Wednesday, February 15, 2012

La libreta de abastecimientos

La libreta de abastecimientos
Miércoles, 15 de Febrero de 2012 05:35
Jorge Luis González Suárez

Plaza, La Habana (PD) La libreta de abastecimientos es el carné de
identidad de los alimentos. Su nombre oficial es: "control de ventas de
productos alimenticios". libreta

Es un documento de carácter familiar de 20 páginas. Se cambia cada año.
Determina los productos a recibir de forma obligatoria y que casi nunca
se dan. Actualmente está en franca fase de extinción.

Este folleto salvavidas tiene el record Guinness de existencia: 50 años.
En otros países que han implantado documentos similares, sobre todo en
periodos bélicos, la han denominado cartilla de racionamiento y ha sido
eliminada poco tiempo después de terminar la guerra. Pero la única
contienda cubana está en nuestra imaginación. La verdadera guerra ha
sido la del pueblo cubano por sobrevivir.

El pequeño cuaderno está lleno de números de orden: el de la bodega, la
carnicería, el puesto y el legal. En sus páginas aprecen los artículos
normados. Hoy se entrega nada más que arroz, granos, aceite, azúcar, sal
y café de forma mensual. Podemos afirmar que la norma está como una
vecina muy delgada que tengo: malísima. Algunos comestibles llegan por
designación divina, eso es cuando Dios quiere y en Cuba casi siempre
Dios se encuentra ausente.

El que posee dieta médica no escapa a este proceso. Las dos raciones
básicas son: carne y leche. Los niños, que son la esperanza del mundo,
pierden su cuota láctea a los 7 años. Se sustituye por yogurt de soya.
El pollo se da ahora a partir de los 14 años. Esta proteína se sustituye
en los menores por picadillo de res, pero casi nunca se materializa. La
única que se obtiene mejor es "pollo en embrión", o sea, huevos.

El pescado es una especie mitológica: forma parte sólo de las dietas
médicas. El mar que rodea a nuestra isla parece se encuentra deshabitado
de peces. Las personas, si no están enfermos, obtienen pollo por pescado
dos o tres veces al mes. La ración, una libra per cápita. La carne de
res, si es sorprendido engulléndola queda trancado tras las rejas por
varios años.

Las viandas desaparecieron de la cuota. Los frutos, ni hablar. La hoja
que dice "productos del agro" está sin llenar. La ración de pan diario
son 80 gramos. Cuando ingiere el pan, se le queda en una muela.
Comérselo en el día es obligatorio: al siguiente está intragable y
mohoso. Cuando termina el año, más de la mitad de la "libreta" está vacía.

La promesa oficial del gobierno es acabar con este engorroso método de
distribución. Una pregunta está latente: ¿Cuándo y cómo? La mayoría de
la población tiene salarios paupérrimos. Los precios de los alimentos
imprescindibles del mercado liberado en moneda nacional son de espanto.
Muchos se consiguen solamente en divisa. Nada más tienen acceso pleno
sin limitación a ellos los que tienen -por alguna vía- entradas extras.

La socorrida libreta es insuficiente. Nadie se mantiene con su oferta
mensual. Pero su desaparición traería más calamidades al pueblo. La
verdadera solución está en la apertura mercantil, desarrollar una
producción para abastecer los mercados internos y un cambio radical en
la política gubernamental. Permitir la participación sin trabas de las
personas en los negocios sería lo mejor.

Queda demostrado una vez más que los tímidos cambios no cambian nada. El
sistema es un fracaso. Deben desaparecer de una vez y por todas estas
barbaridades. Mientras esto llega, andaremos bajo la protección del
piadoso santo sustituto de Santiago de Compostela: nuestro milagroso
Santiago compóntelas como puedas".

jorgelibrero2011@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/121-sociedad/3390-la-libreta-de-abastecimientos.html

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