Tuesday, April 15, 2014

Escuela primaria convertida en cuartel militar y centro de represión

Escuela primaria convertida en cuartel militar y centro de represión
[15-04-2014 10:38:46]
Dania Virgen García
Cuba por Dentro. Corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- En la mañana del día 12 de abril cinco
mujeres, entre ellas esta reportera y dos periodistas oficialistas,
fueron agredidas por más de una decenas de agentes del orden público y
jefes de sectores pertenecientes a la 11na unidad de la Policía Nacional
Revolucionaria de San Miguel del Padrón, el chofer del primer secretario
del Partido Comunista del municipio, integrantes de la Asociación de
Combatientes de la Revolución, y varios de los llamados "factores" que
se encontraban en la escuela primaria ¨Conrado Benítez¨.
Los hechos ocurrieron así:

Me encontraba en mi casa junto a Yaquelín Boni, que se había quedado
desde el día anterior para preparar las cosas que le iba a llevar a su
hijo Yasser Rivero Boni, quien se encuentra ingresado en la sala de
terapia del hospital de reclusos del Combinado del Este, y tenía visita
programada a las 10 de la mañana, donde la estaban esperando oficiales
de la policía política en la prisión, cuando mi hija me llamó y me dijo
que había conseguido un paquete de galletas para Yasser.

Salimos Yaquelín Boni y yo para la casa de mi hija a buscar las
galletas. Para ir a su casa, tengo por obligación que pasar por la
escuela "Conrado Benítez", que es donde estudia mi nieto.

Eran las 8 y 45 de la mañana. De repente, el chofer del secretario del
PCC del municipio que estaba dentro de la escuela se arrima a mí en la
calle y empieza a ofenderme y a provocarme. No reaccioné a su
provocación. Le dije: "usted me ofende y yo le doy mi mano". Me
contestó: "yo no le doy la mano a los contrarrevolucionarios". Siguió
ofendiéndome y de inmediato ordenó, como si él hubiera sido el máximo
representante del PCC, al jefe de grupo de sectores, 1er teniente Osmani
Vega Martínez, que me esposara y me detuviera. Luego, se montó en el
carro estatal que maneja y se marchó.

Yaquelín Boni pensaba que esta persona era un amigo que estaba
bromeando, hasta que dijo "contrarrevolucionaria". Entonces exclamó:
"Dania, ¿qué es esto?". El chofer ordenó que la detuvieran también.

Se nos lanzaron encima cuatro agentes y el 1er teniente, quienes nos
golpearon y me esposaron con las manos a la espalda.

Dentro de la escuela, me amenazaron con caerme a golpes. Dos periodistas
oficialistas de la TV cubana, que se encontraban allí (después me enteré
que estaban allí por una actividad con los niños), al ver el abuso que
estaban cometiendo con nosotras, protestaron y se pusieron a grabar. El
primer teniente Osmani Vega las empujó, y a la periodista que tenía la
cámara se la arrebató, y le rompió el trípode. Cuando las dos
periodistas, que temblaban de miedo, se identificaron, el oficial dijo
"no me interesa".

Surella, una amiga que me había encontrado en el camino a la casa de mi
hija, Zuzy Sarai Viera García, salió corriendo y le avisó a mi hija de
lo que estaba sucediendo.

Cuando mi hija llegó y le preguntó al jefe de los sectores qué había
sucedido, este ordenó que la detuvieran también, yo le dije que la
dejaran, que mi nieto lo iban a dejar en la calle y ella no les había
dicho ninguna ofensa. Entonces nos montaron a las tres a empujones y
golpes en el carro patrullero. Mi hija recibió un golpe en un seno.

Por el camino, uno de los policías comenzó a llamar y a decir que tres
delincuentes estaban haciendo una acción contrarrevolucionaria. Le dije
al agente que nosotras éramos defensoras de los derechos humanos y
empezamos a gritar abajo los Castro.

Ya en la 11na unidad, el chofer del patrullero nos sacó a rastras. Mi
hija cayó en el piso. A Yaquelín le dieron un empujón y la tiraron
contra la pared, y perdió el conocimiento. Fue arrastrada por dos
policías a casi más de tres metros. A mi me llevaron a empujones hasta
un banco.

