Por Pablo Felipe Pérez Goyry*.
Editor y Analista Sociopolítico Independiente.
El uso sistemático del 'Terrorismo de Estado' por parte de un gobierno,
tienen como fin el imponer a la población cooperación activa y
acatamiento. Los instrumentos más utilizados, entre otros, son la
coacción y las represalias. Asimismo, frecuentemente se considera al
'Terrorismo de Estado' como un asesinato a los derechos universales de
los seres humanos.
Dicen los entendidos que es difícil de identificar, porque los conceptos
tienen una definición y entendimiento según la época, el contexto
histórico y socio-político-económico, las características culturales y
geográficas.
Históricamente, es evidente que el 'Terrorismo de Estado' presenta sus
credenciales cuando un gobierno echa mano de los medios violentos y los
aplica severamente contra los ciudadanos, con ayuda de la policía,
fuerzas armadas, servicios secretos, seguidores, etcétera.
De esta manera, el gobierno que representa al Estado incurre en una
exacerbación ilegítima de la intimidación, que es impropia en los
procedimientos legales establecidos.
Tipos de Terrorismo de Estado
En vista de que son unos cuantos los prototipos de 'Terrorismo de
Estado', a los que pudiera recurrir para invadir estas cuartillas,
inevitable, ocuparse de algunos de ellos, para poder argumentar el
asunto que encabeza ésta exposición. Tengo la esperanza de no incomodar
al leedor y que pueda conseguir llegar a un buen final.
El primer caso de 'Terrorismo de Estado', o el más conocido por la
academia, es el de un régimen constitucional y parlamentario que
recurrió a mecanismos ilegales para imponer a los ciudadanos los
criterios absolutistas del gobernante. Fue el llamado 'Reinado del
Terror Francés', y estaba encabezado por Maximilien de Robespierre, en
el otoño de 1793.
Empero, las técnicas más depuradas de 'Terrorismo de Estado', se
utilizaron en el siglo XX, bajo gobiernos excesivamente autoritarios
―fascistas y comunistas―. Regímenes dictatoriales como el de Benito
Mussolini (Italia), Adolf Hitler (Alemania), Stalin (Unión Soviética),
Francisco Franco (España), y Than Shew (Myanmar, Birmania). En Estados
Unidos de América, la creación del 'Comité de Actividades
Antinorteamericanas (1940-1950)', permitió al senador Joseph Raymond
McCarthy, articular una modalidad de 'Terrorismo de Estado' a finales de
la década del 40, conocida como 'Caza de Brujas'.
Dictaduras y Terrorismo
También, América Latina ha sufrido por gobernantes que han utilizado el
'Terrorismo de Estado', como Anastasio Somoza (Nicaragua), Alfredo
Stroessner (Paraguay), Rafael Leónidas Trujillo (República Dominicana),
Augusto Pinochet (Chile) y Fulgencio Batista (Cuba). A este último
dictador, lo derrocó un movimiento revolucionario encabezado por Fidel
Castro Ruz.
A propósito de Fidel Castro, este ha dirigido de manera sectaria y
despótica el país. Por más de medio siglo atesora siniestros
instrumentos represivos y propagandísticos. Además, la dictadura
castrista ha utilizado frenéticos y refinados métodos de 'Terrorismo de
Estado', asimilados de la 'brutal academia stalinista'. Hoy día, está en
el poder su hermano Raúl Castro, que aparenta ser moderado.
El 'cacique mayor', Fidel Castro, cada día más cadáver, continúa
personificando al Estado-gobierno-partido. Pero su personal 'Terrorismo
de Estado', ahora en manos de Raúl Castro, no ha podido silenciar a los
hombres y mujeres de la oposición política y de la sociedad civil, que
heroicamente enfrentan de forma pacífica cada andanada perversa de la
dictadura. Resulta evidente que, actualmente, más que en el pasado, la
oposición anticastrista tiene indestructibles bríos, no renuncia a sus
derechos y oportunamente encontrará la senda de la transición
noviolenta, para concertar un nuevo contrato social y democrático con
plena libertad.
