Tuesday, April 15, 2014

Zunzuneo e hipocresía

Zunzuneo e hipocresía
[15-04-2014 11:12:11]
Carlos Alberto Montaner
Escritor, periodista y político

(www.miscelaneasdecuba.net).- La AP lo reveló hace unos días. Estados
Unidos, por medio de USAID, creó una red para que los cubanos pudieran
comunicarse por medio de Internet. (¡Bravo!) Esa red, llamada Zunzuneo,
estuvo funcionando hasta hace un par de años y alcanzó cierto éxito.
Unos 68 000 cubanos se vincularon a ella. La dictadura de los Castro
protestó ofendida ante la noticia. Aparentemente, se había violado su
soberanía.
Hay una gran hipocresía en todo esto. Es cierto que Estados Unidos ayuda
a los demócratas de la oposición proporcionándoles algunos medios
pacíficos para tratar de inducir cambios en ese régimen. ¿Qué menos
puede hacer contra un tenaz enemigo situado a 90 millas de sus costas,
que lleva 55 años perjudicando sus intereses, desacreditando su modelo
de sociedad y asociándose con todos los elementos que pretenden destruir
el tipo de Estado que libremente se ha dado la mayoría de los
estadounidenses?

La dictadura cubana confiscó numerosas empresas norteamericanas sin
compensar a sus propietarios. Envió guerrillas y terroristas a medio
planeta, esfuerzos subversivos que comenzaron desde 1959 con la
expedición a Panamá, antes de que Washington reaccionara auspiciando a
los invasores de Bahía de Cochinos y luego algunos sabotajes y
operaciones encubiertas.

El gobierno de los Castro conspiró con los "panteras negras", con los
"macheteros" de Puerto Rico y con los narcotraficantes que inundaban de
droga el territorio americano. Convirtió a Cuba en un peligroso satélite
soviético, y en 1962, durante la Crisis de los Misiles, Fidel le pidió
al Premier soviético que enviara los misiles nucleares contra Estados
Unidos.

Desde que se instaló la revolución, más de un 20% de la población cubana
se ha trasladado a Estados Unidos. Durante el éxodo de Mariel, cuando
escaparon de la Isla 125 000 personas, el gobierno comunista camufló
entre ellas unos 20 000 delincuentes, psicópatas y criminales sacados de
las cárceles, a sabiendas de que asesinarían a muchas personas inocentes.

Ante semejante vecino, ¿qué menos puede hacer Estados Unidos que tratar
de inducir cambios para que en la Isla se instale un gobierno amistoso
que deje de comportarse de la manera en que lo hace Cuba? Un gobierno
sereno y razonable, como sucede con casi toda América Latina, con el
cual se pueda tener una convivencia normal.

¿No se debe intentar erradicar a un régimen capaz de enviarle armas y
municiones nada menos que a Corea del Norte, o que se asocia con Irán y
Venezuela para revivir una nueva versión de la Guerra Fría y perjudicar
a Estados Unidos? ¿O es que la no injerencia sólo es válida para
paralizar a las democracias?

Se podrá esgrimir "el derecho a la libre determinación" de los países, o
el de "no injerencia en los asuntos internos de las otras naciones",
pero la verdad es que el gobierno cubano ha proclamado su derecho a
ejercer el "internacionalismo revolucionario", de donde se desprende que
debe existir el derecho al "internacionalismo democrático".

Si el gobierno de La Habana se arroga el derecho a instalar en el poder
a radicales enemigos de Estados Unidos, ¿no tiene Washington la
obligación moral de tratar de hacer lo mismo con sus tenaces
adversarios? Cuba no puede operar con unas reglas y esperar que su
adversario suscribe otras diferentes, mucho más benignas.

Además, ¿cómo puede condenarse el hecho de que Estados Unidos ayude a
los cubanos a informar y a informarse, si se admite la existencia
universal del derecho a la libertad de expresión? Lo que es realmente
vergonzoso es que ningún país latinoamericano auxilie a los demócratas
cubanos. Eso sí es triste.

No hay delito alguno en propiciar el zunzuneo de los cubanos. El delito,
cometido por el gobierno de los Castro, está en negarles el acceso a
Internet, en prohibirles que vean la televisión internacional –persiguen
las antenas—o que escuchen la radio de onda corta. El delito está en la
dictadura totalitaria. Y también, claro, en la hipocresía.

Source: Zunzuneo e hipocresía - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/534cf7eb3a682e102ceaab88#.U00Y3PmSwx4

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