Wednesday, February 22, 2012

Mostaza delatora

Mostaza delatora
Miércoles, Febrero 22, 2012 | Por Julio Cesar Álvarez

LA HABANA, Cuba, febrero, www.cubanet.org -En el mercado Brimart,
perteneciente a la cadena de tiendas Panamericana, el cliente puede
encontrarse con dos cosas: aguas residuales cuando llueve y vales de
venta donde no aparecen productos que ya le han cobrado.

Cuando se tupen, por la lluvia, las alcantarillas de la Calzada de 10 de
octubre, en el barrio habanero de Santos Suárez, Brimart amanece ocupado
por un mar de agua con excrementos. Ese día la apertura se pospone por
una o dos horas, y algunos empleados se arman con haraganes para hacerle
frente a la tropa invasora. Es un agua negra de un olor desagradable,
que quita las ganas de comprar al cliente menos escrupuloso.

En realidad, este fenómeno no es muy cotidiano y depende del capricho de
las nubes, al contrario de otro fenómeno menos natural y sí más humano,
que amenaza diariamente a los clientes de Brimart.

Hace unos días, Ana, la vecina de los bajos de mi edificio, compró allí
un pomo de refresco, uno de aceite y uno de mostaza. Pagó la cuenta. Al
salir, la portera le pidió el comprobante de venta, y verificó el
contenido de su jaba para asegurarse de que coincidiera. Al parecer lo
creyó así y la dejó marcharse.

Camino a casa, Ana miró por casualidad el comprobante y notó que la caja
sólo registró dos productos, el refresco y el aceite, pero no la
mostaza. Y el total a pagar era 3.90 CUC. Ella recordaba perfectamente
-porque nuestras ancianas pueden olvidar cualquier cosa menos la
cantidad de dinero que invierten- que la cajera le había dicho 5.95 CUC.
Faltaban por contabilizar los 2.05 CUC de la mostaza.

Cuando regresó y le preguntó a la cajera el motivo por el que ese
producto no aparecía en el comprobante de venta, ella le dijo que ese
artículo había entrado recientemente, y aún no le habían asignado el
código para la caja registradora. Una mentira obvia dicha con total
desfachatez.

Para comprobar mis sospechas de que esa mostaza no estaba contabilizada
en ninguna factura comercial y que no era más que un producto del
negocio ilícito de los trabajadores del mercado, fui dos días después a
comprar mostaza. Y nuevamente no apareció este producto en el
comprobante de venta. Y nuevamente la encargada de verificar los
comprobantes me dejó salir con el pomo de mostaza. Y nuevamente
volvieron a contarme el cuentecito de los códigos, a pesar de que ya
habían pasado dos días.

Es un secreto a voces que muchos de los artículos que se venden en estas
tiendas los compran los dependientes y directivos, de forma ilegal, a
los camioneros que traen las mercancías para la tienda, y a otros
vendedores de mercancías ajenos a los almacenes del Estado. Lo peor de
esto, no es que los empleados estafen al Estado, que a fin de cuentas
nos estafa a todos, sino que esta práctica puede poner en peligro la
salud del cliente, al comprar, sin saberlo, mercancías de dudoso origen.

Dicen que un periodista de la prensa oficial puso en jaque al mercado
Brimart, hace ya algún tiempo, por motivos similares. Pero como sucede
siempre con los periodistas en Cuba, los trabajadores de Brimart
esperaron a que saliera por la puerta para mostrarle el dedo del medio y
seguir en sus ilegalidades, las que sólo parecen salir a flote cuando a
un cliente, como Ana, le da por mirar un comprobante de venta y descubre
que le "sobra" un pomo de mostaza.

http://www.cubanet.org/articulos/mostaza-delatora/

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