Las secuelas del 'Terrorismo de Estado' castrista están enraizadas en la
memoria histórica de la nación y en los miles de cubanos que han sufrido
en carne propia los vilipendios y arbitrariedades del régimen, que se ha
caracterizado por una obsesiva e irracional violencia que restringe las
libertades individuales y universales, impone una monolítica ideología
marxista-fidelista, exige un sometimiento ilimitado al régimen, ha
institucionalizado una adecuada estructura coercitiva policial y un
eficaz aparato de policía secreta y de colaboradores, los medios de
comunicación están monopolizados por la dictadura, se ha destruido el
concepto de familia, los opositores y disidentes son sistemáticamente
aislados, exiliados, encarcelados, torturados, asesinados física y
mentalmente.
Por todas estas razones, sería interminable hablar sobre pormenores de
la pesadilla que vive la nación cubana, en especial los compatriotas
disidentes y opositores que viven en el archipiélago. Y como a todas
luces, describir los excesos de la dictadura sería aterrador y
enfermaría el espíritu, prefiero ser justo y no prolongar la impotencia
del lector ante esta realidad.
Complicidades ilustres
También, desafortunadamente, es verdad de existe connivencia de
gobiernos y demócratas sobre la violación de los derechos humanos que
comete la dictadura, como Rodrigo Zapatero en España, los que hacen ojos
ciegos en América Latina y algunos ilustres miembros del Consejo de
Derechos Humanos en Ginebra.
Llegado a este punto, a los 'idealistas' que sueña con la utopía de la
'dictadura del proletariado', el centralismo marxista, el culto a la
personalidad, la supuesta igualdad de clases, que no existe 'Terrorismo
de Estado' en Cuba y otros países, que no quieren ver el ocaso de
regímenes dictatoriales, con respeto quiero invitarlos, para que junto
con el cubano de a pie conozca de cerca la realidad de lo que acontece
en el archipiélago cubano. Al final de la experiencia la pregunta que
debe responder es: ¿Aceptaría vivir en Cuba o prefiere instaurar en su
país de origen un sistema similar al castrista?
Pese a todo, siempre he expresado y sostengo que: Soy defendedor de
causas sociales y políticas nobles. Empero no creo en mefistofélicos
defensores que lucran con los anhelos de fraternidad y buena voluntad
universal del género humano. Porque la justicia demanda ética,
discernimiento y valor. Y en lo aparentemente indescifrable hay que
descubrir su esencia de verdad.
Por lo dicho, y porque sé de las arbitrariedades y tentáculos castrista
y de otros dictadores, defiendo los ideales de una transición pacifica
en Cuba y otros países para restablezcan la libertad y democracia.
De modo que, no titubeo en creer en los opositores y disidentes cubanos,
grupos de indignados, mujeres apabulladas por el enfermizo machismo, y
de existen personas en el planeta que saben que es necesario el cambio
para salvaguardar el respeto por:
· Los Derechos Humanos.
· La Constitucionalidad.
· El Estado de Derecho.
· La Educación y Cultura, como bases de una sociedad libre y responsable.
· La Globalización y Desarrollo racional.
· La Equidad, para la honesta Competitividad.
· El Comercio libre e inteligente.
· La Cooperación y Solidaridad, como dinámicas del progreso y bienestar.
Para concluir, mientras desde el alma escribo estas cuartillas y
teniendo en cuenta de no sé cuando se darán a conocer por razones
editoriales, he creído prudente pedir disculpas al lector por aquellos
eventos que pudieran hacer pretérito lo dicho aquí. Sin embargo, de ser
así es porque la libertad y democracia son una realidad en Cuba y otras
naciones porque gozan de un nuevo y próspero futuro.
En mi opinión, el tiempo es imparable, las épocas cambian, lo escrito
permanece en la recordación, la historia dirá la última palabra y con la
fuerza del razonamiento se correrá el velo sobre la verdad de los
avatares de las naciones. Tienen la palabra amigas, amigos…
NAMASTÉ.
*Pablo Felipe Pérez Goyry
http://blogs.elespectador.com/contextus/2011/11/16/del-terrorismo-de-estado/
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