Thursday, April 10, 2014

No se acuerdan de la parametración?

¿No se acuerdan de la parametración?
Muchos comprometidos con los actos más deleznables en la cultura
nacional unirán sus voces a partir del viernes en el VIII Congreso de la
UNEAC
jueves, abril 10, 2014 | Víctor Manuel Domínguez

LA HABANA, Cuba.- Si abril era el mes más cruel para el poeta anglo
estadounidense T. S. Eliot, para los escritores y artistas cubanos
siempre ha sido una pesadilla. Descalificaciones, censura, marginación y
cárcel por "desviaciones" ideológicas, sexuales y religiosas
convirtieron en caos la libertad de creación.

Mientras las denominadas Palabras a los intelectuales ("Dentro de la
revolución, todo; contra la revolución, nada"), pronunciadas por Fidel
Castro significaron un corralito político para la obra artística y
literaria en Cuba, las diatribas de abril transformaron en dóciles
carneros a los autores cubanos.

Desde la publicación en la revista Verde Olivo el 11 de abril de 1965
del libro El socialismo en Cuba, escrito por el Ché, donde se afirma que
el "pecado original" de los intelectuales es no haber luchado contra
Batista, hasta el Primer Congreso de Educación y Cultura, todo
transcurrió de mal en peor.

Consumada con anterioridad la censura de proyectos culturales, libros,
películas, música "decadente", y obras de danza y teatro, la celebración
del Congreso (23-30 de abril de 1971), fue un punto de radicalización de
la cultura dentro de la Isla, y una ruptura con sus cultores en el exterior.

La revolución cubana, criticada por amigos y enemigos a nivel
internacional por el encarcelamiento del poeta Heberto Padilla, inauguró
durante el Congreso una política de represión e intolerancia que
trascendió el ámbito nacional, y para no perder la costumbre, estableció
medidas radicales en abril.

La celebración de un exorcismo cultural o sainete político montado en
medio de la UNEAC para que Padilla (liberado luego de 38 días en
prisión), se auto inculpara -al mejor estilo soviético- de ser un
enemigo de la revolución, dio rienda suelta a nuevas críticas en la
declaración final y en el discurso de Fidel.

Como plomo caliente cayó sobre los intelectuales presentes la
declaración final del congreso, al condenar toda "forma de
intelectualismo, el homosexualismo y otras aberraciones sociales,
cualquier forma de práctica religiosa, y afirma que el arte sólo debe
estar al servicio del pueblo".

Por otra parte, y en el discurso de clausura, Fidel arremetió contra los
intelectuales occidentales (Sartre, Vargas Llosa, Rulfo, Cortázar,
Moravia, Goytisolo, Octavio Paz, entre otros más de treinta firmantes de
una carta publicada en Le Monde), y acuñó que "El arte es un arma de la
revolución".

Un año después llegó la parametración que, nacida de la declaración
final del congreso, dictaba que "no es permisible que por medio de la
calidad artística reconocidos homosexuales ganen influencias que incidan
en la formación de nuestra juventud", que tuvo plasmación jurídica y
status delictivo en una Ley.

Más de tres décadas después, a partir del viernes próximo y hasta el
domingo, el Palacio de las Convenciones de Cuba recibirá a víctimas y
victimarios de una política cultural sometida a similares patrones
ideológicos y políticos, que los pondrá a cacarear como gallinas cluecas
el guión escrito desde el poder.

Controladas las lenguas y tomados de las manos, muchos comprometidos con
los actos más deleznables en la cultura nacional, unirán sus voces en
este VIII Congreso de la UNEAC.

vicmadomingues55@gmail.com

Source: ¿No se acuerdan de la parametración? | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/alguien-se-acuerda-de-la-parametracion/

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