Mi hija y yo comenzamos a pedir auxilio. Más de 40 policías hombres y
mujeres se encontraban presentes, pero nadie acudió a socorrer a
Yaquelín Boni.

Luego de 20 minutos, apareció un represor de la policía política del
municipio que se hace llamar Diosdan. Le grité su nombre y le dije que
nosotras no habíamos cometido ningún delito, que mi nieto se había
quedado solo en la calle, y que le dieran auxilio a Yaquelín. Me
contestó: "Conmigo no hables, este es tu problema, a mí no me interesa".

30 minutos después que se cansaron los policías de amenazarnos y
gritarnos ofensas, y de acusarnos de desacato, nos enviaron para la
unidad de Aguilera, situada en Lawton, municipio Diez de Octubre.

Nos lanzaron como si fuésemos animales contra la guagua que utilizan
para el traslado de presos. Un policía se aprovechó y me manoseo.

En la unidad de Aguilera había represores de la policía política. Esta
reportera se les arrodilló, llorando, todavía con las esposas puestas, y
les expliqué que mi nieto se había quedado solo en la calle, y les pedí
que liberasen a mi hija. El corazón no se les suavizó y nos encerraron
en un calabozo.

En los calabozos gritamos frases antigubernamentales. Gritamos que el
PCC y la policía fueron los que hicieron contrarrevolución al politizar
y dar un espectáculo de violencia en un acto escolar.

Mi nieto estuvo bajo el amparo de los vecinos por seis horas, hasta que
liberaron a mi hija.

El jefe de la unidad de Aguilera me empujó cuando iba camino al
interrogatorio por parte de los instructores de Villa Marista.

Luego que nos interrogaran a Yaquelín y a mí, le preguntamos a la
instructora de Villa Marista qué iban hacer con el chofer del PCC y los
policías que nos agredieron. Nos contestó que nos dirigiéramos a la 11na
unidad y lo acusáramos.

Esta incitación fue para luego decir que fuimos a provocar a la unidad y
acusarnos, por lo que decidimos no hacerlo.

Nos liberaron a la seis de la tarde.

Las personas que nos agredieron quedaron impunes, como si no hubiera
pasado nada.

Que me diga ahora Mariela Castro, Raúl Castro, y Miguel Díaz-Canel, que
esto no fue un acto de violencia de género contra cinco mujeres cubanas.
Fue abuso de poder, y provocación. Se debió a la inquina personal de la
policía, el PCC y el Poder Popular del municipio, por las informaciones
que doy como periodista independiente de la corrupción, los negocios
ilícitos, la malversación, el cohecho, el abandono a las escuelas, y en
especial la de mi nieto.

Que me digan qué hubiera pasado si a mi nieto le hubiera ocurrido algo.

Quiero aclarar que nunca he mezclado a mi hija, y muchísimo menos a mi
nieto, en mis actividades como periodista independiente, y que jamás he
escenificado una protesta en una escuela, y menos en la de mi nieto.

Las autoridades del municipio de San Miguel del Padrón movieron un
ejército, patrullas, paramilitares, y brigada de respuesta rápida, todos
se personaron frente a la escuela donde estaban los niños que iban a
participar en el acto.

La escuela primaria se convirtió en un cuartel militar y en un centro de
represión.

Utilizaron en la provocación a elementos de pésima conducta y poca
moral. Uno de los integrantes de la Asociación de Combatientes tiene un
hijo preso por violar a una menor.

El chofer del secretario del Partido participó en el mitin de repudio
que me hicieron en el año 2011.

He sido ofendida decenas de veces por estas personas.

Ésta es la tercera vez que utilizan a los niños de esta escuela para
hacer actos políticos contra mi persona. En dos actos de repudio frente
a mi casa han utilizado a niños.

Source: Escuela primaria convertida en cuartel militar y centro de
represión - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/534cf0163a682e102ceaab84#.U00Y1fmSwx4

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