Thursday, April 10, 2014

Democracia en tiempos del declive energético

Democracia en tiempos del declive energético
abril 10, 2014
Erasmo Calzadilla

HAVANA TIMES — Para este post voy a partir de dos presupuestos:

1) En Cuba no existe democracia. No hay manera de que los individuos,
independientes u organizados, puedan incidir o modificar de manera
alguna las decisiones de quienes manejan las riendas de la nación.
Tampoco se trata de una dictadura típica, sanguinaria, sino de una
peculiar basada en la aniquilación de la sociedad civil.

2) Con los recursos agotados y el medio ambiente dañado la civilización
industrial va cuesta abajo. El crecimiento y el desarrollo progresivo a
que nos acostumbró la segunda mitad del siglo pasado son hoy una utopía.

Lo interesante es que no son fenómenos aislados; la democracia y la
crisis civilizatoria se condicionan mutuamente. En este post intentaré
averiguar qué sucederá con la primera a medida que se afinque la segunda.

La democracia es una de las cumbres del proyecto humano; sin ella
seríamos bichos crueles sedientos de poder. La poca democracia de que
han gozado algunos pueblos en determinados instantes de la historia ha
sido propiciada por la confluencia de ciertos factores que intentaré
resumir: necesidades elementales garantizadas, relativa autonomía en lo
micro y lo local con respecto al macro, flexibilidad de los dogmas
religiosos y sobre todo predominio de una cultura que sanciona la
justicia, la fraternidad, la virtud y la dignidad de las personas.

En la segunda mitad del siglo pasado la democracia llegó más lejos que
nunca. Sin embargo, a medida que occidente se enriqueció gracias (entre
otras cosas) al tesoro que manaba del subsuelo, la naturaleza y los
presupuestos de la democracia cambiaron radicalmente.

La virtud, por ejemplo, dejó de ser condición indispensable. Hoy por hoy
una nación puede estar integrada por una mayoría de idiotas (en el
sentido ancestral de la palabra), alienados y consumistas que pasan de
la cosa pública y pese a ello ser considerada "libre y democrática";
basta que sea próspera, bien artillada y conectada a la cultura
hegemónica. Que nadie se engañe, es la degeneración del proyecto.

En Cuba

En sintonía con lo anterior, muchos de los que añoran y trabajan por la
"restauración" de la democracia en la Perla del Caribe consideran que el
camino pasa por el desarrollo económico y la apertura al mundo. Cuando
los individuos puedan viajar libremente, conectarse a la web sin
restricciones y gozar de las ventajas y comodidades de la vida moderna
ya no soportarán que un tiranillo provinciano los vapulee a su antojo.

El confort ablandará a los tercos que aún creen en las bondades del
régimen; empleo y salarios dignos contendrán el pernicioso barrioterismo
que asola la cultura y enajena a las jóvenes; Internet barrerá los
fundamentos de la dictadura de manera más contundente y radical que
todas las agresiones del imperialismo y sus secuaces.

El único problemita es que todo lo anterior se consigue haciendo crecer
el PIB y tal cosa no es posible en tiempos de declive energético.

La realidad

Demasiado tarde. La crisis arrecia y la oportunidad de derrocar al
régimen vía Facebook o mostrándole a la gente la buena vida que se está
perdiendo decrece minuto a minuto. Pero calma, no desesperemos, porque
el fin del petróleo barato sí podría significar una oportunidad para la
democracia.

La dictadura que comenzó en el 59 ha sobrevivido gracias al monopolio
sobre los servicios de salud, sobre la educación, los medios de
comunicación y los de producción. Tan vasto control solo es posible
contando con abundante del aceite de roca, el día que el oleoducto
escupa fango, hasta ahí llegó la fiesta. No hay que ser profeta para
darse cuenta, ya lo vivimos durante el Período Especial.

El crash civilizatorio vendrá acompañado de los jinetes del apocalipsis
pero la buena noticia es que esos mismos demonios romperán las cadenas
que atan a los individuos y comunidades al Estado totalitario y
paternalista.

Con el debilitamiento del Centro será favorecido lo local, lo
comunitario, las relaciones horizontales y todo un grupo de virtudes
concomitantes sin las cuáles es imposible gestar una verdadera
democracia. El problema es que junto a las virtudes también vendrán los
vicios.

Conclusión

Puede que en un futuro marcado por el declive energético la democracia
vuelva a estar al alcance de la mano, el único "inconveniente" es que
habrá que pelear por ella a la antigua: en la manigua machete en mano,
desde el exilio o la cárcel con pluma y tintero, alzados en las montañas
o clandestinos en la ciudad ¿Estaremos a la altura?

Source: Democracia en tiempos del declive energético - Havana Times en
español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=95048

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