Cerrado por obras de restauración

Cerrado por obras de restauración
MARTES, 08 DE ABRIL DE 2014 00:08 ESCRITO POR RAMÓN DÍAZ MARZO

Cuba actualidad, Habana Vieja, La Habana, (PD) La palabra restauración
pudiera ser una palabra cualquiera en el contexto de la revolución
cubana, pero no en otras latitudes de la Historia. Si se consulta el
diccionario Larousse, en su acepción política, dice: "Restablecimiento
en un país del régimen que existía con anterioridad y que fue sustituido
por otro: el pueblo pide la restauración de la democracia".

Aunque muchas personas asocien la palabra "restauración" con la frase
célebre de que: "Revolución es cambiar todo lo que necesite ser
cambiado", en el caso cubano, los verdaderos cambios o restauraciones
podrían resultar peligrosos para la cúpula gobernante; excepto que
verdaderos cambios sí se estén implementando.

Y si ello es así... si es la vieja dirigencia de la Revolución la que
está más interesada en restituir para Cuba una auténtica democracia
soberana e independiente, entonces, que desde el pueblo, y solo desde el
pueblo, surja un perdón nacional hacia estos dirigentes.

A través de una estricta disciplina social, que se efectúe la transición
pacífica y así se evitará el baño de sangre.

Me impresioné al escuchar al Dr. Eusebio Leal Spengler en la
reinauguración del Teatro Martí cuando expresó que luego de que se
termine la restauración total del Capitolio Nacional este será el lugar
idóneo para que la Asamblea Nacional del Poder Popular lo utilice en sus
reuniones.

Yo he tenido idealizado durante años y como un hecho inalterable que el
Palacio de las Convenciones, construido en el exclusivo municipio
capitalino Playa, sería siempre la sede permanente de los eventos del
máximo órgano del gobierno que es la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Siempre pensé que la posición adoptada por la máxima dirección del país
de no utilizar cualquier local que haya representado a la vieja
república, era cuestión sagrada. Ahora me entero que próximamente el
Capitolio será la sede permanente de la Asamblea Nacional.

Por supuesto, no quiero que Cuba sea un terreno de politiqueros y
marionetas utilizadas por algún imperio, ¿pero las circunstancias
naturales de nuestra isla y de nuestra idiosincrasia nacional, les
permitirán gozar de esta idoneidad geopolítica? ¿Los acontecimientos que
están por sucederse ocurrirán como siempre ocurren, a patadas por el culo?

Tanto nuestros dirigentes como los futuros dirigentes, si se formara una
coalición nacional de los con poder y los sin poder, ¿lograrán
comportarse civilizadamente?

Ojalá que este medio siglo de desaprendisaje nos haya sido útil y se
cocine un potaje que aspire a refundar una nueva y verdadera República
como la soñó José Martí cuando dijo: "Yo quiero que la Ley Primera de la
República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre".

El Dr. Eusebio Leal Spengler en la reinauguración del Teatro Martí dijo,
cito: "A nuestro General Presidente, mi especial y sentida gratitud. Ud.
bien sabe el sacrificio que la nación hace para poder realizar tales
cosas. En torno al Teatro numerosas obras manifiestan claramente ese
espíritu y esa voluntad. Se levanta el Capitolio Nacional, símbolo de
toda una historia del país; sede de nuestra Asamblea Nacional, con los
hemiciclos para sus propias secciones, y las del Consejo de Estado...".

De ser ello cierto, ya no hay dudas de que el gobierno de la Revolución
de 1959 está entrando de manera franca y abierta a una nueva etapa en su
historia y ello sí podía calificarse de restauración.

Sin arriesgarme a dar por sentado un asunto harto complicado como será
el destino futuro de la nación cubana, no es gratuito citar al General
Presidente, Sr. Raúl Castro Ruz, cuando expresó en el Sexto Congreso del
Partido Comunista de Cuba: "Muchos han dicho que la Revolución no puede;
no, esto es imposible; no, esto no hay quien lo arregle. Pues sí, esto
lo va a arreglar el pueblo, esto lo va a arreglar la Revolución, y de
qué manera. ¿Es solo una cuestión ética? Sí, es primero que todo una
cuestión ética; pero, además, es una cuestión económica vital.

A estas palabras, yo quiero recordar que cada pueblo tiene el gobierno
que merece. Y si los cubanos no están preparados para la civilidad, os
digo que esto no hay quien lo arregle.

Por supuesto que ningún cuadro o dirigente del actual gobierno de los
'Birán Brothers' ha dicho que la Revolución cubana tenga que ser
restaurada, pues de hecho, para ser restaurada, habría primero que
abolirla. Tampoco ningún dirigente en funciones ha declarado que la
Revolución tenga que ser reparada. Cuando se ha hablado de restauración
o reparación se refieren a viejos locales e inmuebles, y no de sistemas
políticos de gobierno.

Se ha hablado mucho de un nuevo modelo de gestión estatal y empresarial
y de nuevos lineamientos económicos trazados por el Sexto Congreso del
Partido Comunista, pero no de reformas sustanciales.

Como sé que los cambios importantes en la Historia de la Humanidad están
escritos con sangre, personalmente abogo por un cambio paulatino para
que no sean sacrificadas personas inocentes.

Para Cuba actualidad: ramon597@correodecuba.cu

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