Monday, November 12, 2012

Los miserables

Los miserables
Lunes, Noviembre 12, 2012 | Por Jorge Olivera Castillo

LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Es común ver, en las
estrechas callejuelas de La Habana Vieja, a individuos que recuerdan al
hombre de Neandertal. A paso rápido, la prehistoria se inserta en una
cotidianidad que revela que lo que pregona la propaganda oficial y lo
que acontece en nuestras calles son cosas muy diferentes.

La miseria absoluta, la indigencia, es la compañera de una cada vez
mayor grupo de cubanos. Son las víctimas de una guerra en que la
burocracia, la corrupción y la ineficiencia del centralismo totalitario
para generar riqueza y bienestar siempre ganan, y el pueblo siempre pierde.

El ruinoso y decadente entorno contradice la fantasía de los logros
sociales. Hombres, muchos de la tercera edad, se cuentan entre los
principales víctimas de esa realidad que contrasta con lo dicho por los
que hace medio siglo nos prometieron una nación paradigmática, de
abundancia y justicia social.

Cada vez son más los cubanos que llegan al nivel de la más absoluta
indigencia, y casi siempre el camino al horror está marcado por el
fracasado paternalismo estatal y el acelerado regreso hacia lo peor del
capitalismo feroz.

De esas imágenes grotescas resaltan las de los viejos semidesnudos que,
sentados en las aceras, golpean con un mazo latas vacías de cervezas y
refrescos, para cambiarlas por unos mendrugos en algún centro de reciclaje.

Cubiertos de mugre y harapos escarban en los basurales, duermen a la
intemperie, se alimentan con las sobras que encuentran, se aturden con
alcohol sin averiguar su procedencia, y muchas veces agreden con la
fiereza de un animal salvaje a cualquiera que se entrometa en su mundo
de tinieblas.

"Están todas las condiciones para que la indigencia florezca. Los más
viejos corremos mayor riesgo de terminar como parias. Cada día el costo
de la vida sube y los más vulnerables quedan en el camino. La protección
social es un cuento y a medida que pase el tiempo será peor", dice
Heberto, un jubilado del Ministerio de Educación.

En medio de la crisis generalizada, el drama humano que se advierte en
las calles es ignorado por muchos. Predominan la indiferencia y el
individualismo, el "salvese quien pueda" que no deja espacio para la
solidaridad. La semilla plantada por un socialismo que prometía
igualdad y desarrollo para todos, ha germinado como un monstruoso árbol
torcido. El paraiso que nos pintaron cada dia se parece más al infierno.

Pero la indigencia total, el drama que se observa en las calles, son
solo la parte más gráfica de nuestra creciente crisis social. La mayoría
de los cubanos clasificaríamos como indigentes si tenemos en cuenta los
salarios de menos de un dólar diario que percibimos, el costo de la vida
en el país, las condiciones habitacionales y el acceso a servicios
básicos, entre otras cosas indispensables para llevar una vida
mínimamente digna.

En la Cuba de las "actualizaciones" raulistas, la posibilidad de
terminar semi desnudo, aplastando latas o buceando en los latones de
basura, entre moscas y gruñidos de otros indigentes recelosos de la
competencia, es una espada de Damocles que pende sobre nuestras cabezas,
sobre todo para los de la tercera edad.

oliverajorge75@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/los-miserables/

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