Monday, November 14, 2011

Nuevas puertas en el muro

Nuevas puertas en el muro
Lunes, Noviembre 14, 2011 | Por Miguel Iturria Savón

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) – A principios de noviembre
los cubanos de la isla y el exilio comentan los pro y los contra del
decreto 288 que modifica la Ley General de Vivienda de 1988, la cual
impedía la compra venta de inmuebles, despojaba a los propietarios que
emigraban del país y dificultaba la transmisión de la las casas mediante
decenas de normas y prohibiciones que favorecieron la corrupción de
millares de empleados a todos los niveles.

El decreto es como una puerta en el muro del entramado burocrático
insular, pues la dictadura necesita sobrevivir y para ello debe cambiar
las medidas más absurdas y flexibilizar la vida de las personas, a fin
de concentrarse en los retos impuestos por la crisis, la dependencia
externa, los avances tecnológicos y desmontar las gratuidades concedidas
antes de 1990.

Hasta ahora los cambios no son esenciales, pero la necesidad de liberar
algunos sectores de la economía y limitar la corrupción permite hablar
de movimiento. Cuba se mueve al compás del semáforo. Predomina la luz
roja del poder pero crecen los verdes y el amarillo alumbra la esperanza.

Veamos esos verdes que sacuden la telaraña estatal y abren algunos
senderos de libertad:

De 2008 al presente fueron entregadas en usufructo personal un
millón 300 mil hectáreas de tierra de los 6 millones 600 mil dispuestas
para la agricultura en el país.
Se amplió el trabajo por cuenta propia con la autorizaron de casi
200 oficios privados; existen 333 000 cuentapropistas, de ellos mil 438
dueños de mini restaurantes.
El gobierno inició el despido de más de un millón de empleados
estatales, lo cual afecta a los obreros pero los libera de su habitual
dependencia y sanea la economía.
En septiembre fue aprobada la compraventa de automóviles viejos
para los cubanos, y de nuevos vehículos para extranjeros residentes y
empleados autorizados por el gobierno.
Se autorizó la compra de celulares, computadoras y otros equipos
electrodomésticos, además de la construcción de viviendas por "esfuerzo
propio".

"Del lobo un pelo". Las reformas del gobierno son lentas e
insuficientes. Todavía la luz roja garantiza la gobernabilidad. Veamos:

El Partido Comunista conserva el monopolio político-estatal
mediante el control de los medios de comunicación, la enseñanza, la
economía, el sector de la salud, la administración pública, las fuerzas
armadas y la policía.
Las leyes penalizan el libre ejercicio de la oposición y cercenan
las libertades de expresión, prensa, asociación, reunión, elecciones y
otros derechos.
Pese al flujo migratorio legal de 38 mil personas al año, los
cubanos que necesitan viajar dependen del costoso permiso de salida
estatal, mientras quienes viven fuera de la isla dependen del permiso de
entrada.
El gobierno liberó a más de cien presos políticos, pero incrementa
la represión contra la oposición pacífica.
La eliminación de subsidios, el aumento de los impuestos y el cese
paulatino de la canasta familiar acrecienta la pobreza colectiva.

Parece que no, pero tanto control puede ser el "Talón de Aquiles" de las
autoridades, incapaces de resolver la inoperancia del sistema, la
corrupción endémica, el robo como medio de vida y la dependencia
económica de Venezuela, China y otros aliados. El gobierno compra el
ochenta por ciento de los alimentos que consume el país.

El dilema no radica en la voluntad de cambios de los de arriba ni en la
creación de oportunidades para sacar a los ciudadanos de la pobreza,
sino en abrir las puertas del muro, poco a poco o abruptamente, según el
empuje o la impaciencia de los de abajo.

http://www.cubanet.org/articulos/nuevas-puertas-en-el-muro/

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