Tuesday, April 8, 2014

Crónica roja selectiva

Crónica roja selectiva
Las escasas informaciones policiales de la prensa oficialista cubana son
tendenciosas, como se evidenció con un asesinato múltiple, hace pocos días
martes, abril 8, 2014 | René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba.-Al consolidarse en el poder Fidel Castro, la prensa
sufrió grandes transformaciones. En lo fundamental, dejó de perseguir
fines de información para convertirse en instrumento de agitación y
propaganda al servicio del gobierno. El secretismo enfermizo y la
ocultación a ultranza de todos los sucesos que pudieran resultar
perjudiciales para el nuevo régimen, se pusieron a la orden del día.

Por aquellas mismas fechas surgió el llamado Frente Independiente de
Emisoras Libres, un engendro destinado a encadenar —en ambos sentidos
del vocablo— a todas las estaciones de radio. Al parecer, el nombre fue
ideado por un apapipio que pensaba utilizar la sigla FIDEL; sin embargo,
al menos en esa ocasión primó la moderación, y en definitiva le llamaron
FIEL. Esto, a su vez, daba pie para la frase insistente empleada en su
propaganda: "Fiel a Cuba. Fiel a la Revolución".

Pronto nació también, en el partido único, el Departamento de
Orientación Revolucionaria (DOR), adscrito a su Comité Central. Al
presente, ese aparato burocrático ha adquirido una denominación aún más
eufemística: Departamento Ideológico. Pero sus funciones siguen siendo
las mismas: indicar a todos los órganos de prensa no sólo lo que tienen
que decir, sino cómo deben hacerlo. Esto, con perdón de los acuerdos
adoptados en el reciente congreso de la UPEC (la oficialista Unión de
Periodistas de Cuba).

Una de las consignas trazadas desde las cumbres del poder fue la de
eliminar la llamada "Crónica Roja". Se afirmaba que, en un país que
construye el socialismo, no hay cabida para ese tipo de cobertura
informativa que —se decía— es de origen burgués, corrompe el buen gusto
y apela a las más bajas pasiones de los ciudadanos.

Debo reconocer que algo de verdad hay en esos planteamientos. Pero como
suele suceder, la absolutización del aserto deforma la realidad, al
punto de abrir el camino a la mentira. La página policiaca no sólo
satisface el morbo de aberrados; también sirve, entre otras cosas, para
alertar a la ciudadanía y evitar que se convierta en víctima de
delincuentes.

Pero por supuesto que esto no interesa a los jerarcas comunistas,
quienes están protegidos de esas desagradables incidencias por sus
guardaespaldas, que son pagados con el dinero de los contribuyentes. Si
los ciudadanos, por ignorar las reiteradas fechorías perpetradas por
determinados antisociales, omiten adoptar medidas preventivas y se
transforman en sujetos pasivos de nuevos crímenes, tanto peor. Para
ellos surgió la conocida consigna: "La Revolución no puede renunciar a
sus principios".

Por supuesto que el vacío noticioso formal es llenado con gran rapidez.
Sólo que las informaciones dejan de llegar a través de los profesionales
que trabajan en los órganos de prensa. Esa omisión es suplida de manera
apresurada por los rumores no confirmados que los mismos ciudadanos
echan a rodar. Surgen así las "bolas", en las que, junto a un núcleo
racional y veraz, pueden coexistir las tergiversaciones más insólitas.

Las anteriores disquisiciones están motivadas por una excepción que, en
este terreno, acaba de hacer la prensa oficialista cubana. En la radio,
y después en la televisión y los periódicos, se publicó la noticia de un
triple asesinato perpetrado en La Habana Vieja. Según se ha sugerido, el
crimen "estuvo condicionado por un móvil pasional" de carácter homosexual.

La "Nota Informativa del Ministerio del Interior" relativa al hecho,
alardea de que ese organismo, "de conjunto con el Instituto de Medicina
Legal y el apoyo decisivo de nuestro pueblo, en apenas 24 horas
esclareció el hecho y detuvo a su autor". El texto termina con otra
jactancia: "Una vez más se reitera a nuestro pueblo que hechos como éste
jamás quedarán impunes y que sobre su autor caerá todo el peso de la
justicia revolucionaria".

Los costurones saltan a la vista. Los escribidores del órgano represivo
han olvidado que "jamás" es demasiado tiempo. ¿No saben que hay muchos
hechos análogos que al cabo de años siguen considerándose como "no
esclarecidos"? Se hace evidente que la crónica roja castrista tiene un
carácter harto selectivo. Si el asunto mereció un espacio en Radio Reloj
o en el Granma, es sólo porque en este caso los agentes policiales
alcanzaron un fácil éxito.

Si no, los ciudadanos cubanos seguiríamos ignorando el horrendo
asesinato, a golpes, de un hombre adulto, una anciana y un niño de sólo
diez años. Del mismo modo que desconocemos tantos otros hechos
espantosos que continúan en la impunidad pese al flamante Ministerio del
Interior cubano.

Source: Crónica roja selectiva | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/cronica-roja-selectiva/

No comments:

Post a Comment