A pesar de que la cifra de suicidios es una de las más altas del
continente, los cubanos no cuentan con un sistema de atención primaria
centrado en la prevención, ni siquiera con una línea de ayuda.
Gricel González/ martinoticias.com 17 de noviembre de 2011
Cuba carga con el peso del suicidio en su historia y mucho se ha
publicado al respecto, sin embargo poco se habla de los mecanismos para
la prevención.
El sistema de atención a la salud mental en Cuba está incorporado al
sistema de salud general y tienen sus puestos de atención en los
policlínicos y hospitales en los que, según aseguran las autoridades de
salud, existen programas destinados a prevenir los suicidios.
La licenciada en Enfermería, Elsa Morejón, esposa del doctor Oscar Elías
Biscet, conoce de primera mano las flaquezas del sistema de salud cubano
y explica que "se sabe bien poco sobre este tema; en el anuario de salud
cubano que es público, se refleja una cifra que si bien no es alarmante,
es una situación social que ha ido en aumento."
"Todo esto a mi modo de ver, se debe a los programas de salud en la
atención primaria, sobre todo los programas sociales que han ido en
decadencia, a partir de las modificaciones de la atención primaria con
la emigración de médicos que han ido a prestar servicios en el extranjero."
"El psicólogo antes iba a las consultas y había una relación estrecha
con la población. Eso ahora no existe", explica Morejón.
Para la enfermera, la decadencia de los servicios de atención primaria
han contribuido en gran medida al creciente número de suicidios. "Antes
se visitaba con más frecuencia a las familias, y se podían detectar
desde etapas tempranas a este tipo de personas. Ahora esto es imposible:
se ha reducido el personal y la población que tiene que atender un
médico y una enfermera es muy grande Tienen que atenderlos a todos: las
embarazadas, los menores de un año, las enfermedades crónicas no
transmisibles, o sea que el personal no da abasto."
Cuba tiene desde hace décadas índices de suicidio superiores al resto de
los países latinoamericanos, por ejemplo en los años ochenta, el índice
era de 18.5 por ciento respecto al 6.5 por ciento de los países del
hemisferio.
La cifra más reciente del Centro Nacional de Estadísticas en Cuba indica
que en el 2009 la causa de muerte por lesiones autoinflingidas
intencionalmente (suicidio) fue de 13.1 por ciento cada cien mil habitantes.
Manuel Cuesta Morúa, portavoz de la Organización Opositora Arco
Progresista, indica que "el suicidio es tratado clínicamente como una de
las manifestaciones de la locura y (las personas) son recluidas en los
hospitales como Mazorra ante un intento fallido de suicidio. Pero un
programa preventivo no existe, a diferencia de otros como es el sida, el
alcoholismo, la drogadicción".
"Hasta tanto no haya un amplio reconocimiento público de que Cuba es un
país de alta tasa de suicidio, es imposible contar con información o
contar con programas de esa naturaleza. Como programa, en Cuba eso no
existe, desafortunadamente". Por tanto ni siquiera una línea telefónica
de apoyo está dispuesta con este fin.
Para Elsa Morejón, uno de los factores que provocan los suicidios en
Cuba es el problema con la juventud "los jóvenes se han ido a lo que es
la droga, el alcohol, la prostitución y en realidad son cifras bien
tristes".
Cuando las personas, sobre todo la juventud, tienden a presentar este
tipo de problemática, la respuesta es ingresarlo y del hospital para la
casa. "En realidad no hay una clínica de rehabilitación, un seguimiento
como es debido".
Se estima que las dos terceras partes de quienes se quitan la vida
sufren depresión. Los padecimientos psíquicos se encuentran presentes en
9 de cada 10 casos de suicidio; entre ellos, aparte de la depresión se
encuentran también los trastornos de ansiedad y las dependencias.
El suicidio no se limita a Cuba, en otros países como Japón, por
mencionar uno, hay altas cifras de suicidio. Sobre este punto Elsa
Morejón dijo: "no pienso que sea una cuestión cultural. La situación
económica, la pérdida de valores, ha llevado a las personas a una vía de
escape con el alcohol, las drogas. Las personas no han tenido una buena
orientación; la Iglesia, la familia y la medicina son tres elementos
importantes para detectar estos problemas en etapas tempranas y para
evitarlos".
Por su parte Cuesta Morúa agregó: "Las causas van no tanto por el hecho
de una situación terrible económica o social, como por la ausencia de
una salida psicológica a los problemas personales. Por ejemplo, no
podría decirse que la miseria es una causa del suicidio en cuyo caso, la
altísima tasa de suicidio sería propia de Haití o sería propia de
Nicaragua que son países donde la miseria es crónica".
"Yo creo - continúa Cuesta - que está relacionado con la falta de
canales sociales para darle rienda y salida a las cuestiones de
infelicidad personal, que en el fondo son las que provocan el suicidio
en las personas. Esa falta de salida, que dicho románticamente se llama
falta de esperanza, está en la base fundamental de por qué las personas
tienden a buscar salida en el suicidio".
Al respecto, el economista independiente Oscar Espinosa Chepe declaró
que el problema radica en que en Cuba hay una falta de perspectivas, de
futuro, muy grande, a los que se suma la separación familiar, entre
otros factores. "El problema del alcoholismo lleva a la gente al
suicidio, a la pérdida de la virtud, de la confianza y de la autoestima.
Hay una pérdida de la autoestima extraordinariamente alta aquí en Cuba
en estos momentos. Por ese camino se llega al suicidio, se llega a la
demencia".
Espinosa Chepe comenta que "hay mucha gente desequilibrada en Cuba,
nerviosa, irritable. Eso se ve en los transportes, en las colas; las
broncas son constantes; la gente tiene una agresividad en la calle que
por cualquier cosa se pone brava. La gente está muy estresada por el
problema con la casa, problema con el transporte, problema con la
comida, problema con todo. Resolver un problema en Cuba es una tragedia.
El propio gobierno reconoce la burocracia que hay."
En Cuba existe una línea telefónica de apoyo para los infectados del
sida, así como una para los alcohólicos y drogadictos. "Pero no existe
una para el suicidio porque tiene también una connotación política, una
connotación social, estaría indicando que como proyecto social la
revolución cubana ha fracasado, porque no ofrece satisfacciones, sobre
todo para la juventud. Hasta que no haya reconocimiento público no habrá
programa social para esto."
http://www.martinoticias.com/noticias/suicidio-en-progreso-134067378.html
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