, parecen causales.

Viva Cuba Libre. Socialismo por la vida.

Source: El 'mentís' no tan 'lapsus' de Raúl Castro sobre Rusia | Diario
de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1405352443_9506.html

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