Friday, February 10, 2012

Los sin derechos: de Gandhi a Fariñas

Los sin derechos: de Gandhi a Fariñas

En la actualidad la gente sólo se preocupa por sus derechos. Recordarle
que también tiene deberes y responsabilidades, es un acto de valor que
no corresponde exclusivamente a los políticos. Mahatma Gandhi

Pedro Corzo / Radio Martí 10 de febrero de 2012

Mahatma Gandhi, líder de la independencia de la India e ideólogo de la
no-violencia. (izq.) y el cubano Guillermo Fariñas.

Las diferencias geográficas, históricas y culturales entre la India y
Cuba podrían llenar varias enciclopedias, sin embargo la humanidad en
alguna medida es una sola, porque las individualidades que con su gesta
son capaces de marcar una época, hacen posible que su experiencia y
dedicación, sean reproducidas en otros tiempos y lugares.

Ese es el caso de Mahatma Gandhi y Guillermo Fariñas, quien ha tenido la
voluntad, inteligencia y coraje para desarrollar en Cuba la forma de
lucha que personificó el líder hindú, sin desconocer la realidad que la
dureza de la corona británica, no se aproxima en ninguna medida a la
crueldad extrema del régimen cubano.

Hasta la apariencia física de Fariñas tiene aproximación con la de
Gandhi. La manera de sentarse, el hablar pausado, su ocasional
semidesnudez y las constantes huelgas de hambre, le dan el aire de un
hombre de gran espiritualidad que ha asumido el compromiso de conquistar
la meta o morir en el empeño.

Otra semejanza entre Fariñas y Gandhi, es que el isleño no es un
visionario, sino un idealista práctico como se autocalificara Mahatma.

Predicar con el ejemplo parece ser una de las máximas de Fariñas. Su
sentimiento de solidaridad es muy fuerte. Está comprometido a no
abandonar a sus compañeros cuando son encarcelados o perseguidos.
Numerosas las ocasiones en que ha sido golpeado y arrestado por demandar
la excarcelación de sus compañeros, o el cese de las golpizas que
propinan los esbirros del régimen.

Mahatma Gandhi también infinidad de veces provocó los arrestos de que
fue objeto; y Guillermo Fariñas tampoco rehuye la cárcel a pesar de su
delicada condición de salud. Aparentemente tanto Gandhi como Fariñas,
consideran que estar en prisión les fortalece a ellos, a la vez que la
causa es también favorecida.

Fariñas recurre a la huelga de hambre como la herramienta más importante
del arsenal de su cuerpo. En el año 2010, un ejemplo entre muchos, dejó
de ingerir alimentos por ciento treinta y cinco días y abandonó la gesta
cuando las autoridades, después de entablar un dialogo con sectores de
la jerarquía de la iglesia católica, iniciaron un proceso de liberación
de prisioneros políticos. La muerte del activista Juan Soto, unos días
después que la policía le propinara una brutal golpiza, le llevó a
iniciar un nuevo ayuno para demandar una investigación que depurara
responsabilidades.

Otro aspecto en el activismo de Fariñas es no restarle importancia a un
derecho cuando su disfrute es negado. Recientemente fue detenido y
excarcelado en varias ocasiones, porque demandaba ante una dependencia
policial una investigación contra un agente de la policía que le había
amenazado de muerte. La petición le fue rechazada repetidas veces, pero
Fariñas no desistió de su empeño hasta que las autoridades le dijeron
que iniciarían una investigación contra el funcionario.

Varios sectores de la oposición cubana, dentro y fuera de la isla, se
han esforzado por implementar en su quehacer las fórmulas gandhianas
porque las consideran afines a su forma de enfrentar la dictadura, pero
ha sido Guillermo Fariñas la persona que con más éxitos ha podido
implementar ese estilo de lucha, que no se ajusta a las tradiciones
cubanas, y que nunca antes había sido usado contra un régimen totalitario.

Fariñas conoce la verdadera naturaleza del régimen. No se hace
ilusiones. Sabe que sus reclamos son apreciados positivamente por la
mayoría ciudadana, pero que para que esta asuma un compromiso firme y
definitivo por el cambio, se precisa un liderazgo listo para el
sacrificio que demanden las circunstancias.

Guillermo Fariñas parece tener una visión de conjunto de la realidad
cubana, incluidas las debilidades del régimen de Raúl Castro, que le
permiten comprender e implementar las estrategias que cada momento
demanda su peculiar forma de luchar.

Al igual que Gandhi, cree en la negociación, pero también en la acción
directa. Confía en la agitación y en la desobediencia civil. No espera
que las cosas ocurran por generación espontánea trabaja arduamente para
que se concreten. El liderazgo de Fariñas contra un régimen que practica
la violencia indiscriminada se sustenta en la audacia, pero también en
su coraje, y en la capacidad de correr los riesgos que sean necesarios
hasta que los cubanos estén dispuestos a exigir sus derechos.

http://www.martinoticias.com/noticias/cuba/Los-sin-derechos-de-Gandhi-a-Farinas-139084594.html

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