Thursday, April 24, 2014

Mujeres que desean ser hombres

Mujeres que desean ser hombres
Las rechazan la familia, los vecinos, en el trabajo. Arcoiris, un
proyecto contra la discriminación
miércoles, abril 23, 2014 | Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba — Bárbara nació con el deseo de ser hombre. Su
preferencia por vestir ropa masculina fue espontánea desde la niñez,
definida por su inclinación pública hacia los juegos varoniles. Durante
la juventud intento mantener el estereotipo acorde a su preferencia
sexual. Ceñía los senos con una banda elástica, usaba camisas anchas,
pelo corto y gorra.

A los 37 años acumula experiencias discriminatorias que accede a
contarnos bajo la condición de identificarla solo por su segundo nombre,
Bárbara. ¨Negra y lesbiana, imagínate… quien quiere una amiga así para
su hija¨, dice evocando la parte más difícil de su vida, la adolescencia.

Asegura que le tomó años adaptarse a los susurros y miradas que genera
su forma de vestir. Nunca logró que sus padres aceptaran su identidad
sexual y el deseo de vestir como hombre. Para ¨encaminar¨ a su hija, la
madre solicitó ayuda a la organización feminista gubernamental,
Federación de Mujeres Cubanas, (FMC).

Como resultado Bárbara abandonó los estudios secundarios para ser
varón.¨En la escuela no importa tu preferencia sexual, si eres mujer,
tienes que vestir como mujer¨, dice.

Joven al fin, no se percató que en el ámbito laboral sucede lo mismo.¨Es
difícil encontrar trabajo, cuando te ven la ¨pinta¨ (apariencia)
aparecen mil razones para no darte empleo¨, explica.

A pesar de no sentir atracción por el sexo opuesto, la marginalidad de
Atarés, barrio donde vive en el municipio Cerro, la encaminó hacia la
prostitución.¨La primera vez fue a los 17 años. Me fui de mi casa para
vivir con una amiga mayor que yo que me inicio en el jineterismo
(prostitución)…Esa fue la forma que encontré para de ganarme la vida¨,
manifiesta.

A los 26 años Bárbara tenía dos hijos sin un hogar que ofrecerles. Vive
en la casa de su pareja lesbiana y busca el sustento ¨en lo que
aparezca¨.¨Regresar a mi casa nunca pasó por mi mente… allí no me
aceptaron como soy¨, confiesa con pena.

En busca de la opinión oficial sobre la transfobia (discriminación
transgenero) en la mujer lesbiana, acudimos al Centro Nacional de
Educación Sexual (CENESEX) en 21 y 10, municipio Plaza.

Una de las especialistas del Centro nos informó que debíamos solicitar
una entrevista a la subdirectora Mayra Rodríguez experta en
Transexualismo y Travestismo. Intentamos coordinar la cita a través de
los teléfonos ofrecidos, 838 2528 al 29, extensión 132 pero las llamadas
no fueron atendidas.

Arcoíris, una luz en el camino

Juana Mora Cedeño y Teresa Martínez Polo son coordinadoras de Arcoíris,
proyecto independiente contra la discriminación de género. Para ambas la
transfobia más dolorosa es en la familia. ¨Te pueden rechazar en el
trabajo, las amistades, en la escuela, la sociedad entera pero cuando se
trata de la familia, la mente se enferma, el sufrimiento se lleva
adentro¨, confiesa Juana Mora y agrega¨Porque tú tienes una pareja y
cuando tienes problemas, regresas a la casa. En Cuba casi todos vivimos
con la familia por la situación de viviendas… Cuando regresas, sigues
sufriendo¨.

Uno de los objetivos de Arcoíris es buscar el espacio dentro de la
familia. Evitar que las preferencias sexuales de un individuo sea motivo
de exclusión familiar. Sobre la discriminación de la mujer travestida
Juana Cedeño explicó. ¨Existe muy poca información al respecto. Son
círculos determinados de personas que se interesan en este aspecto pero
no hay una verdadera interpretación del problema…. Los avances en ese
sentido están por llegar. En el caso del travesti hombre hay más
información¨.

¨Con la lesbiana que tiene estereotipo femenino existe menos
discriminación. La sociedad cubana pretende ¨rescatarla¨, la lesbiana
con estereotipo masculino es discriminada desde que se presenta¨.Teresa
Martínez, considera que ¨las mujeres transgénero son abiertamente
discriminadas por su aspecto físico¨.

¨Yo misma como lesbiana, antes de ser promotora de la salud, las
criticaba¨, reconoce Teresa.¨Exigirle a una lesbiana ropa femenina,
quitarse una gorra o el pelo largo para un puesto laboral es una forma
de discriminación…Algunas se ponen aretes para atenuar el acento
masculino y se acercan más a un travesti hombre que a una mujer¨, agrega.

Consideradas minorías dentro de la comunidad LGBT, las lesbianas
travestidas en la isla tienen como principales características la vida
nocturna y la desvinculación laboral con el Estado. La misma sociedad
machista que influye en la discriminación de la lesbiana con imagen
masculina, promueve como deseo sexual, la prostitución lésbica. Siempre
y cuando el estereotipo femenino oculte la homosexualidad.

El travestismo considerado como el extremo de la homosexualidad, en las
mujeres lesbianas de la isla se convierte en exceso de transfobia. La
zaga en que se encuentran el reconocimiento de esta identidad necesita
definiciones y un discurso oficial que comience a poner freno a la
discriminación.

Source: Mujeres que desean ser hombres | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/mujeres-que-desean-ser-hombres/

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