Tuesday, November 6, 2012

El voto de los simuladores

El voto de los simuladores
Martes, Noviembre 6, 2012 | Por Julio Cesar Álvarez

LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Mirando a los vagos de mi
barrio, recordé que Pericles -político y orador ateniense- los llamaba
inútiles. En aquel entonces, la palabra vago no tenía la connotación de
holgazán que tiene ahora, sino que se les llamaba así a las personas que
no se involucraban en política, que no votaban.

A los vagos de mi barrio nunca los he visto votar, ni buscar algo útil
que hacer para combatir la pereza que los mantiene fijados a la mesa de
jugar dominó. Es quizás por eso que debiera tildárseles de vagos por
partida doble, aunque, en honor a la verdad, creo que si Pericles
resucitara, también tildaría de inútiles a nuestras elecciones.

Sin embargo, en las recién concluidas elecciones para elegir a los
delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, pasó algo
curioso en mi barrio: los vagos ejercieron su derecho al voto.

Según Alex, uno de los integrantes de ese grupo, la razón por la cual
votó es la nueva Ley de Inmigración. Y aunque me resulta difícil hallar
una conexión entre una cosa y la otra, Alex las conectó a su manera.

Resulta que a él le pasó en una ocasión lo mismo que a la rana del
camino en la fábula de Esopo: tuvo la posibilidad de mejorar y no lo
hizo. "Pude irme para los Estados Unidos con mi hermano hace años y no
lo hice", me confiesa. Entonces, ahora, con la entrada en vigor de la
nueva ley de inmigración, no quiere dejar pasar la oportunidad de buscar
una vía alternativa para llegar a Miami. Cree que puede conseguir una
visa por un tercer país y llegar hasta la frontera estadounidense para
acogerse a la Ley de Ajuste Cubano.

Pero le dijeron que en el mes de enero, cuando la nueva ley entre en
vigor y abran las oficinas para otorgar los pasaportes, a todos los que
estén en las listas de la Seguridad del Estado como personas opuestas de
forma activa al gobierno, les denegarán el documento.

Nunca ha sido activista opositor, ni ha tomado parte en nada de
política, pero teme que le hagan una "verificación", o sea que antes de
darle el pasaporte investiguen en su barrio sobre sus "actitud
revolucionaria" . Así que, además de votar, también le dijo a la
presidenta del CDR de la cuadra que él iba a chapear la yerba de la
acera, y que a partir de ese momento se iba a anotar en la lista de
guardias cederistas.

No creo que por no votar en las elecciones o no trabajar, a Alex le
denegarían el pasaporte. Pero su actitud simuladora, para eludir lo que
él cree que lo puede convertir en un desafecto a la revolución ante los
ojos de las autoridades, despierta mi curiosidad: ¿cuántos, entre la
cifra de más de siete millones de votantes que da el gobierno, lo
hicieron de corazón, y cuántos movidos por el miedo de que los tachen de
desafectos?

De todas maneras, al gobierno no le interesa la lealtad oculta de sus
votantes, sino que el resultado les sea favorable, y para eso el voto de
los simuladores, que posiblemente sean mayoría, también cuenta.

http://www.cubanet.org/articulos/el-voto-de-los-simuladores/

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